C O N E X I Ó N | Omegaverse...

Oleh ladyxagh

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La mayoría de las personas sueñan en formar un lazo con su persona amada o en el mejor de los casos encontrar... Lebih Banyak

Prólogo.
Capítulo 1. Dragón blanco.
Capítulo 2. Demonios.
Capítulo 3. Dragón Blanco.
Capítulo 4. Demonios.
Capítulo 5. Dragón Blanco.
Capítulo 6. Demonios.
Capítulo 7. Dragón Blanco.
Capítulo 8. Demonios.
Capítulo 9. Dragón Blanco.
Capítulo 10. Demonios.
Capítulo 11. Dragón Blanco.
Capítulo 12. Demonios.
Capítulo 13. Dragón Blanco.
Capítulo 14. Demonios.
Capítulo 15. Dragón Blanco.
Capítulo 16. Demonios.
Capítulo 18. Demonios.
Capítulo 19. Dragón Blanco.
Capítulo 20. Demonios.
Capítulo 21. Dragón Blanco.
Capítulo 22. Demonios.
Capítulo 23. Dragón Blanco.
Capítulo 24. Demonios.
Capítulo 25. Dragón Blanco.
Capítulo 26. Demonios.
Capítulo 27. Dragón Blanco.
Capítulo 28. Demonios.
Capítulo 29. Dragón Blanco.
Capítulo 30. Demonios.
Capítulo 31. Dragón Blanco.
Capítulo 32. Demonios.
Capítulo 33. Dragón Blanco.
Capítulo 34. Demonios.
Capítulo 35. Dragón Blanco.
Capítulo 36. Demonios.
Capítulo 37. Dragón Blanco.
Capítulo 38. Demonios.
Capítulo 39. Dragón Blanco.
Capítulo 40. Demonios.
Capítulo 41. Dragón Blanco.
Capítulo 42. Demonios.
Capítulo 43. Dragón Blanco.
Capítulo 44. Demonios.
Capítulo 45. Dragón Blanco.
Capítulo 46. Demonios.
Capítulo 47. Dragón Blanco.
Capítulo 48. Demonios.
Capítulo 49. Dragón Blanco.
Capítulo 50. Demonios.
Capítulo 51. Dragón Blanco.
Capítulo 52. Calamidades.

Capítulo 17. Dragón Blanco.

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Oleh ladyxagh

Lan WangJi puede notar la mirada de reproche en los ojos grises del omega. Su alfa interno lo considera tierno por aquella reacción, aunque su rostro no lo exprese.

—Lan Zhan no puedo creer que le pusieras ese nombre a tu conejo—regaña Wei Ying mientras acaricia las largas y blancas orejas del animal. —¿WangJi? ¿En serio?

—¿Es un mal nombre? —interroga el Lan.

—No lo digo porque tu nombre sea feo—aclaró el omega—, pero es obvio que no te esforzaste por conseguirle un nombre propio. Al menos lo hubieras hecho más divertido, ¿qué tal pequeño A-Zhan o didi?

—Ridículo.

Está claro que alguien como Lan WangJi jamás le pondría ese nombre a un consejo. En realidad, ni siquiera iba a asignarle uno, pero QingXuan y Xie Lian habían insistido demasiado para que el Lan pudiera darle nombre a la pequeña criatura.

Al final Lan WangJi se rindió y terminó usando su mismo nombre para llamar al conejo. Además, en su defensa, tenía diecisiete años cuando le puso el nombre al pequeño animal, en ese momento parecía buena idea.

Los orbes dorados observaron como el omega acercaba su rostro a la rosada nariz del conejo mientras murmuraba diversas tonterías con referencia al "aburrido" nombre.

—A partir de hoy tú serás A-Zhan para mí—expresó WuXian sonriéndole.

Lan WangJi no dijo nada, sólo permaneció con su vista en el omega, admirando la belleza del menor y su hermosa sonrisa.

Wei WuXian por fin dejó ir al conejo, parecía satisfecho después de darle tanta atención. El omega se alejó del alfa y empezó a mirar las flores del jardín.

Los últimos días habían comenzado una especie de rutina, una donde se reunían antes del mediodía para ir al jardín y compartir un poco tiempo juntos, antes de que el alfa tuviera que retirarse nuevamente y seguir con su trabajo.

Lan WangJi había notado que poco a poco Wei Ying iba adaptándose cada vez más y más. Sumado al hecho de que Shi QingXuan y Xie Lian eran los encargados de vigilar al omega cuando el Lan no estaba.

Todo parecía demasiado perfecto para ser verdad... y por eso mismo Lan WangJi empezaba a sentir que algo no andaba del todo bien.

—Lan Zhan—llamó WuXian exigiendo su atención. —¿En qué piensas? Pareces distraído.

Lan WangJi no contestó, su única reacción fue desviar la vista. Con eso el omega supo que no obtendría ni una respuesta.

Wei WuXian se acercó y sonrió de lado. —¿Estás pensando en mí? ¿En lo hermoso que soy?

Hubo un aumento de feromonas en el ambiente, la dulce fragancia logró embelesar al Lan, causando que liberara su aroma como respuesta.

—Vamos Lan Zhan, no mientas—ronroneó WuXian—, sé que te soy irresistible. ¿O acaso estás imaginando cosas indebidas?

El omega estaba cerca, provocado deliberadamente a Lan WangJi.

—Wei Ying—advirtió el Lan tomándolo de una mano, su mirada era seria, casi peligrosa.

WuXian bufó: —Eres tan aburrido—contestó alejándose, brindando espacio al alfa para que respirara.

Lan WangJi pudo relajarse nuevamente, aún no lograba acostumbrarse a ese lado tan coqueto y desvergonzado del menor, quizás nunca lo haría, no mientras tuviera que restringirse tanto a sí mismo.

—Regresemos a la habitación—dijo el Lan mirando fijamente a WuXian.

El omega chasqueó la lengua no muy convencido. —¿Te irás ya?

—Mn. QingXuan pasará por ti más tarde.

Lan WangJi observó como la expresión de WuXian cambiaba; parecía como si estuviera en una especie de trance y se perdiera en sus pensamientos. Pero aun así el omega asintió de forma distraída y empezó a andar.

En el trayecto todo parecía normal, el omega hacía algunos comentarios burlescos queriendo terminar con el silencio, mientras tanto el alfa aguantaba sin reproches.

Una vez que llegaron a la habitación del alfa el menor entró y fue directo a la cama para dejarse caer. Lan WangJi dio un último vistazo antes de dar medio cuánta y tomar la puerta para marcharse.

—Lan Zhan—Wei Ying estaba con la mirada puesta en el techo. Lan WangJi frenó sus pasos y le miró. —Si lograra escapar... ¿volverías a buscarme?

El ceño del alfa se frunció ante esa pregunta, ese panorama desagradaba en sobremanera a su alfa interno. Perder a su omega no sería nada bueno.

—Sí. —Respondió el Lan sin dudar.

—Ya veo...—WuXian se incorporó y sonrió. —¿Lastimaría tu orgullo de alfa si lograra escapar?

—No mi orgullo—dijo Lan WangJi. Si perdiera a Wei Ying su orgullo como alfa sería de las últimas cosas en las que pensaría.

—¿No? ¿Entonces qué? ¿Tu corazón? —dijo con burla el menor mientras reía.

Lan WangJi sólo suspiró. —Te veo más tarde.

Sin esperar alguna clase de respuesta el alfa salió de la habitación y se marchó, no sin antes verificar que los dos guardias de turno estuvieran en su posición.

Con una simple mirada les advirtió que mantuvieran bien vigilando al omega. Si algo le sucedía era obvio que alguien pagaría las consecuencias.

Lan XiChen miraba el cuerpo sin vida sobre la mesa de metal, la habitación era fría y con un olor bastante desagradable.

El sonido de la perilla girando llamó la atención del alfa, por el umbral atravesó la figura de su hermano menor.

—WangJi—dijo XiChen con una ligera sonrisa. —Pensé que llegarías un poco más tarde.

El menor de los Lan no dijo nada, en cambio miró al hombre sobre la mesa. —¿Es él?

XiChen asintió. —En efecto, es uno de los que robaba parte de nuestra mercancía. No es nadie importante, pero malamente no logramos conseguir nada.

—¿Cómo ocurrió? — Lan WangJi se aproximó más al cuerpo para dar una breve inspección.

Lan XiChen empezó a explicar cómo ese hombre aparentemente guardaba una cápsula con veneno dentro de su boca. Justo cuando estaba a punto de interrogarlo el hombre se había quitado la vida.

Ahora volvían al inicio del problema, cosa que empezaba a irritarlos. Sin mencionar que Jun Wu aún no sabía los pormenores.

—Parece que la cabeza detrás de todo esto es más inteligente de lo que creímos y logró guardar bien la información, es como si supiera que terminaríamos atrapando al responsable, por eso utilizó a un hombre cualquiera—comentó XiChen acercándose un poco más al cadáver.

—Alguien con reemplazo—añadió Lan WangJi.

—Exacto —XiChen le dio un vistazo a su hermano menor. —A Jun Wu no le agradará esto.

Lan WangJi leyó el expediente que estaba sobre la mesa a lado del cuerpo. Aparentemente el difunto no mostraba señales o signos de estar coludido con algún grupo en específico, su información personal tampoco revelaba mucho. No tenía familia o amigos, sólo era otro delincuente más de las calles con hambre de dinero.

XiChen suspiró con cansancio: —El resto de organizaciones parecen estar tranquilas, por lo que es difícil saber quién lo contrató.

—¿Hay sospechosos?

El mayor de los Lan asintió: —Bastantes, pero ninguna prueba contundente, sólo especulaciones.

—Es natural, tenemos muchos enemigos.

XiChen sonrió ante el comentario de Lan WangJi, pues a pesar de la problemática su tono de voz era tranquilo.

El mayor prestó un poco más de atención; el segundo Lan tenía una expresión gélida como de costumbre, pero en sus ojos había un torbellino arrasando con todo a su paso. Y sabía que la causa no era el hombre sobre la mesa. Quizás nadie lo hubiera notado, pero para Lan XiChen eso era más que obvio, nadie conocía a WangJi como él.

—Te noto algo disperso. ¿Ocurrió algo con WuXian?

Lan WangJi se tensó enseguida por la pregunta, no podía mentir, pero tampoco quería hablar de las inquietudes que empezaban a carcomerlo.

—Hermano...—llamó Lan WangJi. —Wei Ying... él... —detuvo sus palabras. Ni siquiera sabía cómo expresar su angustia por el omega.

El alfa estaba en un punto donde no sabía si sus acciones lo llevarían a algún lado con su destinado, o al contrario, estaría provocando una separación. Temía equivocarse cada vez que daba un paso hacia WuXian, no sabía hasta donde estaba puesto el límite entre ambos. No quería arruinar lo poco que había construido.

—WangJi— XiChen le sonrió para tranquilizarlo. —Sé que yo no poseo un vínculo como el que tú tienes con WuXian, pero estoy seguro que sabrás que hacer, deja que tu instinto te guíe.

Lan WangJi desvió la vista. Ese era el problema, su instinto le decía que sometiera a Wei Ying contra la cama y lo poseyera hasta que el omega se rindiera y suplicara clemencia.

XiChen alzó su mano para mirar el elegante reloj de su muñeca. —Debemos reunirnos con Jun Wu y contarle lo sucedido.

—Mn.

Ambos hermanos salieron de la habitación sin decir ni una palabra más. Era momento de ir a la oficina principal.

Jun Wu escuchaba atentamente a Ling Wen al otro lado de la llamada. Tenía poco de haber vuelto de su viaje de negocios y todo era un caos.

Dos golpes en la puerta de su oficina lograron sacarlo de sus innumerables pensamientos.

—Adelante.

La puerta se abrió dando paso a los dos hermanos Lan.

—XiChen, WangJi.

—Señor...—respondieron los Lan al unísono.

—Por sus expresiones deduzco que no traen buenas noticias.

Los hermanos se miraron entre sí y asintieron.

Lan XiChen comenzó a decir toda la información que tenían acerca del hombre que había estado robando parte de su mercancía. Contaron todo sobre su muerte y los pocos datos que obtuvieron «que en realidad eran inservibles».

Jun Wu escuchó pacientemente, de forma lenta se levantó y caminó hasta la ventana para mirar al exterior.

—Bueno, una cosa es segura—murmuró el alfa. —La persona que está detrás del robo es la misma que la del ataque a Xie Lian.

Ambos hermanos le miraron sorprendidos, claramente quería una explicación. Si Jun Wu decía algo como eso es porque tenía pruebas.

La mirada del mayor se posó en los Lan, de forma tranquila empezó a explicar:

—Ling Wen acaba de llamar, informó que lograron rastrear a los atacantes de Xie Lian. Casualmente esos sujetos se suicidaron de la misma forma una vez que los capturaron.

—Alguien se está moviendo con cuidado—dijo XiChen frunciendo el ceño mientras pensaba en todas las posibilidades. Parecía que no había llegado a ninguna conclusión por lo que suspiró y masajeó levemente sus sienes. —Creo que ahora los demonios ya no son tan importantes.

—Todo lo contrario mi querido XiChen—comentó Jun Wu. —Es justo ahora cuando debemos prestarles más atención. Y para eso nosotros tenemos la delantera.

El rumbo de la plática empezaba a incomodar a Lan WangJi, sin embargo permaneció callado escuchando atentamente todo lo que decía Jun Wu.

—¿Tiene un plan, señor?

Jun Wu asintió. —Nuestro enemigo se aprovechó del revuelo que hicieron los demonios para atacar de forma cuidadosa. No quieren que sepamos quienes son, por lo que deduzco que debe ser alguien cercano. Aunque parece que son dos contra uno podemos poner el tablero a nuestro favor, sólo requerimos de las fichas adecuadas, es ahí donde entran los demonios...—la mirada de Jun Wu se fijó en Lan WangJi.

XiChen vio como su hermano se tensaba, claramente no le gustaba para nada por donde iba el plan de Jun Wu.

—Señor...—llamó el mayor de los Lan. —¿Cuál es el plan?

Jun Wu no dijo nada, es su lugar se dirigió hasta Lan WangJi. Cuando estuvo cerca habló con su típica voz neutra.

—WangJi, quiero que marques a ese omega lo más pronto posible. ¿Entendido?

Los ojos dorados se abrieron alarmados, incluso XiChen colocó una expresión de incredulidad. Ninguno de los hermanos pudo decir algo ante las palabras del mayor.

El alfa interno de Lan WangJi estaba furioso, no quería que lo obligaran a nada a él o a Wei Ying, en especial si sabía que podía terminar lastimando a su destinado. Además, el hecho de tener que utilizarlo para resolver sus problemas laborales tampoco le agradaba en lo absoluto.

—WangJi, ¿escuchaste lo que dije? —volvió a hablar Jun Wu, esta vez alzando un poco más su tono. — Necesito que marques a ese omega para hacer la primera parte del plan.

Lan WangJi bajó la mirada, se sentía contra la espada y la pared. XiChen no dudó en intentar ayudar.

—Señor... ¿Realmente necesitamos que WangJi marque al joven WuXian? No estoy seguro de que eso ayude.

Jun Wu miró lo indeciso que estaba el segundo Lan, por lo que suspiró y se dirigió a su asiento.

—Ese omega es necesario para poder manipular al resto de demonios.

—Pero si WangJi lo marca contra su voluntad podría complicar las cosas—comentó XiChen.

—Si WangJi no lo marca tendremos más problemas. Imagina que nuestros enemigos se aliaran, podrían causar un gran daño—Jun Wu empezaba a perder su paciencia, era claro que no le interesaba el bienestar del omega, sólo le importaba poderlo utilizar a su favor. —Lo repetiré una vez más. Lan WangJi, marcarás a ese omega sí o sí, ¿entendido?

XiChen miró a su hermano, quien tenía los puños apretados y respiración pesada.

Al final Lan WangJi sólo asintió de forma lenta sin mirar al frente.

—Sí señor...

—Perfecto—Jun Wu se vio complacido con la respuesta. —Cuanto antes mejor, una vez resuelto házmelo saber.

—Mn...—Lan WangJi asintió lentamente.

XiChen podía ver el enojo contenido de su hermano, sabía que debía sacarlo de ahí. —Si ya no hay nada más que arreglar creo que deberíamos marcharnos. Aún queda mucho por hacer.

Jun Wu estuvo de acuerdo con XiChen, por lo que les hizo una señal para que se retiraran.

Los hermanos Lan hicieron una inclinación antes de dar media vuelta e irse. Una vez fuera de la oficina ambos se detuvieron, como si procesaran todo lo que había ocurrido ahí dentro.

XiChen no sabía que decir a su hermano, lo único de lo que estaba seguro es que debía apoyarlo.

—WangJi... ¿realmente lo harás?

El segundo Lan apretó la mandíbula y respiró de forma lenta. —Debo de hacerlo...

XiChen suspiró, si esa era la decisión de su hermano la respetaría.

—WangJi, ¿qué te parece si entrenamos un poco? —animó XiChen, era lo único que se le ocurrió para aligerar el ambiente. —Hace mucho que no lo hacemos, como en los viejos tiempos.

Lan WangJi lo pensó, quizás necesitaba despejarse para aclarar sus ideas y tomar una decisión de lo que haría más adelante. Pues, a pesar de haber dicho que lo haría, la verdad es que dudaba poder hacerlo.

—¿Entonces? ¿Qué dices? —preguntó XiChen. —¿Vendrás?

—Mn.

Lan WangJi se permitirá un momento para pensar, más tarde podría ver a su omega y quizás decidir qué hacer.

El rostro del omega estaba bañado en un fuerte sonrojo, Xie Lian quería que el piso se abriera y lo tragara. Además, los otros dos jóvenes no paraban de reír.

—¿Por qué te avergüenzas? —inquirió WuXian tratando de controlar su risa. —Te ves bien...

Shi QingXuan miró a Xie Lian, seguido de eso puso toda su atención en WuXian. Cuando los dos omegas menores se miraron no lograron contenerse y volvieron a reír.

Xie Lian cerró los ojos con fuerza, sabía que había sido una muy mala idea. Para empezar, ¿por qué había aceptado que Shi QingXuan y Wei WuXian lo maquillaran? ¡Desde el principio sabía que eso sólo podía terminar en caos!

Pero era muy tarde, ahora que tenía puesto el horrendo maquillaje en su rostro.

—Debemos admitir que aún con eso te ves hermoso—dijo QingXuan sosteniendo su estómago de tanto reír.

—¿Puedo quitarlo ya? —preguntó pacientemente Xie Lian.

—¡No! —dijo enseguida QingXuan. —Ni siquiera hemos sacado fotos.

Xie Lian no sabía si reír o llorar, prácticamente se había vuelto su payaso personal.

El mayor suspiró resignado y dirigió su mirada al montón de productos en la mesa.

—¿Desde cuándo tienes esto? —preguntó Xie Lian mirando un fino empaque color plata de... no estaba seguro de que era exactamente, pero sabía que lo tenía puesto en el rostro.

QingXuan se encogió de hombros. —No lo sé, hace poco descubrí este hobby, es divertido—el menor notó la mirada inquisitiva de los otros dos omegas. —¿Qué? Me veo genial con maquillaje, además puede ser útil para infiltrarse—dijo moviendo las cejas y mirando fijamente a WuXian.

—¿Cómo la vez que te vestiste de mujer? —dijo Wei WuXian con una sonrisa. —Si que sorprendiste a Aguas Negras.

Shi QingXuan se frotó el rostro, aún recordaba ese momento, pensó que nada podría salir mal... pobre iluso.

Tratando de desviar el tema QingXuan agregó: —Aguas Negras no parece ser alguien amigable.

—En efecto—dijo WuXian. —Pero si te ganas su confianza puede ser un gran aliado.

Su sinceridad llamó la atención de Xie Lian y QingXuan.

—¿Es alguien leal? —preguntó QingXuan. —No creí que alguien así fuera a ser fiel a su equipo, pensé que las personas como... no sé... ah... mmm...—QingXuan se encontraba en un dilema al no poder encontrar las palabras adecuadas.

WuXian rió. —Dilo sin miedo, las personas como nosotras; personas que gustamos de usar trucos sucios y nos burlamos de nuestros enemigos.

—Sí... esa clase de personas—asintió QingXuan mientras reía incómodamente. —¿Te llevas bien con él?

WuXian parecía estar relajado a pesar del tipo de preguntas.

—Define "llevar bien"—dijo el omega de ojos grises. —Me gusta molestarlo, como al resto de mi equipo. Pero si les soy sincero, en realidad casi no lo conozco.

—¿Y estás conforme con eso? ¿No tienes miedo de que te traicionen? —preguntó Xie Lian esta vez, reflejaba evidente curiosidad.

El mayor usualmente no hacía preguntas de ese tipo, pues era consciente que podía incomodar a Wei WuXian, pero como el demonio parecía tan cómodo se había animado un poco.

—La verdad es que no—contestó WuXian—, después de todo él debe sentir lo mismo. Pero tenemos cosas en común y es lo que nos ha mantenido juntos, o eso creo.

Xie Lian asintió mientras digería las palabras de WuXian. —Parece que los demonios tienen cualidades un tanto excéntricas.

Wei WuXian sonrió mientras se encogía de hombros. —Si lo quieres llamar así está bien por mí, yo creo que sólo somos más honestos con lo que queremos y con lo que decimos—la mirada del omega viajó al reloj que colgaba en la pared de la habitación, después se intercambió entre QingXuan y Xie Lian. —Ahora que lo recuerdo... ¿Qué piensan de HuaHua y Aguas Negras?

