¡Hey, hola! ¡Los extrañé!
La canción que les dejo en multimedia, The Heart Ask for Pleasure First de Nightwish, es la que canta Nene al principio del capítulo. ¡Que lo disfruten!
—Silent night surrounding me... On the shore of wistful sea... My kindest heart made me believe... The world as I wish it to be...
El sepulcral y gélido viento de la muerte parecía propagar el eco de la voz de aquella hermosa chica que cantaba con voz modulaba desde lo alto de una montaña de escombros. Las dos coletas que brotaban de su cabeza se agitaban cuando las corrientes de aire chocaban contra ella. Parecía estar mirando hacia el horizonte, aunque en realidad no estaba dirigiendo su mirada hacia ningún sitio en específico.
—Wind in the wheat... Kiss by a heart... Little hideaways for a lonely heart...
Miró hacia el lado izquierdo, donde aquella chica rubia intentaba encontrar al menos un poco de cobertura en su teléfono celular. A un lado de la chica rubia, se encontraba aquella pelirroja que se abrazaba a sí misma e intentaba recobrar la compostura. Nadie podía culparla. ¿Quién podría estar tranquilo tras haber visto su propia tumba?
—Cast away in beauties gloom... The good in me, the child within... A cruelest heart made me forget... The worlds as I wish it to be...
Dirigió su mirada hacia el lado contrario y descubrió que el enérgico muchacho castaño intentaba ayudar a que la pequeña chica de las piernas temblorosas pudiese bajar de la montaña de escombros donde había decidido sentarse. Allí también se encontraba una chica de largo cabello negro y cálidos ojos marrones, quien miraba con el entrecejo fruncido un pequeño dispositivo de color negro similar al que ella utilizaba para hacer que su compañero digital alcanzara un nuevo nivel de Digievolución.
—Home inside, but lost for life... Human heart longing for love... Slave to the toil, this mortal coil... The strife the suffering, the void...
Miró en dirección al poniente, donde su hermano menor intentaba mantener a raya a aquella insistente y adorable chica rubia que quería estar siempre cerca de él. Supo al instante que todo era más grave de lo que parecía, pues la chica rubia que perseguía a su hermano menor tenía dificultades para caminar correctamente. Le era imposible apoyar su peso en el pie derecho. Sus botines de color blanco ya habían cosechado un par de manchas de sangre.
—Wind in the wheat... Kiss by a heart... A dead calm winter morn... Morning birds and a smile of a stranger... Frozen moments in time... Little hideaways, the marrow of life... Little hideaways for a lonely heart...
No se inmutó cuando escuchó los pasos que se acercaban a ella. Tan sólo sintió aquella mano que se cerró sobre la suya, misma que le dio un fuerte apretón, y silenció su canto para escuchar la voz fría e indiferente del muchacho moreno que decía:
—Tu voz es lo único que le da un poco de luz a este momento tan oscuro.
Ella se giró lentamente para mirarlo y respondió con la misma indiferencia.
— ¿También tú puedes sentir toda esta tristeza que en estos momentos vuela alrededor de nosotros?
— ¿Tristeza?
—Sí. Tristeza. Es el rastro que esta destrucción ha dejado aquí. ¿Crees que haya sobrevivientes?
—Por supuesto que debe haber alguien con vida. Lo contrario sería imposible.
Ella dejó salir un triste suspiro.
—No podemos quedarnos en este lugar para siempre —dijo ella al cabo de un momento—. Debemos buscar un sitio para descansar.
—Quizá aún hay algo dentro de los escombros de la mansión —propuso él—. Entremos. Ya después pensaremos un plan.
Ella asintió y bajó de la montaña de escombros con ayuda del muchacho. Se acercaron ambos a sus amigos y de inmediato fueron abordados por la chica rubia que buscaba cobertura en su teléfono móvil.
—No hay cobertura —informó la chica—. Pareciera que estamos varados a mitad de la nada.
—Los efectos del Pandemonio de Bagra parecen actuar de la misma forma que el Data Breaker de Mastermon, a una escala colosal —dijo la chica de los ojos marrones—. Impide el funcionamiento de los aparatos electrónicos.
En su voz aún podían escucharse los vestigios del llanto.
— ¿Qué tienes en las manos? —preguntó Zero.
Kira le mostró el dispositivo de color negro.
—Apareció aquí, junto con nosotros —explicó la chica—. Es un DigiLector. Le pertenece a Clarisse.
—Deberíamos destruirlo —propuso Akari—. Así terminaríamos con esto de una vez por todas.
—Puede que nos sea de utilidad —se negó Zoe.
—Lo conservaremos por ahora —decidió Zero tajantemente—. Después de haber recuperado nuestras energías, decidiremos qué hacer.
—Entraremos a los restos de la mansión —informó Nene—. Allí estaremos más seguros.
—No podemos entrar ahí sin saber a quién le pertenece esta propiedad —dijo Yuu.
