Capítulo 44

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-Entonces... ¿No quieres que me vaya? -susurró, succionando mi labio inferior.

-Yo soy una chica considerada que se pone en el lugar de las demás, por eso me rebajo a besarlo, profesor Payne ¿entiende? -acaricié su cabello con mis manos, siguiendo con el beso.

Rompió con el beso para acercarse a mí oído. Su barba haciéndome cosquillitas en la piel. -Que considerada -me mordió el lóbulo.

-Aunque no lo creas. -mordí mi labio. -Te odio tanto.

Sus labios bajaron a mi cuello y comenzó a mordisquearlo. Sus manos manteniéndome apretada contra su cuerpo.

-¿Me odias? -sus labios volvieron a encontrase con los míos. Sus manos sujetaron mi cintura para así sentarme en su escritorio.

-Mucho -besé la línea de su mandíbula.

-Joder -tomó mi cara con sus manos y volvió a presionar sus labios contra los míos en un beso descontrolado. -Di que me odias mirándome a los ojos. -se alejó lo suficiente como para que nuestras miradas se encontraran.

-Te odio. Te detesto. Me das asco. Quisiera que estuvieses muerto para así poder ir a tu maldita tumba y reírme hasta que me duela el estomago, ¿entendiste?

-tendremos que hacer algo con esa boquita sucia. -pasó su pulgar por mi labio inferior.

-¿Y que piensas hacer? -le di un pequeño beso en los labios. -Muero por saber que tiene planeado el magnifico profesor Payne.
Sonrió de medio lado.

-¿Quieres que te hable sucio justo ahora? -susurró, con voz sensual y mirada matadora.

Estaba apunto de responder.
-¡Profesor Payne! -se escuchó un grito, que por supuesto nos hizo sobresaltar.

Liam se separó de mí y condujo su mirada hacia la puerta. Yo hice lo mismo, pero no me bajé del escritorio.

Teníamos enfrente a una de mis compañeras de clase. Su cara de asombro jamás la había visto en mi vida. Su mano colocada en su pecho, y sus ojos abiertos como platos.

-¿Qué estaban haciendo ustedes dos? -preguntó alarmada.

-Nosot...

-El profesor Payne estaba consolándome ya que estoy pasando por una situación muy difícil -lo interrumpí. Él me miró asombrado.

-¿Qué mierda estás diciendo? -susurró, sujetándome del brazo.

Lo miré por unos segundos.

-Eso nadie puede creerlo. ¡Ustedes dos andan! -señaló a Liam. -Jamás lo pensé de usted, profesor. -miró a Liam con desilusión para luego voltearse y correr.

-¡Joder! -exclamó, cogiéndose el cabello con las manos. -Ya no será necesario que renuncie-gritó exaltado.

Negué, alejando mi mirada de él y corriendo tras de la chica. Salí del aula y la vi corriendo hacia dirección. ¡Maldición! Corrí en la misma dirección intentando alcanzarla.

-¡Hey! -grité, esforzándome por correr más rápido. Entonces, para mi buena suerte, la alcancé. -¡Hey! -la sujeté del brazo, y la jalé hacia el cuarto de baño.

-¡Suéltame! ¡Le contaré todo a la directora! -protestó.

-¡Atrévete a hablar y te mando a los de la moto! ¿Entendiste? -le grité. -¿Acaso no sabes quién soy? Tú más que nadie debes saber quién es mi padre, y te aseguro que si abres tu asquerosa boca me vas a conocer. -hablé con los dientes apretados.

Estaba iracunda. Si la directora nos descubría echaría a Liam de la escuela, Llamaría a mis padres y ellos me sacarían de ésta misma, además me dejarían sin la posibilidad de ver a Liam, incluyendo un castigo.

-No permitiré que hagan cosas obscenas en la escuela -mencionó, mirándome aterrada, y permaneciendo quieta.

-¿A no? -espeté, apretando su brazo con más fuerza. -No me obligues a sacar la chica mala que llevo dentro. Te aseguro que no quieres conocerla.
Se quedó mirándome por unos segundos, estaba claramente asustada por mis amenazas. Sus manos estaban temblando debido al terror que invadía su cuerpo.

-¿Me has entendido o quieres que te lo explique con manzanas? ¡Payasa estúpida! -la empujé.

-Ya te entendí, _______ -exclamó, levantando la mano y tapándose la cara.

-Muy bien -la señalé con el dedo. -No quiero enterarme de que abriste la bocota. -la miré por unos segundos antes de caminar fuera del baño.

Vi a Liam buscándonos por el jardín.
Me acerqué rápidamente a él, quién estaba volteado, divisando las otras aulas de clase.

-Liam, ya solucioné el problema -pronuncié, una vez estuve detrás de él.

Se volteó hacia mí. Su ceño estaba fruncido. -¿Qué quieres decir? -preguntó alterado.

-Amenacé a la chica. Le dije que si abría la boca le iba a mandar a los de la moto y que me iba a conocer. Sabes que nunca bromeo con eso.

-¿Qué acabas de hacer? -me tomó de los brazos. -¿Amenazarla? ¿En serio? ¡Así nos va ir peor! -intentó alejarse.

-No, no, Liam -sujeté su brazo. -Maldita sea. Estaba presionada, ¡Deberías agradecerme esto que hice!
-¡¿Agradecerte?! Me estás jodiendo, ¿Verdad? -estaba jodidamente molesto.

-¡Lo hice por nosotros! -exclamé. -No quería... -negué, echando a la basura cualquier estupidez que fuese a decir.

Se quedó mirándome por unos segundos.

-Olvídalo. -se soltó de mi agarre. -Eres una niñita de mamá. Tan caprichosa e inmadura. -espetó antes de marcharse.

Me volteé para ver cómo se alejaba.

-¿Así me pagas por todo lo que hice? -le grité.

Siguió caminando, ni siquiera le inmutaban mis palabras.

Me volteé completamente aturdida por como me ignoraba. Ni siquiera le importaba lo que hice. Amenacé a una chica por él, porque no perdiese su trabajo, pero él se iba tan pancho para encontrarla y convencerla a su manera.

Afortunadamente muy pocas personas circulaban por la escuela a esas horas de la tarde, así que nadie nos vio discutiendo.

Una vez salí, busqué en mi teléfono móvil el teléfono de Sophia. (Lo había tomado del móvil de Liam cuándo me quedé a dormir en su casa).

Liam se arrepentiría de haberme llamado "Niñita de mamá". Estaba vez nadie iba a callarme.

Sí, tal vez me había comportado muy inmadura pero no tuve tiempo para pensar en otra solución, además pensar en que Liam podía convencer a la chica que nos encontró a su manera me tenía sumamente celosa y alterada.

Cuándo me di cuenta ya estaba marcando al número de Sophia.

-¿Hola? -atendió.

-Hola... Sophia, hablas la novia de Zayn.

-¡Hola! -exclamó efusiva. -¿Cómo estás, Cariño?

-Muy bien -contesté, caminando por la calle, buscando un taxi disponible. -Te llamaba porque quería contarte algo sumamente importante.

-Cuéntame -expresó confundida.
Me subí en el primer taxi que paró en medio de todo el tráfico. Hice una pausa en la llamada para informarle al conductor hacia donde nos dirigíamos.

-Bueno... es tan vergonzoso decirte esto, pero no creo que pueda callármelo más. -tomé una respiración profunda. -Liam te está siendo infiel.

Por fin iba a cobrárselas todas y cada una mi querido profesor. Era lo menos que se merecía.

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Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora