Nene disparó un Slash Harken para bloquear la potente llamarada que SkullPhoenixmon intentó usar para atacar la guarida de Lloyd. El arma del Gawain volvió a su sitio mediante el cable negro que tiró de él, llevándose consigo uno de los huesos que conformaban el cuerpo de la bestia. La chica utilizó hábilmente los controles para tomar ese hueso con las manos del robot, utilizándolo como un mazo con el que asestó un fuerte golpe en la mandíbula del enemigo. Soltando un silbido, SkullPhoenixmon retrocedió. Nene condujo entonces al Gawain hasta situarlo frente al sitio donde sus amigos se resguardaban. Extendió los brazos del robot hacia ambos lados pretendiendo ser un escudo y aferró los controles con tal fuerza que sus dedos se tornaron de color blanco. La adrenalina corría por sus venas. Hacía tiempo que no se sentía tan viva. Los dos Gloucester piloteados por Oggi y Diethard se situaron a cada lado del Gawain, totalmente listos para defender a los demás miembros del equipo. SkullPhoenixmon se preparó también para atacar, dejando al descubierto la presencia de quien iba sobre su lomo. Una chica ataviada con una camiseta amarilla, jeans y un distintivo sombrero de color azul.
—Nene —habló Zero desde su asiento—. Es la misma chica que nos atacó en la Torre Oscura, en la Zona Bosque.
—Estoy segura de haber visto su rostro también en los expedientes que Shinyuga consiguió en los dominios de Arukenimon —respondió la chica.
—Sea quien sea, debemos evitar dañarla —decidió Zero—. Ella podría sernos de utilidad. Así esté aliada con Clarisse Okada o sólo sea víctima de la manipulación de esa mujer, no podemos permitir que más DigiDestinados perezcan.
Nene asintió y Zero procedió a accionar su intercomunicador, para decir:
— ¡D1! ¡D2! ¡La chica que va sobre esa bestia es nuestra prioridad! ¡Ella no debe salir herida!
— ¡A la orden, Zero! —respondieron ambos y los Gloucester se pusieron en marcha, rodeando a SkullPhoenixmon para atacar desde ambos lados.
Sin embargo, los disparos de las ametralladoras no pudieron impactar a su objetivo. El Digimon se elevó en los aires, siguiendo las instrucciones de su jinete. Batió sus alas con fuerza, creando una corriente de aire lo suficientemente potente como para hacer que los Gloucester fuesen empujados por ella. Oggi y Diethard lucharon para contrarrestar la fuerza del viento, sólo consiguiendo que los Knightmares comenzaran a cosechar algunas abolladuras a causa de la fuerza con la que eran empujados. Nene decidió actuar entonces, aunque hubiese preferido hacerlo una vez que SkullPhoenixmon se encontrara distraído. Accionó el acelerador para que el Gawain se aproximara a la bestia y presionó al azar uno de los botones que Lloyd había instalado. Al hacerlo, el Gawain transformó su brazo derecho en un lanzagranadas que poseía un alcance impresionante. Los explosivos fueron a impactarse contra las alas de SkullPhoenixmon, desprendiendo algunos huesos que cayeron en el suelo. La chica del sombrero azul levantó su Digivice, que se había tornado de color rojo para hacer juego con el brillo del Emblema que llevaba al cuello. El Digivice dejó salir un resplandor de color negro que rodeó el cuerpo del siniestro Digimon de huesos, regenerando así todas sus heridas. Los huesos perdidos volvieron a surgir y las fuerzas de la bestia se duplicaron. Soltando un rugido, SkullPhoenixmon embistió al Gawain. El Knightmare pudo haber caído, de no ser por la habilidad de Nene para manejar los controles. Nene disparó de nuevo el lanzagranadas, impactando el cuello de SkullPhoenixmon. La bestia pudo recuperarse y contraatacó con una potente llamarada. Instintivamente, Nene accionó otra de las nuevas funciones. Cuando presionó el botón, el Gawain levantó ambos brazos por sí mismo e hizo aparecer un escudo de energía entre ambos. La llamarada de SkullPhoenixmon no pudo dañar al Knightmare. Atravesando la nube de humo, el Gawain embistió a la bestia y disparó de nuevo los Slash Harkens. Los cables de ambos se enroscaron alrededor del cuello de SkullPhoenixmon, arrancando de nuevo un par de huesos. El Digimon embistió al Knightmare y aleteó de nuevo para crear una ventisca. Los Gloucester volvieron al ataque, disparando con sus ametralladoras hacia las alas del monstruo. Nene no tuvo que esperar a que Lelouch lo dijera para darse cuenta de que lo único que necesitaban era deshacerse de las alas de SkullPhoenixmon. Colocó un dedo sobre el botón que accionaba el cañón de Hadrones, pero se detuvo en el último momento. Si disparaba, entonces la chica del sombrero azul también perecería. Mordió su lengua y optó por tirar de una palanca que accionó un lanzador de misiles oculto en la espalda del Knightmare. Los misiles fueron a impactarse contra las alas de SkullPhoenixmon, derribando a la bestia por un breve instante. Todos presenciaron el momento en el que la cúpula de luz púrpura apareció alrededor del cuerpo de SkullPhoenixmon, siendo invocada por la energía oscura que emanaba del Digivice de la chica del sombrero. El Digimon volvió a levantarse, totalmente recuperado, y se elevó en los aires soltando un potente rugido. Nene elevó al Gawain igualmente, persiguiendo a SkullPhoenixmon que en ese momento se dirigía directamente hacia el refugio de Lloyd.
