Capítulo 22

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Tiene novia.
Me engañó.
Jugó conmigo.
Me mintió.

Lo peor de todo esto es que lo sabía desde un principio. Sabía que un hombre como él...Simplemente no puede andar solo por la vida. Sabía que debía tener a una mujer a su lado.
Nuestra relación no tenía nombre, y lo más estúpido de todo esto es qué ahora me siento como una jodida cucaracha, como un plato de segunda mesa cuando yo comencé con todo este juego.

Tal vez conquistarlo y tener relaciones con el fue lo más fácil de todo, porque lo más difícil es saber que tiene ojos para otra chica que no soy yo.

Y no es que esté enamorada de él, porque estoy completamente segura de que no lo estoy, Simplemente me siento atraída de una forma en la que no puedo explicar. Tal vez sea la forma en la que actúa, su forma salvaje de hacerme suya, su manera de manejar los asuntos, los problemas, tal vez eso es lo que me lleva a sentirme de esta manera.

-Ya llegó el profesor Payne. -Sally tocó la puerta.
Cogí el control remoto y apagué la TV.

-Ya voy. -avisé. Me levanté de la cama y busqué unos zapatos que me hicieran sentir cómoda.

No tenía ganas de verle. No ahora.
Abrí la puerta de la habitación, y me encontré con Sally.

-¿Vendrá el vago de tu novio? -preguntó atormentada.

-No te permito que le llames de esa manera.

-advertí, cerrando la puerta de mi habitación tras de mí.

-No eres más que una sirvienta.
-exclamé.

Me miró totalmente impresionada.
Entonces me arrepentí de haberle hablado de esa manera. Era mi nana, había sido como una madre para mí.

-Lo siento. -la abracé con fuerza.
Se alejó, estaba dolida, podía verlo en sus ojos.

-Te espera el profesor. -habló fríamente.

Asentí, y caminé por el pasillo. Bajé las escaleras, y me dirigí a la oficina de papá. Abrí la puerta tranquilamente y entré.

Observé a Liam apoyado en el escritorio de papá, sus manos estaban cruzadas y la expresión de su rostro no era para nada agradable.

-¿Qué me enseñará hoy? -pregunté indiferente ante el acontecimiento de la tarde.

-Tenemos que hablar. -declaró.
Estoy jodida.

-Yo no tengo nada de que hablar.
-dije, y caminé hacía el escritorio. Aparté la silla, y le miré a Liam antes de sentarme.

-¿Por qué te comportas de esa manera? -su voz envió escalofríos a través de mí.

-No tengo porque darte explicaciones de nada. -decidí que todavía no me sentaría.

-Sí. -dijo con firmeza.
-Estabas desnuda en mi casa, en mi cama. -espetó.

Miró hacia el suelo. Juraría que estaba tratando de controlarse.

-Pues cuando lo hicimos no pareció molestarte. -exclamé.

-Calla. -ordenó sin mirarme.
-Eres demasiado pesada. Quieres hacer lo que se te da la regalada gana conmigo y ahora me veo en el deber de recordarte quien soy.
-alzó la mirada hacía mí.

-Soy tu profesor.

-Tal vez seas mi profesor. -asentí, y di un paso adelante.

-Pero te acostaste conmigo. -le recordé. Estábamos tan cerca.

-¿Cuando dejarás de sacármelo en cara? -exclamó, mandando escalofríos a mi cuerpo entero.

-Hasta que sea necesario. -me encogí de hombros.

Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora