Hola hermosa criaturas.
Capítulo dedicado a la bella: @YossraPayne
Amelie en multimedia, ¿o soy yo o la pequeña Mckenzie Foy se parece a Lily?
Capítulo 47.
I just wanna look good for you...
Sábado.
Tuvimos que repetir exactamente lo mismo que el día viernes. Me sorprendió tanto la cantidad de personas que habían acudido, se podía decir que habían más que el día anterior. Solo hubo un inconveniente: no habían tantas chicas dispuestas a participar en la subasta, ya sea por tener parejas o por simple dignidad. Lo que reducía todo a diez chicas. Entre las cuales se encontraba Zoe, Sarah, Eleonor, Alice, Ann (la cabecilla de las porristas), Charlotte (que lo hacia por cumplimiento a la apuesta que había hecho con Nicholas). Ann había convencido a otras miembros del equipo, sin embargo, diez seguía siendo muy poco, si queríamos recaudar mucho dinero; tomando en cuenta que ya no contábamos con los pasteles de Eleanor y Louis ni con las galletas de las hermanitas de Edward. Solo teníamos el refrigerio básico. En conclusión, ahí estaba yo, apunto de ser subastada a la comunidad estudiantil del Wesley. No se me ocurría nada mas vergonzoso que estar parada allí como una estatuilla, mientras Sarah quien me había sustituido, me anunciaba animadamente. Ni siquiera tengo la certeza de que alguien quiera apostar por mi. Cerré los ojos momentáneamente, cuando mi amiga da por comenzada la subasta por mi.
Escucho las voces masculinas, pero no soy capaz de mirar los rostros de aquellos que apuestan. Tengo la esperanza de que Edward tenga un poquito de sentido común y de una buena apuesta por mi. Soy su novia ¿no? Al menos tiene que hacer eso. Yo lo hubiera hecho por él si contara con el dinero.
Entonces una idea se cruzó por mi cabeza ¿y si él no apuesta por mi, porque se supone que yo no aposté por él? ¿Y si se fue con Amanda por venganza? ¿Y si su sed de venganza no se sacio con eso y quiere verme con un chico horripilante y pervertido adrede?
¡Oh santo cielo! ¿qué hice?
- Vendida.- dijo Alice, haciéndome volver a la tierra. ¿Qué ha sucedido?
La miro desconcertada en busca de una respuesta, ella solo me dedica una sonrisa y lanza una miradita al público, que no se muy bien cómo interpretar, sin dar muchos rodeos miré a la dirección que ella lo hacía.
Uh- oh. ¡Qué me parta un rayo ahora mismo! Que alguien me diga donde esta la puta cámara escondida. Esto no puede ser cierto.
- Vamos niñata, hice un largo viaje solo por ti.- extendió su mano hacia mi.
¡Diablos! Esto si no lo vi venir.
- No.- dije y mi voz sonó mas firme de lo que pesaba. Bien.
- ¿Como que no?- Ethan alzó una ceja- Baja ya de ahí, no me hagas perder el tiempo.
- De ninguna manera.- me giré alterada hacia Alice en busca de salvación pero esta solo se alzó de hombros- Alice.- supliqué.
Me tomó de ambos hombros y me zarandeó un poco.
- Piensa en el baile, piensa que tendremos el mejor baile.- repetía como si quisiera hipnotizarme.
- ¿Estas demente?- estaba empezado a colapsar- ¿Es que no sabes quien es ese?
- Si, pero no está contra las reglas.- frunció los labios para evitar que la sonrisa se apoderara de su rostro, el mismo rostro que ahora quiero golpear- Piensa en los mil quinientos billetes.
- ¿Qué mil...?- empecé a balbucear, pero de pronto mis ojos se abrieron como platos- ¿Acaso él?- no fui capaz de terminar la frase.
- Así es.- esta vez Alice no se molesto por ocultar su sonrisa- Fuiste la mas cara.
Rodé los ojos.
- ¿Y Edward?- sentía que me iba a desmayar en cualquier momento.
- Se quedo en los mil.- se encogió de hombros.
- ¡Demonios!- exclamé.
- Esa boca.- me reprendió- Ahora date la vuelta, sonríe y ve con él.
- Jamás.- me alcé contra ella y le arrebaté el micrófono- Se le hará una devolución del dinero.
- ¡No!- gritó Alice al tiempo de que el chico se cruzaba de brazos.
- Baja ya de una vez.- miré a su dirección parecía impaciente y molesto.
Apreté la mandíbula lo mas que pude, bajando levemente cada uno de los peldaños de la escalera, esto era ridículo, me sentía ridícula.
- ¿Ya terminaste?- habló Ethan pero solo lo entendía como pequeños balbuceos de su parte.
Me tendió su mano nuevamente pero la rechacé.
- No seas grosera, debes tratarme como se debe.- jodido imbécil.
- ¿Por qué lo has hecho?- grazné mas que molesta, estaba delirante.