—¿Qué pensamos? —repitió QingXuan. —Pues yo quiero la revancha con Aguas Negras, el muy maldito me subestimó y fue muy grosero.

WuXian rió con fuerza: —Suena a algo que él haría.

QingXuan respiró profundo y se relajó. —Yo no conozco a Hua Cheng, pero parece que Xie Lian está interesado en él.

El rostro del omega mayor pasó de ser pálido a rojo, además de que su expresión fue de pena e incredulidad.

—¡QingXuan! —gritó Xie Lian. —No lo digas de esa forma, se podría malinterpretar.

—Pero es la verdad... —murmuró el menor.

—¿Qué piensas de HuaHua? —preguntó Wei WuXian mirando directamente a Xie Lian.

Parecía que el corazón del mayor había empezado a palpitar con fuerza debido a la pregunta.

—Él... parecía alguien, eh, inteligente...

—¿Sólo eso? —presionó un poco más.

Xie Lian sentía un sudor frío en la palma de sus manos, no comprendía el motivo por el cual estaba tan nervioso. Para empezar sólo se había topado con Hua Cheng una sola vez. Aunque su encuentro lo recordaba muy bien.

—Vamos, se honesto—animó WuXian. —Lan Zhan y yo también somos enemigos, pero aun así admito que es guapo y sus ojos son hermosos, bueno, todo él es hermoso.

—Si es tan guapo deberías darle una oportunidad—murmuró QingXuan de manera acusadora.

WuXian frunció el ceño por el comentario de QingXuan. Por otro lado, Xie Lian suspiró de alivio al no recibir más atención.

Wei WuXian desvió la vista, parecía pensar en algo, después de unos segundos negó. —¿Y dejar que Jun Wu tome ventaja? No gracias.

QingXuan hizo un puchero al no conseguir que WuXian accediera a establecer una relación más cercana con Lan WangJi. De hecho, llevaba varios días haciendo comentarios de ese tipo.

Xie Lian notó lo inquieto que estaba Wei WuXian, suponía que era por el rumbo que había tomado la conversación.

—Hablando de Lan Zhan...—WuXian miró de nueva cuenta el reloj. —¿Por qué no ha vuelto aún? ¿Tenía mucho trabajo?

QingXuan golpeó con suavidad uno de los costados de WuXian. —¿Ya lo extrañas?

El omega de ojos grises sonrió de lado y guiñó un ojo. —Quizás.

—Podríamos preguntar—sugirió amablemente Xie Lian.

El mayor de los omegas mandó hablar a uno de los guardias para que le informaran si sabían algo de Lan WangJi. El hombre le miró algo asombrado y levemente incómodo, pero respondió cortésmente.

Cuando Xie Lian agradeció y se dirigió a los otros dos omegas se percató que estos estaban conteniendo su risa.

—¿Qué?

Con esa simple pregunta los jóvenes empezaron a reír en voz alta.

Fue ahí que Xie Lian recordó que aún llevaba el horrendo maquillaje encima. Motivo por el cual el guardia también le había visto de manera extraña. Como siempre, su mala suerte se aferraba a él.

Después de lavar su cara y soportar las burlas de QingXuan y WuXian por fin habló.

—Me informaron que los hermanos Lan están en el gimnasio entrenando.

WuXian parecía levemente sorprendido. —¿Entrenando?

QingXuan se apresuró a ponerse de pie. —¡Vamos a verlos!

Xie Lian miró a los menores. —¿Quieren ir?

WuXian miró una vez más el reloj, una sonrisa casi imperceptible se formó en su rostro. —Suena bien.

Los hermanos Lan se movían con destreza sobre la plataforma de pelea, los dos alfas tenían sus reflejos bien entrenados, esquivaban y atacaban a gran velocidad, sus puños tenían un impacto abrumador.

No era un secreto la devastadora fuerza que ambos portaban en sus brazos. A pesar de siempre estar con elegantes trajes y buena etiqueta, la verdad es que eran alfas de temer, no por nada eran parte de los colmillos del dragón. Eran los Hermanos de Jade.

Lan WangJi esquivó el puño de su hermano apenas unos segundos antes, de haberse movido más lento lo más seguro es que hubiera terminado con una posible fractura. Y es que ninguno de los discípulos de Jun Wu dudaba en atacar, inclusive si sólo era un simple entrenamiento.

—Concéntrate—dijo XiChen sonriendo divertido.

Lan WangJi tranquilizó un poco su respiración y se preparó. Su lucha era a mano limpia, pero no por eso sería más sencilla, de hecho el entrenamiento estaba siendo un poco más intenso de lo normal. Parecía que cada uno estaba liberando de cierta forma todo tu estrés acumulado.

El sudor empezaba a descender por su piel y la ropa comenzaba a humedecerse, ambos hermanos apenas si habían tomado un descanso, aunque no parecían necesitarlo.

Lan WangJi levantó su pierna izquierda para asestar un golpe con la rodilla a XiChen, el mayor apenas tuvo tiempo de bloquearlo, sin embargo terminó absorbiendo parte del impacto.

Ambos estaban tan concentrados en su pelea que apenas si lograron escuchar la puerta del gimnasio abrirse.

Sólo hasta que un silbido seguido de un aroma familiar llegó a Lan WangJi fue que este despegó los ojos de la pelea.

