Capítulo 14

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Bastardo. Me había dejado iniciada. Me había rebajado rogándole que me follara. ¿Para qué? Para nada. Solo para que se fuera y me dejara iniciada, cómo una completa estúpida. ¿Cómo pudo? De alguna manera me las iba a cobrar.

Entré a mi habitación, estaba jodidamente malhumorada. Prendí la luz, y vi a Harry sentado en mi cama, viendo la televisión, su estado: sin camisa y en bóxers. Harry tenía mucha confianza. Demasiada, diría yo.

-Hola. -saludé, quitándome los tacones.

-Hola cariño. -saludó él, sin quitar la vista del televisor, trasmitían un partido.

-¿Hace mucho estás aquí? -pregunté.

-Hace dos horas, pensé que llegarías a la hora de siempre. -me miró. -¿En donde estuviste? -parecía interesado.

-De compras. -declaré inmediatamente. -Acompañé a una amiga, yo no compré nada para mí. -añadí, al caer en cuenta de que no traía nada para hacer valida la mentira.

En realidad no me había demorado tanto por Liam, porque a decir verdad, lo nuestro solo había durado quince minutos, si me hubiera follado tal vez unos veinte o más.

Lo que pasó fue que luego de salir del salón en donde Liam me había metido, había ido a un parque para pasar la grandísima rabia que sentía. Pero no me ayudó mucho a decir verdad. Sí, había estado dos horas en un parque, columpiándome como una estúpida mientras pensaba en él.

-¿Con que amiga? -me cuestionó, levantándose de la cama.

-Rosa. -contesté a la ligera.

-Mmm -asintió, mientras daba una vuelta a mí alrededor.

-¿Qué pasa Harry? -pregunté, frunciendo una ceja.

-El profesor de ayer, es el mismo que te da clases en el colegio. -declaró, sonaba molesto.

-Si. -respondí.

-¿Porqué no me lo dijiste? -preguntó, parándose al frente.

-Porque no me lo preguntaste.

-Ese tipo quiere coger contigo, maldita sea. -hizo una cara amarga.

-Ya vas a empezar. -espeté, sintiéndome fastidiada.
-¿Y acaso crees que estoy dispuesto a dejar que un tipo como él quiera follarte? Es un maldito atarbán se le ve en la cara.

-Ay, ya Harry. -contesté aturdida. -Yo no me pongo celosa de las chicas que quieren ligar contigo. -añadí, mirándolo a sus ojos esmeralda.

Negó, mientras colocaba una de sus manos en mi cintura, para pegarme a él, y la otra la condujo hasta mí trasero, para apretarlo.

Coloqué mi mano en su pecho, sin dejar de mirarlo. Lo vi acercarse lentamente, hasta sentir sus labios besando los míos. Sus besos siempre comenzaban con lentitud y luego se volvían apasionados.

-Hagámoslo. -susurró en mis labios. -Aquí y ahora. -besó mi cuello.

-Harry. -gemí, sintiendo sus labios succionando de mí cuello.

Después de la manera en la que Liam me había dejado, mi cuerpo respondió rápidamente ante las caricias de Harry.

-El profesor vendrá en una hora. -le avisé.

-Pues que venga. -chupó con más fuerza, ya veía el morado que iba a quedarme.

Quitó mi vestido rápidamente, haciéndolo caer al suelo y bajó su bóxer. Harry tan preciso como siempre, iba a lo que iba, sin rodeos ni formalismos.

Bajó mi braguita hasta dejarla en el piso también, y volvió a subir, para luego agarrarme del trasero y levantarme, de tal modo en el que pude abrazarlo con mis piernas.

Se introdujo lentamente en mí, haciéndome gemir, y comenzó a moverse, caminó hacía la pared, haciendo que mi espalda chocara contra ella y sintiera lo fría que estaba.

Cerré mis ojos y la imagen de Liam vino a mí.

-Oh... Sí. -gemí con animó. -Ay, Sí, Sí. -volví a gemir, imaginando como me embestía como el día anterior, con esa fuerza casi animal.

Oh por dios.

Harry gemía mi nombre reiteradas veces, mientras aumentaba la velocidad de sus embestidas. No eran tan animales como las de Liam, claramente.

-Ya... voy a llegar... cielo. -avisó entrecortado.

-Yo también. -respondí, agarrando su espalda con más fuerza.

-Mierda. -se acabó dentro de mí, apoyando nuestros cuerpos aun más contra la pared para no perder el equilibrio. -¿Ya vas a llegar tu también? -susurró, comenzando a moverse una vez más, ayudándome a llegar.

Cerré los ojos, imaginando, recordando a Liam. Sus ojos, labios, cuerpo, caricias, su forma de ser, sus besos... Sus músculos. Dios.

-¡Ya! -grité, llegando al orgasmo, abrí mis ojos y abracé a Harry con mas fuerza.

Nuestras respiraciones apenas se normalizaban. Harry caminó hacía la cama, y me recostó en ella cuidadosamente, él hizo lo mismo, para luego abrazarme y apoyar su cabeza en mi pecho.

-Ha estado genial eso. -susurró.

-Sí. -contesté cerrando los ojos.

Y Harry se quedaría dormido. Cómo siempre. Lo conocía a la perfección.

Le di un beso en su cabellera, inhalando el olor de su cabello y dejé mi cabeza ahí apoyada contra la suya, hasta dormirme profundamente.

-¡Chicos! -el ruido de la puerta me despertó, abrí mis ojos y lo primero que vi fue el reloj: siete en punto.

Liam. Ya debe estar aquí.

Dormimos una hora, bueno casi eso. Los otros treinta minutos estuvimos follando.

Cuidadosamente me levanté de la cama, dejando a Harry ahí. Le puse una manta encima, y me coloqué el vestido, para abrir la puerta y encontrarme con mi nana.

-¿Ya ha llegado el profesor? -pregunté.

-Sí.-asintió seriamente.

Eso de la fornicación antes del matrimonio no iba con ella.

-Ya bajo. -declaré rápidamente, tenía que buscar mis bragas.

-Ve ya. -exigió, me tomó del brazo y me hizo salir de la habitación.

El pecado estaba dentro de mi habitación según ella.

-Pero Sally, tengo q...-me interrumpió.

-No. Primero tus clases, luego lo demás. Tienes que ser cumplida. -exclamó seriamente.

Ahora iba sin bragas hacía donde Liam. Perfecto, nótese mi sarcasmo.

-¡Sally! -intenté detenerla, pero me fue imposible.

-Sally nada. -declaró.

Nos acercamos a la oficina de papá, Sally abrió la puerta y vi a Liam adentro, esperándome.

-Perdón por la demora, profesor. -Sally sonrió.

-Sally. -jadeé insistente.

Ella me soltó del brazo, y salió de la oficina, no solo dejándome sola con Liam a quien quería matar, si no también quitándome la oportunidad de ponerme mis bragas, cuando llevaba un corto vestido.


Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDär berättelser lever. Upptäck nu