- ¿Y por que no?- me sonrío divertido pasando su brazo por mis hombros.
Traté de zafarme pero su agarre se intensificó y me atrajo mas a su cuerpo.
- Suéltame.- dije entre dientes.
- Shh.- me meneo un poco y me condujo hacia la taquilla donde efectivamente pago la generosa cantidad que Alice había mencionado.
- Aleja tus sucias manos de mi novia.- el gruñido y lo potente que sonó su voz, me provocó un escalofrío.
- Mira niñata.- me giró bruscamente para poder ver a Edward- Dile a tu novio que no puede hacer nada.
Edward dio un paso hacia delante quedando significativamente cerca de Ethan y de mi.
- Dile.- Ethan insistió, esta vez acercándose a mi oído-, dile que esta vez serás solo mía.
Edward aparto a Ethan de un jalón, di un salto de respingo cuando Ethan se abalanzó de vuelta hacia Edward.
No otra vez. Un grupo de personas corrió hasta nosotros, pero uno sobresalió.
- Miren a quien tenemos aquí.- gruñó Zayn entre dientes, tomando a Ethan por el cuello de su camiseta, logrando que soltara a Edward.
- Otro hijo de...- Ethan no termino de soltar la blasfemia ya que el puño de Zayn había impactado contra su nariz.
En honra buena, Zayn y Edward estaban trabajando en equipo, sí, masacrando a un chico.
- Basta, basta chicos.- entre varios lograron pararlos. Ethan estaba hecho un lío.
- Podrán golpearme todo lo que quieran par de imbéciles.- Ethan escupió, dejando una mancha roja en el césped- Pero no impedirán que ella este a solas conmigo.
Se giró no sin atentes girarse y susurrar hacia mi.- Prepárate.
Edward me miró de soslayo y se quitó bruscamente la mano de Zayn que reposaba sobre su hombro derecho. Zayn por otro lado negó frunciendo el entrecejo marchándose.
¿Qué le sucede a los hombres?
Houston tenemos un gran problema, repito un gran problema.
* * *
Lunes, Monday, Lundi.
Es lo mismo: el inicio de la rutina.
- Tengo planeado hablar con él.- miré mis uñas color azul.
- Aprovecha y háblale acerca de Derek
- Hablando de eso.- muerdo mi labio inferior nerviosa.
- ¿De que me perdí?- alzó sus cejas.
- Viene hoy.
- Vaya.- suspiró-, era en serio cuando dijo que quería recuperar el tiempo perdido.
- No seas insensible. Viene con Amelie.
- ¿Tu hermana?.- los ojos de Alice casi se salen de sus órbitas.
- Si.- dije casi sin voz.
En el almuerzo todos hablaban de lo mismo. Jared había reprobado el examen de matemáticas y le asignarían un tutor, eso hizo que fuera el blanco para las bromas, pero estaban siendo crueles. Luego fue el tema de la subasta- no era que me sorprendiera, la verdad-, pero estaba tratando de evitarlo. Las cosas habían quedado así: El orgullo de Harry jamás iba a permitir que Alice se fuera con otro chico; para Louis era suficiente saber que Eleanor ya tenía una cita con Allen Jamison, así que no permitió que otro chico se acercara; Sarah sorpresivamente se fue con Matthew; Zoe se fue con uno de los miembros del equipo; Charlotte con un chico tímido de la clase- eso fue extraño-, pero la que se había ganado el premio fui yo. Ethan el ridículo quarterback de la institución rival ¿qué podría ser peor? Ah si. Que el muy psicópata, quiere descargar su venganza contra mi.
- Hola.- una sonriente Zoe se plantó frente nuestra mesa.
- Miren que belleza.- suspiro Jared al mismo tiempo que Alice golpeaba su hombro.
- Me gustaría hablar con ustedes, ____________ y Alice.- alcé una ceja y me levanté cuidadosamente.
- ¿Si?- dije una vez que nos encontrando separadas del bullicio que se había formado en la mesa.
- Tengo una idea para la recaudación de fondos.- dijo orgullosa de si.
- Te escucho.- Alice se cruzó de brazados con interés.
- Las chicas y yo podríamos lavar autos.
Tal vez mi cara demostró mas expresión de lo que espera, porque Zoe se apresuró a decir.
- A sido una mala idea, lo siento yo solo quería...
- No, no, no.- me apresuré a decir-, no me parece tan mala idea, en realidad.
Zoe pareció adquirir su carisma nuevamente.
- Vaya, esto si no me lo esperaba.- dijo Alice- Bueno yo estoy de acuerdo, siempre y cuando no parezcan unas mujersuelas, por no decir la palabra que empieza por "p".
- Oh no deben preocuparse por nada. Gracias por dejarme participar en esto.- alzó sus brazos como lo hace las prácticas de animación y salió corriendo.
- Será como en las películas.- sonreí malévola.
- Estoy de acuerdo contigo.- ambas chocamos palmas.