Fuera de la plataforma tres omegas hacían de espectadores.

—Ojos al frente Lan Zhan—dijo WuXian con un tono divertido.

Gracias a los reflejos del segundo Lan fue que logró echar su cuerpo hacia atrás. Aparentemente XiChen aún no tenía intenciones de parar su pelea, por lo que WangJi también se vio obligado a continuar.

Por alrededor de veinte minutos la pelea siguió, solamente hasta que los puños de ambos hermanos colisionaron fue que se detuvieron.

Los dos Lan tenían respiraciones erráticas, aunque aún parecían llenos de energía para seguir combatiendo.

—Así que... así es como entrenan los famosos colmillos—murmuró WuXian. —Muy entretenido.

—Y eso que aún no ves pelear a Xie Lian, él es asombroso—QingXuan lucía orgulloso al hablar de las habilidades marciales del omega mayor.

Y no era para menos, Xie Lian quizás era uno de los omegas más letales, su apariencia delicada solía engañar a sus adversarios, y sólo se percataban de su error cuando ya era muy tarde.

—No es para tanto—dijo enseguida Xie Lian. —QingXuan sería igual de bueno si también entrenara.

Shi QingXuan negó enseguida. —Mi especialidad no son las peleas, prefiero desactivar una bomba antes de luchar.

Lan XiChen y Lan WangJi habían salido de la plataforma para tomar unas toallas y quitarse el exceso de sudor.

WuXian se acercó un poco a los hermanos. —¿Por qué se ven tan bien sudados? Debería ser ilegal verse así de sexy después de un entrenamiento—parecía una protesta por el tono de voz que había utilizado.

XiChen sonrió incómodo por su comentario, dio una corta mirada a su hermano para ver lo avergonzado que lucía «aunque no lo demostrara mucho», alcanzaba a ver las orejas rojas de Lan WangJi y su postura estaba rígida. No podía imaginar lo difícil que era para su hermano el tener que lidiar con Wei WuXian y su boca suelta.

—¿Se puede saber que los trae por aquí? —preguntó educadamente XiChen.

—¿No es obvio? —WuXian alzó una ceja. —Quería ver a Lan Zhan entrenar.

Xie Lian y Shi QingXuan ocultaron su sonrisa al ver como Lan WangJi parecía querer escapar, el tener tanta atención por parte de Wei WuXian lo empezaba a poner nervioso.

XiChen sonrió. —Espero haya disfrutado de la vista joven WuXian.

—Fue gratificante—afirmó Wei Ying. —De hecho, quería saber si iban a continuar entrenando.

Los hermanos Lan se miraron, XiChen asintió lentamente. —Teníamos planeado continuar por una hora más...

Wei WuXian se aproximó un poco más a Lan WangJi. —En ese caso... —sus ojos se posaron en XiChen. —¿Te importaría si tomo tu lugar? Me gustaría tener un combate amistoso con Lan Zhan.

Los ojos ambarinos parecieron brillar, el alfa interno de Lan WangJi se removió emocionado.

XiChen pudo leer perfectamente a su hermano, por lo que asintió, con un gesto le dio a entender que le daba el espacio para hacer lo que gustase.

WuXian sonrió satisfecho por lo que volvió su vista a Lan WangJi. —¿Qué dices Lan Zhan? ¿Aceptas?

Lan WangJi lo meditó por unos segundos, si su omega quería ponerlo a prueba así sería. Además de que él también tenía curiosidad por lo hábil que podía llegar a ser Wei Ying.

—Mn.

—¡Genial! —WuXian se encaminó a la plataforma. De forma rápida se quitó los zapatos para adentrarse en el área y comenzar a estirar su cuerpo. —Creo que mi inactividad me adormeció un poco, pero daré lo mejor que tenga, no me voy a contener.

—Está bien —Lan WangJi entró de igual forma en la plataforma de pelea.

QingXuan estaba emocionado, jamás había visto a Wei WuXian pelear, así que esperaba que fuera una gran lucha. Aunque sabía que Lan WangJi cuidaría no sobrepasarse con el omega.

Xie Lian miró a XiChen, haciendo una pregunta silenciosa, no estaba seguro de dejar que esos dos se enfrentaran. Pero la sonrisa de XiChen hizo que se relajara un poco, debía confiar más en los hermanos Lan, ellos sabían lo que hacían.

—¡WuXian no te dejes vencer tan fácilmente! —animó QingXuan.

WuXian sonrió en su dirección. —¡No lo haré! —después miró a Lan WangJi. —¿Listo?

—Mn.

—Estupendo—sin esperar alguna indicación se lanzó contra el alfa.

Lan WangJi esperaba ese ataque, por lo que esquivó con facilidad. Seguido de eso intentó alcanzar al omega para sujetarlo, pero este escapó. Pronto descubrió que Wei WuXian podía ser muy escurridizo si le daba la oportunidad.

—Vamos Lan Zhan, esto apenas inicia—dijo el omega.

Por la complexión delgada del omega, este era más rápido y mucho más flexible que Lan WangJi. WuXian se aproximó de forma peligrosa, en cuanto hizo el primer amago por golpear al Lan este lo detuvo.

Con una de sus manos, Lan WangJi tomó la pierna de WuXian que iba dirigido a su estómago, pensó que si ajustaba su cuerpo quizás lo podría inmovilizar. Lo que nunca imaginó es que el omega alzara la otra pierna para envolverlo. El omega giró su eje logrando desestabilizar al Lan ocasionando que ambos cayeran.

