Cuidado con lo que eliges.

Da Leticiaa__

3.5K 606 131

Como si fueran pocos los días que llevaba ahí encerrada, seguían y seguían sumando, había perdido la cuenta... Altro

NOTA
Capitulo 1.
Capitulo 2.
Capitulo 3.
Capitulo 4.
Capitulo 5.
Capitulo 6.
Capitulo 7.
Capitulo 8.
Capitulo 9.
Capitulo 10.
Capitulo 11.
Capitulo 12.
Capitulo 13.
Capitulo 14.
Capitulo 15.
Capitulo 16.
Capitulo 17.
Capitulo 18.
Capitulo 19.
Capitulo 20.
Capitulo 21.
Capitulo 22.
Capitulo 24.
Capitulo 25.
Capitulo 26.
Capitulo 27.
Capitulo 28.
Capitulo 29.
Capitulo 30.
Capitulo 31.
Capitulo 32.
Capitulo 33.
Capitulo 34.
Capitulo 35.
Capitulo 36.
Capitulo 37.
Capitulo 38.
Capitulo 39.
Capitulo 40.
Capitulo 41.
Capitulo 42.
Capitulo 43.
Capitulo 44.

Capitulo 23.

71 12 1
Da Leticiaa__

Matt.

Ayude a Alison a envolver unos regalos que le había comprado a mamá, pero no sin antes verlos. Quería que le diera mi opinión. Sabía que a mamá le iban a encantar. No por el regalo en sí, sino porque se lo regalaba Alison. Cada vez la quería más. Decía que ella me había cambiado. Y en cierto modo era verdad. Yo nunca habría pensado en llevar a una chica a casa de mi madre. Nunca habría imaginado que una chica estaría viviendo conmigo, durmiendo en la habitación de al lado sin que pasara absolutamente nada con ella. Nunca me había enamorado básicamente.

Pero Alison no era la única que tenía regalos. Yo le había comprado un par de cosas también. Sabía que lo que yo le había comprado no se comparaba a las cosas que tenía ella normalmente. Pero esperaba que le gustara.

Mientras ella estaba en su cuarto vistiéndose, yo baje al árbol a ponerle los regalos. Por lo que ella me había contado en su casa lo hacían así. Ponían los regalos bajo el árbol y cuando volvían de la cena de nochebuena los abrían. Pero esta ocasión sería distinta. Ella tendría los regalos antes de la cena. Quería cambiar un poco la historia.

Le había comprado una pulsera en la que estaba grabado su nombre y detrás ponía: ''Me basta mirarte para enamorarme'', le había comprado también un anillo con el símbolo de infinito y unos pequeños pendientes. Lo mejor lo quería dejar para el final. Como a ambos nos gustaba leer, había cogido algunos de mis libros favoritos y se los había envuelto, quería que ella los tuviera, que ella disfrutara leyendo tanto como lo había hecho yo. En algunos de ellos había subrayado frases que me parecían perfectas para que ella las leyera. 

Le deje sus paquetes escondidos tras el árbol, pues no quería que los notara hasta que no le dijera nada.

Me senté a esperarla en la cocina mientras me tomaba una Coca-Cola. Oí que me llamo desde el salón.

Cuando salí vi la imagen más preciosa del mundo. Alison llevaba un vestido precioso que se pegaba a su cuerpo y se amoldaba a su figura. Marcaba sus curvas y estaba preciosa. Llevaba unos tacones que le hacían unas piernas perfectas. En el pelo llevaba unos tirabuzones y llevaba la melena suelta. No podía dejar de admirarla con cara de bobo. Que suerte tenía con esta chica.

-Cada día que pasa esta más guapa.-Mi sonrisa lo decía todo.

-Gracias Matt. Tú también estas muy guapo. Ves como unos vaqueros y una americana sí que combinan.

-Vale vale, tienes razón. Hay que admitir que entiendes mucho más de moda que yo.-Dije levantando los brazos a modo de derrota.

-Oye, necesito que subas un momento a tu habitación y que no salgas hasta que yo te diga ¿vale? No hagas trampa.

-Vale, pero ¿Qué pasa?

-No hagas tantas preguntas y sube. Venga. Que nos está esperando tu madre para cenar. Por cierto. No he preparado la cena. ¿Qué hacemos?

-Al, mi madre no dejaría una cena sin navidad sin cena. Me llamó hace un rato diciéndome que si te gustaba el pavo. Había preparado la típica cena navideña. Así que deja de preguntarme. Ya subo ya subo, no me mires así. –Ella me observaba con los brazos en jarras y los ojos entornados.

La oí de pasear por el piso de abajo, y subió una vez para luego volver a bajar. No sabía que estaba tramando, pero quería que me llamara para descubrirlo. Pasaron cinco minutos y oí su voz llamándome.

Baje las escaleras y la vi esperándome justo abajo. Me dio la mano y me dijo que cerrara los ojos. Yo lo hice como ella me mando. Me pidió que me sentara en el suelo y también la obedecí. Aun no sabía que era lo que quería hacer.

Me dio un ligero beso y me dijo que abriera los ojos. Se me abrieron como platos cuando vi el árbol con unos paquetes en los que ponía mi nombre. La mire sorprendido y ella se encogió de hombros.

-Te merecías tener un regalo de navidad Matt. Espero que te gusten y que haya acertado.

-Sea lo que sea, abras acertado solo por habérmelo comprado tú. Hacía años que no tenía ningún regalo de navidad.