Decidida, y a sabiendas de que los Gloucester no podían seguirle el paso, Nene decidió hacer uso de la artillería pesada. Lelouch sólo pudo aferrarse con fuerza a su asiento. Sonrió complacido y con un dejo de malicia. Nene no necesitaba recibir instrucciones. Estaba en su elemento.
— ¡Zero! —exclamó ella cuando finalmente situó al Gawain frente a SkullPhoenixmon y contuvo al Digimon con ayuda de un par de Slash Harkens que sujetaron el cuerpo de la bestia—. ¡Necesito que salgas y detengas a ese Digimon! ¡Usa tu Geass, de la misma forma que hiciste en el Digimundo!
El muchacho asintió y bajó de su asiento para salir a través de la compuerta que Nene abrió tras presionar un botón. Zero saltó sin problemas hasta uno de los brazos del Knightmare, que Nene movió lentamente para dejar a Lelouch en la posición correcta. El muchacho entonces realizó el movimiento estilizado con su brazo y exclamó:
—Lelouch vi Britannia te ordena... ¡Parar!
El Geass hizo efecto sin necesidad de torturar a Lelouch. El cuerpo de SkullPhoenixmon fue rodeado por energía estática, paralizándolo por completo. Nene utilizó un último Slash Harken para derribar a la chica, que cayó al suelo causando la aparición de un cráter anormal. El cañón de Hadrones del Gawain se activó entonces, impactando de lleno del Digimon hecho de huesos y reduciéndolo a Datos. La información de la bestia, sin embargo, no pudo ir a ningún sitio. Tan sólo permaneció suspendida en el aire hasta que terminó por desaparecer. Pero aún a pesar de que la batalla había terminado, algo en el interior de Nene causó que ella no pudiese soltar los controles tan fácilmente. Un mal presentimiento tan fuerte que fue imposible de ignorar.
El Gawain aterrizó y Nene bajó del Knightmare al mismo tiempo que Lelouch daba un salto para llegar a tierra firme. Ambos compartieron una mirada antes de dirigirse al cráter, mismo que en esos momentos ya estaba siendo inspeccionado por Oggi y Diethard. Al colocarse en el borde, Nene y Lelouch pudieron descubrir que la chica del sombrero azul había desaparecido, dejando consigo un único objeto diminuto.
Un pendrive de color negro que emanaba humo.
Lelouch fue quien tomó la iniciativa para bajar al cráter y tomar el pendrive, descubriendo que el objeto estaba tan gélido como un témpano de hielo. Cortó un trozo de tela de sus ropas para poder sujetarlo. El humo que emanaba el objeto tenía el olor del azufre.
— ¿Qué es? —urgió Nene.
La respuesta de Lelouch fue tajante.
—Volvamos con Lloyd. Ahora.
Los rayos de la luna llegaron para alumbrar la mazmorra a través de una diminuta rendija. La luz fue suficiente para hacer que los cristales resquebrajados de las gafas de aviador centellearan. El muchacho moreno tenía las muñecas atadas por encima de su cabeza, con cadenas que le causaban severas heridas. Los hilos de sangre corrían. De su cuerpo, a pesar de sus heridas, no emanaba ninguna partícula brillante. No había más Datos que consumir. De alguna manera supo que cualquier daño que sufriera sería definitivo. Una voz desconocida resonó en su cabeza.
Si mueres aquí, será real.