Lan WangJi sintió como el omega se colocaba sobre él, el rostro de WuXian tenía una enorme sonrisa.

—¿Fue demasiado para el gran Lan WangJi?—preguntó entre burlas WuXian.

Lan WangJi frunció el ceño, aplicando un poco de fuerza bruta logró invertir la posición para tomar el control.

—¡Qué fuerza tan monstruosa! —exclamó el omega fingiendo horror. De forma lenta levantó una de sus manos para acariciar la mejilla de jade. —Pero con esto no me ganarás.

WuXian le pateó y logró escapar de las garras de Lan WangJi, una vez que ganó distancia se levantó y sonrió. El alfa seguía observándolo desde el suelo.

—Vamos—WuXian extendió una mano para ayudarlo a levantarse, cosa que el alfa aceptó.

El omega jaló de Lan WangJi para levantarlo y al mismo tiempo acercarlo a su cuerpo. Ambos se miraron fijamente, en este punto su cercanía se volvía un estímulo para que liberaran sus feromonas mientras se envolvían en un llamado mutuo.

Todos los roces que hubo durante la pelea y el penetrante aroma hacían que tanto omega como alfa se quisieran acercar aún más.

—Se olvidaron que tienen espectadores—dijo QingXuan—, en vez de una pelea parece un extraño ritual de apareamiento.

—¡QingXuan!—reprendió Xie Lian con su rostro levemente sonrojado.

La verdad es que la tensión sexual era casi palpable, incluso parecía ir en aumento. Se sentía casi incorrecto estar ahí, como si la pareja exigiera privacidad a gritos.

XiChen se aclaró la garganta. —Quizás deberíamos dejarlos.

—Sí, creo que tienes razón, ellos están... ocupados.

Shi QingXuan hizo un puchero. —Pero yo quiero ver quien gana.

Xie Lian ignoró su comentario, sólo tomó el brazo del menor y lo empezó a jalar hacia la salida. Dio un último vistazo a la pareja que seguía muy concentrada en su "lucha".

Lan WangJi escuchó la puerta del gimnasio, pero le importaba poco quien entraba o salía, toda su atención estaba al frente.

A diferencia de él, WuXian si desvió la vista.

—¿Ya se fueron tan rápido? —dijo burló el omega. —Creo que los aburrimos.

Lan WangJi no respondió, en cambio se animó a acariciar uno de los cabellos rebeldes que se escapaban del omega.

WuXian dio un paso hacia atrás. —Bueno, esto aún no termina.

Una vez más el omega se lanzó con intenciones de atacar a Lan WangJi, quien estaba más que listo para enfrentarlo.

WuXian golpeó al mismo tiempo que esquivaba al Lan, a pesar de todo el omega parecía verdaderamente feliz.

—Veamos qué tan buena es tu resistencia Lan Er-Gege.

Lan WangJi sintió que su alfa interno se exaltaba, quizás se había emocionado un poco más de lo debido. Wei WuXian parecía empezar a cansarse, su respiración era sonora y el sudor empezaba a dar cierto brillo a su rostro.

—¿Cómo te fue con tu trabajo? —interrogó mientras lanzaba un golpe el cual era esquivado.

Lan WangJi recordó su plática con Jun Wu, era un mal momento para para pensar en ello. Su descuido le costó un golpe en el pecho.

—¿Descubrieron algo de los atacantes de Xie Lian?—el omega cambió de pregunta mientras esquivaba al Lan.

—Mn—por fin el alfa respondió. —Están muertos.

—¿Muertos? ¿Ustedes los mataron?

Lan WangJi tomó distancia para respirar un poco y alejarse de los ataques del menor.

—No, se suicidaron—el alfa notó la curiosidad de Wei Ying por lo que explicó. —Tenían cápsulas de veneno en la boca.

Wei WuXian hizo una expresión de "o" con sus labios, se veía ligeramente sorprendido. Pero esa reacción desapareció casi de inmediato.

—Un problema menos, ¿no? —dijo WuXian mientras se acercaba de forma amenazante al Lan.

El alfa no respondió, en su lugar bloqueó cada uno de los ataques del menor. De forma ágil logró derribar a WuXian contra el suelo una vez más, debido al impacto este había cerrado los ojos con fuerza. El alfa lo veía desde arriba, se regañó mentalmente por no tener más cuidado.

Imitando las acciones pasadas del omega, el Lan extendió una mano para intentar ayudarlo a levantarse. Pero en vez de tomar la mano el omega pateó las piernas del alfa para que este también cayera.

Una vez en el suelo Wei WuXian se sentó sobre él. —No soy tan honorable como tú Lan Er-Gege. Parece que aún no me conoces bien, a estas alturas deberías saber más sobre mí, me decepcionas un poco.

Lan WangJi, al igual que la vez pasada, se encargó de invertir la posición.

—¿Te decepciono? —preguntó en voz baja.

WuXian sonrió levemente. —Sólo un poco...

El alfa se aproximó más al menor. —¿Qué tanto es un poco?

Los ojos ambarinos vieron como las manos del omega se alzaban para tomarlo del rostro.

—Un poco es... sólo un poco—ronroneó bajando el rostro de Lan WangJi para que quedara más cerca del suyo.

El aire parecía volverse pesado, a esa distancia ambos sentían la respiración del contrario, las feromonas impregnaban todo su alrededor.

—Lan Zhan...—Llamó el omega en un susurro apenas audible.