—Estamos ahora mismo en lo que solía ser el jardín de la Mansión Ashford —informó Nene—. Lelouch, Nunally y yo solíamos vivir aquí.
— ¿Mansión Ashford? —preguntó Airu dirigiéndole a Lelouch una mirada penetrante—. ¿Tu apellido no era Lamperouge?
—Mi apellido es vi Britannia —respondió Zero.
Nene se quedó sin palabras.
¿A eso se refería Lelouch con aquello que había dicho acerca de convertirse en maldad?
¿El primer paso era aceptar su título como heredero al trono del sacro imperio?
Fue necesario que Tagiru y Yuu utilizaran la fuerza bruta para derribar un gran trozo de concreto que bloqueaba el paso hacia la única zona de la mansión que aún se mantenía casi totalmente en pie. El grupo tuvo que atravesar una densa nube de polvo para poder entrar a la inmensa habitación. Era una cocina que parecía haber sido saqueada. Las cucharas, cuchillos y tenedores estaban desperdigados por el suelo, así como la vajilla destrozada. La nevera fue volcada. Un poco de leche rancia mezclada con jugo de naranja fermentado escurría por entre las rendijas que se formaban entre la puerta y el resto de la nevera. Las sillas de la barra del desayunador habían sido destruidas.
—Parece que alguien llegó antes que nosotros —dijo Kira.
—Pues es bastante probable que algún sobreviviente haya decidido entrar aquí para buscar provisiones —comentó Zero.
—Deberíamos asegurarnos de que el resto de lo que queda de la mansión está totalmente vacía —propuso Yuu.
—Iremos nosotros —dijo Nene tomando la mano de Lelouch—. Somos quienes conocemos mejor ese sitio. Ustedes quédense aquí y asegúrense de proteger a Nunally.
—Hermano...
Todo se detuvo en cuanto Nunally se acercó a Lelouch para evitar que el muchacho se alejara. Él sonrió, intentando transmitirle a su hermana un poco de confianza, pero lo único que consiguió fue que ella lo mirara con auténtica angustia.
—Estarás bien aquí, Nunally —dijo Lelouch—. No tardaremos.
Tagiru tomó a Nunally por los hombros para conducirla hacia un sitio seguro, mientras ella sólo veía a su hermano alejarse a través de lo que alguna vez fue un amplio pasillo.
Lelouch y Nene no podían pasear por lo que quedaba de la Mansión Ashford con tranquilidad, pues cada mínimo detalle les causaba una gran sensación de nostalgia. Fue casi como si sus propios pasos los hubieran conducido hacia aquella habitación, pues sin necesidad de pronunciar alguna palabra llegaron a su destino. Ambos empujaron la puerta, que terminó por desplomarse al no poder seguir sosteniéndose de sus ya bastante dañados goznes. Nene intentó ahuyentar la nube de polvo. Lelouch la atravesó sin mayor problema.
La habitación lucía casi idéntica a como ambos la recordaban, con la pequeña excepción de que uno de los muros había sido totalmente destruido. La cama y el armario, sin embargo, estaban intactos.
Nene dio un par de pasos hacia el interior de la habitación, deteniéndose al sentir que un par de cristales se resquebrajaban bajo sus pies. Se colocó en cuclillas y tomó un trozo del espejo que yacía roto en el suelo. Miró su reflejo. La imagen del Geass que brillaba incandescente en su ojo le hizo sentir un poco perturbada.
—Parece que hubo un bombardeo —dijo Lelouch dirigiendo una mirada hacia el muro derribado—. Esto sin duda ha sido provocado por un Knightmare.
—Si lo que dices es cierto, deberías alejarte de cualquier sitio donde ellos puedan verte.
— ¿Temes que nos encuentren?
—Suficientes problemas tenemos ya con este asunto de Clarisse Okada, como para además preocuparnos por lo que puedan hacer tus hermanos. O tu padre.
La expresión de Lelouch se endureció de golpe.
La simple mención de su progenitor fue suficiente para despertar en él aquellos sentimientos que él creía haber olvidado.
—Schniezel debe estar aquí, si es que el Pandemonio de Bagra no ha acabado con su vida —dijo Zero—. Tú dijiste que fue él quien llegó a este lugar luego de la última batalla contra Cornelia.
—Eso fue lo que dijo Suzaku.
—Tengo que verlo.
— ¿A Suzaku?
—A Schniezel.
Fue como volver al punto de partida luego de haber estado a pocos centímetros de llegar a la meta.
—Lelouch, no puedes hacer esto. No puedes dejar que tu ambición vuelva a cegarte.
—No quiero verlo por nada relacionado con mi madre —respondió Zero disgustado—. Tengo que salir de aquí e ir a buscarlo.
— ¿Qué te hace pensar que es seguro estar allí afuera? No sabemos lo que el Pandemonio de Bagra es capaz de causar. Además, no tenemos armas para pelear contra Britannia. Nuestros Digimon están demasiado exhaustos como para entrar en una batalla.