-Venga, ábrelos.-Me dijo sonriendo como una niña

Fui abriendo los regalos poco a poco. Me había comprado dos camisas, una azul y otra negra, le había contado que era mi color favorito y ella se había acordado.

Junto a las camisas me había comprado unos pantalones vaqueros y unos chinos como ella decía azules. Había también unas Vans negras, siempre había querido tener unas, pero eran demasiado caras y no podía permitírmelo. Siempre llevaba las mismas zapatillas. Pero el regalo que más me gusto fue un reloj Viceroy negro con la palabra amor escrita por detrás. No podría haber elegido palabra mejor. Llevaba queriendo un reloj nuevo muchísimo tiempo. El mío lo tenía hecho polvo pero nunca me compraba otro. Alison había pensado en todo.

-Al, me encanta todo. De verdad, pero no tenías que haberme comprado nada. No me lo merezco. –Dije quitándome mi reloj y poniéndome el suyo.

-No me hagas repetirte que te mereces esto y más Matthew.

-Perdóneme señorita. Por favor no me llames Matthew. Sabes que lo odio.-Le dije riendo.

-No lo hare. Pero tú no vuelvas a decir que no te lo mereces.

-Trato hecho. Pero oye. Faltan algunos paquetes allí atrás, ¿no los ves?

-¿Qué? No. Yo no he comprado nada más. –Miro extrañada los paquetes que había detrás del árbol y los cogió. Su expresión se tornó a una expresión de sorpresa. -¿Son para mí? Pone mi nombre. Matt, ¿enserio?

-Sí, enserio.-Reí ante su entusiasmo. –Venga, a qué esperas, ábrelos.

Fue abriendo poco a poco los regalos. Abrió el paquete que contenía los pequeños pendientes con dos ositos. Al instante de verlos se quitó los suyos y se puso esos. Diciendo que nunca había tenido unos pendientes tan bonitos.

Acto seguido abrió el paquete que contenía el anillo, hizo exactamente lo mismo que con los pendientes. Me reía ante su alegría. Hacia como si nunca hubiera tenido buenos regalos. Sabiendo que lo que ella tenía era muchísimo mejor que lo que yo podría darle.

Cuando abrió el paquete que guardaba la pulsera. Una pequeña lágrima le cayó al leer la inscripción trasera. Me tendió el brazo para que se la abrochara y al terminar. La miro y la volvió a mirar. Después salto a mis brazos.

-Matt, enserio, los pendientes y el anillo me han encantado. Pero esto, esto... es tan perfecto. Nunca me la quitaré. De verdad. Jamás me habían dado un regalo con tanto valor.

-Alison, sabes que no tiene valor, tú has tenido cosas muchísimo más caras.

-No me importa el dinero que te hayas gastado en ella Matt. Lo que me importa es el simple hecho de haberte tomado la molestia de escribir algo así. Eso dice mucho más que todos los regalos carísimos del mundo.

-No seas exagerada anda. Pero espera, aun te queda un regalo. –Le dije tendiéndole el paquete en el que estaban los libros que había decidido regalarle.

Cuando los vio volvió a llorar mientras reía. Fue mirando todas y cada una de las portadas. Estaban ''Orgullo y Prejuicio'', ''Frankenstein'', ''Cumbres Borrascosas'' entre algunas otras.

-Sé que te encanta leer. Y he querido compartir parte de mis novelas favoritas contigo Al, pero sabes que en mi despacho tengo muchas más, puedes coger la que quieras.

-Matt. No tengo palabras, gracias. – Me abrazó y me dio un largo beso. Un beso en el que pude comprender todo lo que me agradecía los regalos que le había hecho, cosas simples pero que para ella significaban mucho. Y para mí su felicidad también.

Unos veinte minutos después de haber abierto los regalos nos dispusimos a salir de casa para ir a cenar a casa de mi madre. Alison estaba ansiosa por verla y enseñarle mis regalos. Quería que mi madre supiera que su hijo era más romántico de lo que ella pensaba.

Nos subimos al coche y emprendimos la marcha a casa de mi madre.

-Matt. Tengo que decirte algo.

-Lo que quieras.

-Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de la navidad. Enserio. Es mi época del año favorita. Pero cuando estaba en mi casa, nos limitábamos a cenar. Venían algunos amigos de papa después de la cena. Nos dábamos los regalos y ahí acababa nuestra cena de nochebuena. Contigo es distinto. He recuperado mi ilusión. Antes, en casa, he sentido toda la ilusión que tenía cuando era niña. De verdad, gracias.

-No tienes por qué agradecerme nada Al. Tú también me has devuelto la ilusión. Bueno, en realidad has hecho que tenga ilusión, ya que yo la perdí hace muchísimos años. Nosotros nunca hemos hecho nada especial. Mamá y yo cenábamos pizza el día de nochebuena, después yo salía hasta las tantas y ella se quedaba sola en casa. Y ahora, voy a tener una cena de navidad como dios  manda. Eso sí es motivo de agradecer. Dicen que la navidad es para pasarla en familia y con las personas que quieres. Y yo no puedo pedir mejor compañía esta noche.

Continua a leggere

Ti piacerà anche

146K 6.6K 68
tus amigos llevaron a un amigo a tu casa desde ahi se conocen y pasar de los dias se van gustando
201K 9.8K 54
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...
177K 7.7K 28
Katy odia a Pablo, y Pablo odia a Katy. Por cosas de la vida sus madres son mejores amigas y los han obligado a convivir juntos desde pequeños, ¿que...
674K 29.2K 46
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...