Seduciendo a mi profesor - Liam Payne

Capítulo 32

-Oh por dios -solté, abriendo la puerta del coche.

-¿Qué pas... -Liam paró de hablar en cuanto vio a Harry.

Harry bajó la última escalera y se acercó a mí rápidamente. Venía todo un huracán, esto iba a ser difícil de controlar, era como una pesadilla.

-______. - dijo Harry posicionándose frente a mí. -¿Me puedes dar una explicación sobre esto? -me agarró del brazo, acercándome a él.

Escuché que una puerta del coche de Liam se cerró, así que supe que Liam se había bajado del coche, eso era aún peor. Sólo empeoraría la situación.

Más problemas de los que ya tenía.

-Oye, Tranquilo. -Liam se pronunció.

-A mi no me hables imbécil. -gritó Harry sin mirarlo. -¿Qué hacías metida en el coche de éste idiota? ¿En donde estaban? -preguntó iracundo.

No podía siquiera hablar, estaba pensando en una respuesta coherente en la que Harry pusiese creer para que así Liam y yo pudiéramos salir libres de esta situación.

Lo que más me confundió fue que Harry en ningún momento habló de un beso, así que por mi cabeza pasó la idea de que tal vez no había alcanzado a vernos mientras nos besábamos. Si era así estaba más que salvada.

-Harry, vamos adentro -expresé nerviosa. -Te lo explicaré todo una vez estemos en mi habitación.

-¿Qué vas a explicarme? ¿Qué me estás engañando con este? -miró a Liam con fastidio.

-¡No! -tomé su cara entre mis manos. -Yo no te engaño con él. Créeme Harry, solo tengo ojos para ti y no sería capaz de buscar a otro tipo porque tu eres todo lo que necesito.

Harry se quedó observándome.

-No me creas idiota, ______. -soltó, apartando mis manos de su cara. -¿Qué más podías estar haciendo con este tipo en su coche? No me digas que te estaba dando clases.

Liam seguía presenciando la situación. No se atrevía a decir ni una sola palabra.

-Puedo explicártelo. Déjame explicártelo, Harry.

-Está bastante claro que tienes amoríos con este tipo. -miró a Liam.

Miré a Liam rápidamente.

-Vete. -pedí. -Vete. -Insistí.

Sostenía a Harry de los brazos, no quería que lastimara a Liam, tampoco quería que Liam lastimara a Harry. En definitivas cuentas no quería que se pelearan, y menos por mí.

-¡Que te largues! -gritó Harry.

Era increíble la forma en la que Harry lo había tomado. Ni siquiera se había molestado en agredir a Liam. Simplemente estaba ahí parado, pidiéndome una explicación.

Liam se subió al coche y se fue inmediatamente. Sin siquiera decir nada. Seguramente estaba pensando que era el fin de su carrera como profesor y que en la mañana lo echarían de la escuela.

Harry me sujetó del brazo con fuerza mientras subíamos las escaleras y entrabamos a mi casa. Las luces estaban apagadas y no se escuchaba ni un murmullo. Todos estaban dormidos. Me jaló por el corredor, hasta llegar a mi habitación, soltó mi brazo y cerró la puerta con llave.

-Dame la famosa explicación que tienes para todo esto. -habló entre dientes.

-Harry... -cerré los ojos con fuerza. No quería perderlo pero tampoco quería que le causara problemas a Liam. Conociendo a Harry al día siguiente madrugaría para informar a la rectora sobre la falta de Liam. Sabía que era una falta grave y que obviamente no se la iban a perdonar. -El profesor Liam... Me amenazó. -mentí, empezando a caminar, Harry me siguió.

-¿Qué? -exclamó, tomándome del brazo nuevamente para poder verme a la cara.

-Sí.... Harry.... -apreté los labios, fingiendo estar angustiada. -Me tiene amenazada. Tengo tanto miedo, Harry... No sabes como me siento. -exclamé, mientras forzaba algunas lagrimas.

