Enseguida vinieron por él los asistentes y guardaespaldas para bajar al salón de conferencias, por supuesto ellos ya sabían lo que pasaba. Todo el mundo había visto aquella nota en la TV. Le deseé suerte y se marchó.
Encendí la televisión para ver lo que estaba sucediendo... un periodista con la peor cara de oportunista decía muy entusiasmado:
"estamos esperando a Michael Jackson, que dicen que llegará pronto a la conferencia, aunque ya tiene unos 45 minutos de retraso... por ahí me avisan que, si sí ¡ES EL REY DEL POP QUE YA LLEGA A LA SALA DE CONFERENCIAS!
Se veía a Mike sentándose rápidamente en la mesa llena de micrófonos, los flash de las cámaras eran enceguecedores. Sus lentes oscuros le ayudaban un poco a protegerse de la horrible experiencia de estar ante inescrupulosas cámaras, otra vez.
Habló el representante Bert Fields:
"Primero que todo queremos dejar en claro que Michael va a referirse única y exclusivamente a los temas estipulados que son los relacionados con la gira, los conciertos, y las visitas a las fundaciones. Toda pregunta que se escape de estos temas será ignorada inmediatamente. Podemos comenzar con las preguntas ¿algo que decir Mike?"
— no.
Comenzó una periodista de radio una radio local de París:
"Michael, antes que nada quiero darte la bienvenida, y preguntarte a nombre de todos tus admiradores, para radio París: ¿cómo ha ido la gira en estos días?, ¿Qué hospitales vas a visitar?"
— Gracias por la bienvenida, me he sentido muy acogido acá en París, y la gira va marchando bien. Se han llenado todos los conciertos y hemos tenido buena respuesta en todos los países. Gran parte de lo recaudado va a ser donado a instituciones de ayuda a los niños del mundo, y durante esta semana estaremos visitando algunos hospitales de niños quemados y con cáncer.
"¿nos podrías decir cuáles específicamente?"
— Preferiría no decirlo, porque no es nuestro interés causar un revuelo mediático. Quiero darles una sorpresa a esos niños, y entregar un mensaje de amor en cada concierto. Nada más. —respondió Michael.
— Siguiente pregunta. —exclamó Bert.
"Michael, para TMZ, ¿Qué tal ha sido el recibimiento de tus fans?, ¿has tenido alguna fanática que te persiga?"
Michael miró algo molesto a su asistente, como diciendo "ya van a empezar con las preguntas de ese tipo".
— Responde Mike, aun no hay problema —dijo el asistente.
— Aún no, pero ya lo veo venir. — respondió Mike. Finalmente evadió la pregunta diciendo: —todos los fans han sido muy cariñosos, siguiente pregunta por favor.
"Mike, para canal France 4, ¿qué sorpresas hay preparadas para el show?, ¿dónde pasaste tu primera noche acá en París?"
— bueno, habrán muchas sorpresas que si te las digo dejarían de ser sorpresas, ¿no? Sólo le digo al público que podrán ver un show sorprendente.
Parecía que el ambiente no iba a estar tan tenso, todos en la sala soltaron algunas risas y Michael comenzaba a pensar que tal vez los periodistas que hacían preguntas útiles estaban siendo mayoría, como no suele suceder.
"Michael, para la TV. De París, ¿Qué se siente volver a los escenarios, luego de haber sido acusado de pedofilia?"
— Soy inocente de todos los cargos, y no voy a responder preguntas de ese tipo.
"Para TV. de Los Ángeles, ¿Qué te parece el matrimonio de Lisa Marie?, ¿se divorciaron en buenos términos?, ¿no te parece que quizás Lisa te cambió por alguien más normal?"
Esta vez el asistente tomó el micrófono diciendo: —Michael no va a responder este tipo de preguntas, siguiente por favor.
Un impetuoso reportero interrumpió el orden para soltar la pregunta que todos esperaban con ansias. "Michael, ¿así es que el Rey del pop ya tiene su futura reina?, ¿Quién es la chica que sale en esta foto?"
Y así, uno tras otro, todos los presentes en a conferencia comenzaron a armar un lío en que cada uno quería hablar más fuerte que el otro y soltar las primicias de los paparazzi.
"Michael Michael, ¿es cierto que te casaste con esa mujer en un rito indígena en el bosque?", "¿y qué nos dices de estas fotos saliendo del Jules Verne?", "Mike ¿olvidaste a Lisa?", "¿esta es una táctica para librarte de tus acusaciones?", "Jacko, ¿eres gay?".