Lan WangJi miró directo a los brillantes ojos, la boca de Wei Ying parecía llamarle a gritos. Quería eliminar por completo la distancia que aún conservaban. Estaba dispuesto a arriesgarse con tal de conseguir un beso.

—Lan... Zhan...—repitió WuXian al ver como el alfa se aproximaba cada vez más. —Bésame.

Con esa simple palabra el Lan se derrumbó.

Sus labios atraparon los de Wei Ying en un caliente y húmedo beso.

Lan WangJi presionó al omega con fuerza, en ese momento descubrió poseer una sed casi mortal y la única fuente capaz de saciarlo era la boca de Wei WuXian.

Besó, mordió y chupó los labios del menor, sentía como los brazos del omega intentaban empujarlo, pero su alfa interno había tomado el control y se negaba a ceder.

Su lengua se encargó de invadir la boca del omega, saqueaba todo a su paso y se imponía como el ganador dentro de la batalla que comenzaba a emerger entre ambos.

Después de largos minutos y un poco satisfecho se alejó para mirar al omega, este tomaba bocanadas grandes de aire mientras intentaba regular su respiración. Aún bajo su toque podía sentir vibrar el cuerpo de WuXian.

El omega le miró. —¿Quieres... matarme? —preguntó de forma entrecortada. —No sé si lo sepas... pero... necesito de algo llamado oxígeno para vivir...

Lan WangJi no respondió, en su lugar se inclinó para besarle una vez más. Los suaves labios tenían un sabor más dulce que la miel, era tan gratificante que deseaba hacerlo por siempre. No sabía cómo había logrado aguantar tanto tiempo sin probarlos, pero ahora que lo había hecho no los soltaría, se había vuelto adicto con una sola degustación de ellos.

De nueva cuenta sintió al omega empujar, esta vez hizo caso a los gestos y le dio algunos segundos para reponerse.

—¡Lan Zhan espera! —pidió WuXian. —¡Por lo menos avisa!

—Otra vez.

Una vez más tomó el rostro del menor y lo alzó para encontrar sus labios y saborearlos, esta vez fue lento, delineándolos de forma suave y haciendo unas cuantas succiones. Su lengua acariciaba la del omega, esta vez no luchaban, más bien parecían presentarse.

Podía sentir al omega suspirar en su boca, además de que Wei Ying le había rodeado por el cuello y lo había acercado más a él.

Lan WangJi abandonó la boca para empezar a repartir besos en la mandíbula y cuello de WuXian. Apenas era perceptible la voz del omega, pero cada suspiro o pequeño gemido era grabado en la mente del alfa.

Los ojos ambarinos se alzaron para verle, las mejillas coloradas y los labios hinchados hacían que Wei Ying pareciera más apetecible a la vista.

Lan WangJi acarició una de las mejillas, de forma lenta se inclinó para depositar un beso en la frente del omega, después descendió y besó la punta de la nariz, prosiguió con ambas mejillas y terminó con los labios; fue pequeño pero cálido, aún mejor al sentir que el omega también regresaba el gesto.

En ese momento el alfa era incapaz de describir su sentir. Ahora caía en cuenta que jamás podría hacer algo para lastimar a su omega. Lucharía contra el mundo con tal de mantenerlo a salvo. Incluso si debía dejar todo de lado e ir con él. Lan WangJi estaba dispuesto a hacer eso y más.

—Lan Zhan...—WuXian llamó en voz baja.

El Lan emitió un sonido a manera de contestación.

De forma rápida el omega invirtió las posiciones una vez más para quedar encima, se colocó sobre la pelvis de Lan WangJi mientras llevaba sus manos a su cabello para soltarlo.

Los ojos dorados miraban embelesado al omega, el cabello ahora caía como cascada, además de que empezaba a frotar su trasero contra él.

Wei WuXian se inclinó, esta vez fue el menor quien inició el beso, cosa que Lan WangJi aceptó gustoso.

Todo era tan satisfactorio en ese momento, pero aún en la bruma de su placer sintió un agudo dolor en su cuello. Por acto de reflejo llevó su mano al lugar de la molestia.

Parecía que en un punto muy específico algo había sido clavado, se trataba de un pequeño alfiler.

Sus ojos se enfocaron con rapidez en el omega que seguía sobre él, había una sonrisa ladina en el rostro de Wei WuXian.

Lan WangJi quiso decir algo, sintió que su cuerpo no reaccionaba, intentó moverse, pero fue imposible.

—Tranquilo, no morirás, lo puse en un lugar seguro—murmuró el omega. —Los sedantes que maneja Jun Wu son realmente impresionantes—WuXian se removió sobre el cuerpo de Lan WangJi. —Temía que el efecto fuera más tardado, pero veo que todo salió mejor de lo planeado.

El omega paseo la punta de sus dedos por el pecho firme de Lan WangJi.

—Lan Zhan confía demasiado en mí, eso me halaga. Pero, asegúrate de no cometer este error una segunda vez.

Lan WangJi sentía demasiada impotencia, quería hacer algo, lo que fuera, pero eso no sucedería.

—Te lo dije Lan Zhan—murmuró el omega en voz baja. —Te dije que un día lograría escapar y tú no podrías hacer nada... Adiós mi querido Lan Er-Gege.

WuXian se acercó una vez más al rostro de Lan WangJi y beso de forma suave sus labios antes de levantarse de encima de él y alejarse.

Lan WangJi sentía su cuerpo paralizado, veía como el omega se alejaba poco a poco, cada vez se hacía más y más borrosa la figura, hasta que llegó a un punto donde todo se volvió negro.

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