-No mientas, ______. -pude ver en su cara algo de preocupación. Tenía que lograr que se lo creyera por completo. Esa era la única manera de salvarme.

-¡No te miento Harry! -le dije, agarrándole del brazo. -Amenazó con matarme. -lo sacudí.

-¿Con que fin hizo eso? -preguntó. La ventaja de mentirle a Harry era que él siempre terminaba creyéndoselo, por más estúpida que fuese la mentira. -¡Dime ______! -su rostro estaba pasmado, pude ver que estaba sorprendido. Me cogió de los brazos haciendo que me sentara en la cama.

-Harry yo le gusto y dice que hará lo que sea con tal de estar conmigo. -comencé a decir. -Me amenazó con matarte a ti y a toda mi familia si no hago lo que él dice. Ese desgraciado está obsesionado conmigo...Harry... me siento tan angustiada. -comencé a llorar.

-¿Estás segura de lo que estás diciéndome? -tomó mi cara con ambas manos.
Asentí.

-Tenemos que denunciarlo. -contestó, haciendo que el miedo corriera por mis venas.

-¡No! -advertí prevenida. -Puede matarnos. Puede matarte a ti, a mis padres, a toda mi familia. No quiero perderlos. -fingí estar desesperada, al perecer Harry se lo estaba creyendo.

-No puede seguir amedrentándote, ______. No puede salirse con la suya. -la preocupación seguía dibujada en su rostro, parecía estar nervioso y aturdido.

Me había creído.

-Déjame controlar la situación. No necesito tu ayuda. Hasta el momento nunca la he necesitado. -susurré.

-¿Qué es lo que te hace hacer ese maldito? ¿Te ha tocado en alguna parte?

Negué. Si decía lo contrario Harry no se controlaría.

-Solo me invita a cenar y a veces intenta besarme pero solo eso.
-¿Estás segura? -preguntó, aún angustiado.

-Sí. -asentí y me acerqué para abrazarlo.

-Tenemos que hacer algo. -lo escuché decir.

-Déjame pensar en algo. -me alejé para mirarlo. -Tu... Solamente no digas nada en la escuela, mantente callado. Guárdame este secreto mientras que pienso en alguna forma de deshacerme de ese desgraciado. Todo esto es por nuestro bien. -acaricié su rostro.

Me sentía culpable por haber mentido de esa forma, pero fue la única solución que encontré.

-No quiero que ese tipo te haga daño, ______. -susurró.

-No lo hará si seguimos así. -contesté. -Tenemos que pensar en una solución, pero mientras tanto debemos estar callados. -suspiré.

Harry me abrazó con fuerza, haciéndome sentir aun más culpable. Él temía por mí. Confiaba en mí. Eso era lo peor de todo. Me sentía como la peor mujer del planeta pero fue lo único que se me ocurrió.

Contaba con que Harry se mantuviera en silencio y no interviniera nuevamente en mi relación con Liam.

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Cuando las clases terminaron, comencé a guardar mis libros, esperando a que los alumnos salieran del aula. Cuando lo hicieron, caminé hacia la puerta y la cerré. Liam me miró inmediatamente.

-¿Qué pasó anoche? -preguntó Liam inmediatamente, acercándose a mí.

-Terminé con Harry. -mentí una vez más.

Él frunció el ceño.

-¿Cuándo le dirá a la rectora? -preguntó resignado.

-No le dirá. -negué. -Me prometió que no le diría nada. Hicimos un trato. Liam... Yo tengo muchos secretos de Harry los cuales puedo utilizar en su contra y justamente ayer acordé con Harry un pacto de silencio en el que ni él ni yo hablaríamos sobre las cosas malas que hemos hecho.

-¿Estás segura? -preguntó con incredulidad.

-Si, Liam. -asentí. -Puedes estar tranquilo. Harry no dirá nada. -exclamé.

De pronto, envolvió su mano izquierda en mi cintura tirando de mí hacia él. Sus labios se encontraron con los míos suavemente. Abrí la boca para dejar que su lengua penetrara. Cuando salió de mi boca para besar mi cuello, me encontré jadeando.

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