—En ese caso, vamos a la guarida de los Caballeros Negros. Tenemos que mimetizarnos con el entorno y buscar a los demás. Antes de hacer un plan, necesitamos respuestas. Si Schniezel no puede darnos explicaciones, alguno de nuestros viejos compañeros sin duda lo hará. Estamos atrapados en este mundo hasta que logremos encontrar una manera de volver al Mundo Digital.
— ¿Y qué pasa si no hay una manera de volver? ¿Qué pasa si hemos perdido?
—No perderemos. No tan fácil, al menos. Sólo necesitamos pensar en una nueva estrategia.
—Pues para mí es difícil hacerlo ahora. Estar aquí... Me evoca tantos recuerdos... Es difícil para mí ver que el Área 11 fue destruida.
—No esperaba menos de ti. Realmente te convertiste en una parte importante de mi mundo cuando llegaste. Por eso creo que podemos ir a buscar a nuestros compañeros. Si estamos los dos juntos aquí y buscamos a los demás... Al menos podremos encontrar un refugio con los Caballeros Negros. —Dirigió una mirada hacia el armario y la cama que seguían intactos y añadió, esbozando su cálida sonrisa y hablando con su voz amable—: En esta cama pasé las mejores noches y las mejores mañanas de mi vida... Aunque no fuera durante mucho tiempo.
— ¿Aún lo recuerdas? —preguntó ella repentinamente atacada por la nostalgia.
Ambos compartieron una sonrisa.
—Nunca podría olvidarlo —dijo él—. Incluso antes de que tú yo hiciéramos el amor por primera vez, esta habitación me causa mucha nostalgia. Fue aquí donde te confesé mis verdaderos sentimientos, creyendo que nunca me escucharías. Y fue aquí donde tú respondiste, aunque yo ya sabía lo que sentías por mí.
—Si yo no hubiera estado consciente en ese momento, nunca lo hubieras repetido frente a mí... ¿Cierto?
—No lo sé. En ese momento no lo comprendía. Jamás me había sentido así. Pero me alegra que lo hayas escuchado, pues no me habría gustado morir sin que tú supieras que me enamoré de ti más de lo que jamás había amado a cualquier persona.
Embelesada, ella acortó la distancia entre ambos y besó con delicadeza los labios del muchacho. Él devolvió el gesto, sintiendo que nada podía dañarlo mientras estuviese junto a su amada.
—Quizá deberíamos volver —dijo él sonriendo con picardía—. Los demás están esperándonos.
Ambos, tomados de las manos y con los dedos entrelazados, salieron al pasillo. Sin embargo, apenas pudieron dar un par de pasos pues de inmediato Lelouch fue golpeado con el mango de un arma que se impactó contra su cabeza y lo derribó.
— ¡¡Lelouch!!
Nene intentó ayudar al chico para que se incorporara, logrando poco éxito en ello. Lelouch estaba aturdido y de su sien derecha emanaba sangre profusamente. Él intento advertirle a Nene, pero la confusión del momento le impidió evitar que la misma arma golpeara a la chica. Ambos fueron arrastrados por dos hombres vestidos con ropas oscuras, que los trasladaron con violencia hasta lo que quedaba de la sala de estar de la destruida mansión. Lelouch intentó forcejear contra sus captores para luego poder liberar a Nunally, quien se encontraba atada de pies y manos. Nene hizo lo propio, pues quería evitar a toda costa que aquel otro sujeto siguiera apuntando a la cabeza de Akari con el cañón de su propia arma.
El grupo entero había sido capturado y sometido.
Nene, víctima de una bofetada que le hizo escupir sangre, cayó al suelo y no pudo evitar que sus captores ataran sus manos. Lelouch intentó utilizar su Geass, pero tanto él como Nene quedaron inutilizados en cuanto aquellos vendajes de color negro cubrieron sus ojos. Cayeron ambos al suelo, totalmente desarmados, y escucharon el golpeteo de los tacones de la persona que en esos momentos se colocó frente a ambos.
—Sabíamos que tarde o temprano regresarían... —dijo aquella mujer.
Nene no pudo reconocer la voz, pero para Lelouch fue como si no hubiese pasado el tiempo.
Villetta, pensó el chico.
—Ried —dijo la mujer—, amordaza a esos últimos y llévalos al auto. A Schniezel le gustará reunirse con ellos. Y tú, Kaname, encárgate de que los demás también sean trasladados. A Nunally Li Britannia llévenla con Cornelia.
La respiración de Lelouch se agitó en ese momento, pero poco podía hacer en aquellas condiciones. Nene fue la única capaz de razonar correctamente para darle sentido a las palaras de Villetta.
Ha mencionado a Ried y Kaname, pensó la chica. ¿Eso significa que...? ¿Diethard y Oggi están vivos?
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