"¿Michael, como estuvo tu noche de pasión?", "¿Michael, aquella chica es mayor de edad o es una niña, deberías tener cuidado con los menores jajaja?"
La conferencia se había convertido en una locura, los periodistas habían pasado el límite que había entre sus asientos y la mesa de conferencias, sacaban cientos de fotografías, unos gritaban sobre otros para preguntar una cosa más estúpida que la anterior. Michael estaba indignado. Sabía que esto pasaría. Si habían comenzado manteniendo al menos una pizca de respeto, se había perdido por completo. Pasaron de hacer preguntas para obtener información, a burlarse derechamente en la cara d Michael. Hacían comentarios burdos y todos reían a coro, revolcándose de alegría.
La situación era penosa y horrible.
El asistente Bert, tomó la batuta para poner algo de orden, dando unas declaraciones muy protocolares: "señores, esto se ha convertido en un circo. Se acabó la conferencia, Michael no va a responder más preguntas. Esperamos que los fans se diviertan esta noche, muchas gracias."
A pesar de eso, esta vez Michael se propuso dejar callados a todos esos nefastos profesionales del chisme.
—Bert espera, —dijo Mike a su asistente.
— Mike, ¡que vas a hacer!
Michael tomó el micrófono cuando todos pensaban que se iba a retirar de la sala. Dijo elevando su voz en tono muy disgustado y con voz fuerte.
— Voy a responder sus preguntas si se calman.
"ya cállense inútiles, déjenlo hablar, a ver si nos suelta la exclusiva" —dijo un periodista— "¡cállense, shhht!" —murmuraban todos.
— Voy a responder sus preguntas pero no sin antes decirles que estoy harto, se han empeñado en arruinar mi vida y la de mi familia y lo han conseguido. Me acusaron de un crimen que no cometí, tuve que interrumpir la gira Dangerous y encima vienen acá a preguntarme cosas que no tengo por qué responder. —Para Michael se hacía cada vez más difícil conseguir que lo oyeran, porque ciertamente a ellos no les gustaba oír lo que tenía que decirles. Pero logró imponerse, y sin darse por aludidos los periodistas y cámaras comenzaron a grabar histéricamente la gran exclusiva: "Jacko se descarga contra los medios" era el titular que ponían en ese momento en la TV. Como si se tratara de terceros, ningún programa hacía un poco de autocrítica. Sólo captaban las declaraciones, como si la vida se les fuese en ellos, como perros hambrientos en presencia de un buen trozo de carne.
— Estoy haciendo cosas importantes en las cuales pongo todo mi corazón, estoy tratando de llevar un mensaje alrededor del mundo, de sanar a los niños, de unirnos, de llevar un momento de alegría a todas las personas y ustedes sólo se interesan en si pasé la noche solo o no, y hacen preguntas estúpidas que no tienen ninguna importancia. —Continuó— Si estoy con la chica de la foto o no, eso es asunto mío
¿Por qué no le dicen la gente que soy un extraterrestre de Marte? Díganles que me alimento de gallinas vivas y que a medianoche hago una danza vudú. Van a creer cualquier cosa que es digan porque ustedes son "periodistas". Pero si yo, Michael Jackson, dijera "soy un marciano y como gallinas vivas y hago una danza vudú todas las noches", la gente diría, "Oh, vaya, ese Michael Jackson está chiflado. Se ha vuelto completamente loco. No puedes creer ni una maldita palabra que salga de su boca"
Por último, quiero decir que esta será la última conferencia que doy en mi vida artística.
Diciendo esto Michael se marchó muy enojado, y los periodistas se volvieron locos. Eran unas bestias que no entendían palabras. Se abalanzaron sobre él y por poco lograron botarlo al suelo. Los guardaespaldas agarraron cuanto periodista se les pasaba por delante y con una mano los echaban lejos. Era una locura y sólo se hablaba de eso en todos los canales alrededor del mundo.
Llamaron a la habitación, era un guardaespaldas diciéndome que Mike me enviaba el mensaje de que en dos horas fuera al estadio donde iba a hacerse el concierto.
Tendríamos una reunión todo el staff, y al parecer Mike iba a quedarse ahí hasta la hora del concierto. Y cambiarían su alojamiento a otro hotel porque en este se había formado un desastre. Los periodistas jamás lo dejarían tranquilo, ni ahora ni nunca.