No supo la razón por la que asoció esa voz con un muchacho pelirrojo. Un muchacho experto en la computación. Lo conocía sin saber que así era, sin poder entenderlo del todo. Sólo supo que la voz tenía razón. Y tenía que evitar que esa realidad lo alcanzara.
Un hilo de sangre brotó de las comisuras de sus labios cuando la prensa de cuero volvió a impactarse contra su espalda. Agachó el rostro y respiró agitadamente. Resistió el dolor. En su rostro seguía reflejándose ese coraje tan típico de él. Un Héroe Legendario nunca se rendiría tan fácil. Especialmente él.
Sintió que el demonio se movía, aunque no pudo verlo. El breve momento de pausa le dio al muchacho la oportunidad de recuperar el aliento. Su espalda entera, bañada en sangre, dejó salir una fuerte punzada de dolor.
—Resistes bien los golpes —comentó el demonio avanzando hacia él para situarse frente a sus ojos—. Pareciera que intentas ocultar algo con tu silencio... ¿Es así?
El muchacho se mantuvo en silencio. Miró con ira al vampiro y prefirió dejar que la propia paranoia de su enemigo actuara por sí misma. Lo único que consiguió fue recibir un fuerte puñetazo en el estómago que le robó el aliento. Myotismon lo toó por la barbilla y obligó al chico a mirarlo de frente de nuevo.
—Sabemos bien que ellos no están en el Mundo Digital —le espetó el vampiro—. Y también sabemos a quién intentas proteger.
—Si tanto sabes, ¿por qué me tienes aquí?
—Puedo matarte en cualquier momento.
—Me necesitas vivo.
Otro puñetazo. Taiki deseó poder doblarse de dolor.
—Cualquier DigiDestinado capaz de hacer la Súper Evolución es una amenaza para nosotros —siseó Myotismon—. Vas a decirme lo que quiero saber, o tendré que matarte ahora. ¿Dónde está la portadora del Xros Loader naranja?
La respuesta de Taiki no tuvo ningún ápice de duda.
—Mátame entonces, porque no voy a decírtelo.
El látigo se impactó contra su rostro, para luego caer al suelo cuando Myotismon decidió partir sin decir más. Un hilo de sangre corrió por el corte abierto en la mejilla del muchacho. Una lágrima se adentró en la herida. Cerró los puños con fuerza y, aprovechando su soledad, intentó liberarse de nuevo.
Akari estaba en peligro. No podía darle la espalda.
Cuando Nene y Lelouch entraron de nuevo en la bodega de Lloyd, fueron inmediatamente recibidos por Nunally. La pequeña acudió en busca de su hermano para asegurarse de que él se encontraba en perfectas condiciones. Lelouch tan sólo le sonrió para tranquilizarla un poco y siguió su camino, pasando entre la multitud que lo rodeo. Ignoró olímpicamente las preguntas de Kira y los comentarios de Tagiru, centrando su atención solamente en el hombre que se encontraba sentado frente al ordenador, con el Xros Loader de Akari conectado mediante un puerto USB oculto. Lloyd giró en su silla para recibir al muchacho de los ojos púrpura. El silencio fue total en cuanto Lelouch entregó el pendrive, diciendo demandante:
—Tenemos que ver lo que hay aquí dentro.
Lloyd tomó el pendrive entre sus dedos, ignorando por completo la desagradable sensación de frío. Lo examinó desde todos los ángulos posibles y finalmente, preguntó:
— ¿De dónde lo han sacado?
—Apareció en el lugar donde debía estar el cuerpo de la chica que controlaba a ese monstruo —explicó Zero.
— ¿Ella se encuentra bien? —preguntó Kira.
—Desapareció —respondió Nene—. Y vencer a SkullPhoenixmon no fue difícil.
—Es posible que esa chica haya venido aquí con la única intención de entregarnos el pendrive —dijo Zero—. Quizá contenga información, un mensaje para nosotros o...
—O un virus —completó Zoe con firmeza.
—Podría ser una trampa —secundó Yuu.
—Con el DigiLector de Clarisse en nuestro poder, ninguna de sus trampas podrá atraparnos —comentó Kira—. Debemos saber lo que hay en ese pendrive. Podría ser incluso un mensaje de nuestros amigos.
Resuelto, Lloyd conectó el pendrive al ordenador. Esperó sólo dos segundos hasta que una ventana apareció en la pantalla. Un espacio para escribir una contraseña.
El pesimismo cubrió a todos los presentes. En definitiva, algo importante estaba oculto en ese pendrive.
—Intenta con Digimundo —propuso Nene.
Lloyd lo hizo.
Contraseña incorrecta.