Idiomas era la mejor clase para ver a la ultima hora: fácil y no era tan fastidiosa como las demás. Cuando la clase terminó, me dispuse la misión de alcanzar a Edward antes de perderlo entre la multitud de estudiantes, pero al darse cuanta que lo seguía, camino más rápido hasta desaparecer, bufé con frustración y caminé hasta mi auto. Me encontraría con Derek en el restaurant de comida italiana.
Estaba tan aterrada, conoceré de lleno, a mi otra familia, la familia que mi padre ocultó por tantos años. Me siento como una chiquilla de nuevo y odiaba de sobremanera ese sentimiento de vulnerabilidad.
Llegue quince minutos antes, el tiempo suficiente para tratar de despejarme, pero como me fue imposible. Pedí una mesa cerca de la vidriera trasparente, y miré los transeúntes con sus vidas agitadas. Si no podía calmarme entonces debía fingir, actuar como si esto no me afectara tanto como lo hace. Entonces vi un taxi detenerse frente al cristal, y a Derek bajar de el, los latidos de mi corazón taparon mis oídos.
El chico esperó unos segundos hasta que una niña de cabello largo y castaño logro bajarse. Era considerablemente chica comparada a él, al ver su rostro sentí como si mi alma cayera al piso. Verla fue como si retrocediera en el tiempo unos once años atrás, al verla me veía a mi misma, levanté la vista para encontrar a Derek mirándome con una sonrisa tierna. Sentía mis ojos escocer. Derek y la pequeña desaparecieron de mi campo de visión para poder entrar al restaurant, segundos después los tuve frente a mi.
- ___________, te presento a Amelie.- sobó el cabello de la pequeña- Amelie te presento a __________, tu hermana mayor. Dile hola.
- Hola, ____________.- susurró con una dulce voz.
Amelie me sonrió, y una lagrima corrió por mi rostro. Era una pequeña niña hermosa.
Se abrazó a mis piernas, me congelé al instante y con dedos temblorosos acaricié su cabello. Me arrodillé para poder estar a su altura y poder apreciarla mejor; otra lagrima se deslizó por mi rostro. Ella me miró curiosa y colocó ambas manos en mis mejillas.
- ¿Por qué lloras?- ladeó su cabeza luciendo mas tierna de lo que ya era.
- Eres muy linda Amelie.- fue lo único que pude decir.
- Tu eres mas bonita.- dijo tomando una hebra de mi cabello entre sus manos.
- Te dije que se parecía a ti.- dijo Derek tomándome de los hombros- Te he extrañado.
Me abrazó y le correspondí al abrazo.
- Yo también.- posé mi cabeza en su hombro.
La comida estaba deliciosa, pero la verdad era que no podía apartar la vista a Amelie, me enteré que tenía seis años, que amaba los pasteles y mas si eran de chocolate, además de algo que hizo que se me congelara la sangre, la pequeña estaba empezando a tocar piano. Yo antes solía hacerlo, me encantaba, pero simplemente sentí que había dejado de ser buena o eso fue lo que pensaron todos cuando me salte varias notas en aquel recital.
- ¿Sabes?- la pequeña me miró con esos lindos ojos brillantes- Yo solía tocar el piano.
- ¿De verdad?- sonrió- ¿Podemos tocar juntas?
Derek sonrió fascinado, al ver los ojos resplandecientes de ilusión de Amy me sentí culpable de haberlo mencionado.
- Eh, quizás algún día.
- ¿Puede ser hoy?- reí ante su ocurrencia.
- Doné mi piano en una subasta, lo siento.- me encogí de hombros.
- ¿Por qué?- esta vez fue Derek quien pregunto.
- Ocupaba mucho espacio en mi sala.
Derek se fue después del almuerzo, su padre, nuestro padre no sabía que estaban aquí, por lo que debían regresar ahora. Manejé por la húmeda carretera, aun caía una pequeña llovizna, no fui a casa, bajé de auto mojándome un poco, toqué la puerta hasta que Rose me abrió. Edward no esta en casa, pero lo cierto era que no había venido a verlo a él. Caminé por la sala, hasta el viejo piano, mi viejo piano. Pasé las yemas de mis dedos por la madera oscura y lisa y cerré los ojos mientras me transportaba a aquellos momentos donde sólo éramos el y yo. Saqué la silla y levando la tapa, me permití acariciar las teclas y sonreí. Cerré los ojos y deje que mis dedos fueran los que dancen entre las notas como solían hacerlo antes, ya no importaban los años sin practicar. Era como si mis dedos pensaran por si solos y se movían con agilidad y rapidez haciéndome sentir la música, haciéndome sentir en el aire otra vez.
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Un capítulo de relleno pero crucial.
¿Vieron el trailer? 👯😱
El próximo capítulo será dedicado a la persona que me diga que es lenguaje Tico de verdad quiero saberlo.
️Espero que la vida le esté tratando bien. Chaito.
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