—Mundo Digital —propuso Zero.
Contraseña incorrecta.
—Pandemonio —propuso Zoe.
Contraseña incorrecta.
—Ophanimon —propuso Kira.
Contraseña incorrecta.
El grupo intercambió miradas.
Un mal presentimiento se apoderó de Nene.
—Lloyd, ¿cuánto tiempo más tardarás en reparar los Xros Loaders? —exigió saber la chica.
El hombre se encogió de hombros y suspiró.
—No es una tarea sencilla —dijo—. Me tomará un par de días.
—Un par de día podrían ser suficientes para que nuestros amigos perezcan —comentó Kira—. El tiempo en el Mundo Digital transcurre de manera distinta. ¡No podemos seguir perdiendo el tiempo!
—Seguimos atorados en esta realidad mientras no podamos volver —le recordó Akari.
—Hemos venido aquí por una razón —dijo Zoe—. Quizá hay algo en este mundo que debe resolverse.
—Una Torre Oscura, ¿tal vez? —propuso Airu.
—Sea lo que sea, sin los Xros Loaders estamos indefensos —dijo Tagiru—. Los únicos que pueden pelear son Nene y Lelouch. Los demás no podemos pilotear esas máquinas.
—Lloyd dijo que en un par de horas el portal estaría abierto —les recordó Nene—. Si llevamos el pendrive con nosotros...
—No vamos a perder esta oportunidad —decidió Zero—. Mientras el portal se abre, debemos volver para reunirnos con Schniezel.
—Sería peligroso separarnos —se negó Kira.
—Ustedes estarán bien aquí —aseguró Nene—. Nosotros tenemos que acudir a esa reunión. Hay... Hay cuentas pendientes que deben ser saldadas.
—Lloyd —dijo Zero mirando al hombre—, abre el portal. Llámanos cuando esté listo.
El aludido asintió y volvió a lo suyo. Zero y Nene, sin decir más, se alejaron del grupo y se dispusieron a salir de la bodega siendo escoltados por Diethard y Oggi. Se detuvieron al cabo de un momento, cuando escucharon los pasos de Lloyd y la voz del hombre que exclamaba:
— ¡Necesitarán esto!
Les lanzó un localizador que Nene consiguió atrapar. Zero agradeció asintiendo con la cabeza y ambos continuaron con su camino. Al salir, Cecile cerró la puerta y se dirigió al ordenador para ayudar a Lloyd con la tarea de acceder a la información dentro del pendrive. Los Xros Loaders quedaron en el olvido y una gran sensación desoladora se apoderó de todos y cada uno de ellos cuando el motor de un auto se escuchó afuera, alejándose de la bodega. Nunally se abrazó a sí misma y Tagiru acudió al instante, consolándola entre sus brazos. Kira sólo recargó su espalda en un muro y echó la cabeza hacia atrás, pensando que cada segundo era más eterno que el anterior. Sólo pudo pensar en Katsura y en Takuya, en Natsumi y en Miyu. En que Cheepmon estaba atrapado en su DigiLector. Vio a Yuu intentando evitar que Airu volviera a atraparlo. Lloyd y Cecile trabajaban arduamente sin fijarse en que la chica de los ojos marrones estaba desmoronándose. Miró su Emblema. El símbolo brillaba como nunca antes. Suspiró con pesadez, llamando la atención del hombre de las gafas redondas.
—Abajo pueden tomar un baño para relajarse. Aquí arriba no hay nada que ustedes puedan hacer.
—Yo los llevaré —propuso Cecile levantándose de su asiento—. Síganme.
El grupo obedeció en el acto. Airu se mostró en extremo cooperativa cuando comprendió que la propuesta de Cecile derivaría en la oportunidad de ver lo que Yuu ocultaba debajo de esa camisa amarilla. Kira arrastró los pies para seguirlos, queriendo confiar en que un buen baño era lo único que necesitaba para sentirse un poco mejor. Se detuvo, sin embargo, cuando se dio cuenta de que Zoe miraba algo en la pantalla de su teléfono. La expresión de angustia de la dueña de los DigiSpirits del viento fue suficiente para que Kira supiera que algo grave había pasado.
— ¿Hay cobertura? —preguntó.
Zoe la miró, sobresaltada, y negó con la cabeza tras un par de segundos. Esperó a que Kira hubiese seguido su camino para releer el mensaje de texto que acababa de recibir. Una amenaza a la que habían adjuntado una fotografía del D-Scan de Takuya, con la pantalla quebrada.
Tierra Miel
Ven sola
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