C O N E X I Ó N | Omegaverse...

By ladyxagh

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La mayoría de las personas sueñan en formar un lazo con su persona amada o en el mejor de los casos encontrar... More

Prólogo.
Capítulo 1. Dragón blanco.
Capítulo 2. Demonios.
Capítulo 3. Dragón Blanco.
Capítulo 5. Dragón Blanco.
Capítulo 6. Demonios.
Capítulo 7. Dragón Blanco.
Capítulo 8. Demonios.
Capítulo 9. Dragón Blanco.
Capítulo 10. Demonios.
Capítulo 11. Dragón Blanco.
Capítulo 12. Demonios.
Capítulo 13. Dragón Blanco.
Capítulo 14. Demonios.
Capítulo 15. Dragón Blanco.
Capítulo 16. Demonios.
Capítulo 17. Dragón Blanco.
Capítulo 18. Demonios.
Capítulo 19. Dragón Blanco.
Capítulo 20. Demonios.
Capítulo 21. Dragón Blanco.
Capítulo 22. Demonios.
Capítulo 23. Dragón Blanco.
Capítulo 24. Demonios.
Capítulo 25. Dragón Blanco.
Capítulo 26. Demonios.
Capítulo 27. Dragón Blanco.
Capítulo 28. Demonios.
Capítulo 29. Dragón Blanco.
Capítulo 30. Demonios.
Capítulo 31. Dragón Blanco.
Capítulo 32. Demonios.
Capítulo 33. Dragón Blanco.
Capítulo 34. Demonios.
Capítulo 35. Dragón Blanco.
Capítulo 36. Demonios.
Capítulo 37. Dragón Blanco.
Capítulo 38. Demonios.
Capítulo 39. Dragón Blanco.
Capítulo 40. Demonios.
Capítulo 41. Dragón Blanco.
Capítulo 42. Demonios.
Capítulo 43. Dragón Blanco.
Capítulo 44. Demonios.
Capítulo 45. Dragón Blanco.
Capítulo 46. Demonios.
Capítulo 47. Dragón Blanco.
Capítulo 48. Demonios.
Capítulo 49. Dragón Blanco.
Capítulo 50. Demonios.
Capítulo 51. Dragón Blanco.
Capítulo 52. Calamidades.

Capítulo 4. Demonios.

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By ladyxagh

Hua Cheng caminaba tranquilamente, la misión de la noche estaba completada y la mejor parte es que había podido volver a ver a Xie Lian. Sabía que aún quedaban cosas por resolver, pues podía sentir como la conexión que creyó perdida entre ambos parecía renacer. Era muy débil, pero ahí estaba. En su mente recordaba su nuevo descubrimiento «y quizás uno de los factores de su conexión fallida», Xie Lian no podía percibir aromas, eso no era precisamente normal, no para un omega o alfa, menos al ser un omega puro como lo era su Dianxia. Pero ya investigaría más adelante, no por nada había regresado en busca de su omega.

Mientras avanzaba con paso tranquilo pudo llegar hasta un vehículo negro, en el cual le esperaban dos personas. En cuanto ingresó al auto pudo percibir el olor a molestia de Jiang Cheng.

—¿Me puedes explicar por qué vienes tan tranquilo? ¡Tenemos que salir de aquí ahora!—gritó en omega arrancando el motor.

El alfa lo ignoró, estaba de muy buen humor por ver a Xie Lian, pero después de un momento se percató de algo—¿Qué pasó con He Xuan y WuXian?—se suponía que ellos saldrían e irían en el auto de Wen Qing, pero desde hace rato no tenía noticias de ambos.

Jiang Cheng apretó sus manos en el volante—No menciones al idiota de WuXian. ¡Sólo a ese imbécil se le ocurre desechar su comunicador!

—No deberías sorprenderte, siempre hace lo que quiere—A pesar de eso Hua Cheng podía ver preocupación en sus ojos.—¿Está bien?—preguntó, y al no obtener respuesta miró al Wen que estaba muy silencioso en la parte de atrás. Pero este se mantuvo callado con la vista oculta.

El Jiang respondió con un todo alarmantemente tranquilo—Parece que tuvieron problemas con algo—fue lo único que dijo.

Sin más el omega pisó el acelerador, de no ser que ambos alfas están acostumbrados al estilo de conducir del Jiang quizás habrían preferido caminar. Se sentía la urgencia en el omega por llegar a la base. De hecho fueron los primeros en llegar, sólo por unos minutos, pues casi enseguida llegó otro vehículo, del cual descendió He Xuan con una cara de poco amigos, por detrás Wen Qing ayudaba a WuXian a estar de pie.

—¿Qué sucedió?—preguntó Hua Cheng mirando en dirección a He Xuan—¿Dónde está el chico de Jun Wu?

—Entró en celo—dijo el alfa apuntando a WuXian.—Lo encontré medio consiente en una de las salidas, tuve que dejar Shi QingXuan para sacar a este idiota antes de que su peste atrajera a alguien.

Hua Cheng suspiró pesadamente, era claro que una parte del plan no había salido según lo acordado. Pero al menos lo más importante había sido todo un éxito.

Jiang Cheng se acercó para empezar a regañar a su hermano—¡Tú!—sin previo aviso soltó una bofetada al rostro de WuXian, pero este apenas reaccionó—¡Cuántas veces te he dicho que estés al pendiente de tu celo! ¡Tienes que tener siempre supresores a la mano! ¡Imagina que He Xuan no te hubiera encontrado!

Wen Qing intervino antes que el omega soltara otra ronda de insultos—WanYin cálmate. Esto no solucionará nada.

La mirada de la alfa hizo que el Jiang gruñera y se alejara en silencio, pero con una notable furia.

Wei Ying apenas era consciente de su alrededor, a pesar de que Wen Qing le había inyectado un supresor en cuanto llegó al auto. El menor aún se sentía malditamente caliente; si bien su olor se había controlado y estaba más consciente «seguramente aun podría matar a alguien», pero dentro de él habían unas profundas ganas de volver con el alfa Lan y encerrarse en una habitación hasta que su calor pasara. En definitiva tendría que ausentarse uno o dos días, se iría a su habitación y jugaría con algunos de sus juguetes, tratando de amortiguar sus sucios deseos.

Wen Qing lo sujetó con fuerza, empezó a guiarlo rumbo a su habitación para dejarlo a solas, aplicaría un segundo supresor y se iría. Apostaba lo que fuera a que este celo de WuXian sería muy fuerte, por lo que era mejor encerrarlo cuanto antes.

He Xuan se veía bien, aunque había tenido que soportar el molesto aroma del omega en lo que llegaban con la Wen. En realidad su alfa no reaccionaba con las feromonas de WuXian, era muy difícil que He Xuan reaccionara con algún aroma en general.

Después de asegurarse que todo estuviera en orden el resto del equipo se reunió; había un silencio mortal en la amplia sala donde todos se encontraban. A pesar de salir aparentemente victoriosos ninguno se veía de buen humor.

—Bu-Bueno veamos el lado bueno...—trató de animar Wen Ning.

He Xuan asintió y empezó a separar lo que tenían hasta el momento. —Como suponíamos Jun Wu no asistió al evento. Justo como dijo nuestra fuente de información, todos los colmillos estuvieron presentes, y a decir verdad no me parecieron la gran cosa. Creo que la gente alardea demasiado de ellos.—O al menos con el que se enfrentó. Literalmente le dejó inconsciente con el primer golpe.

Hua Cheng interrumpió al alfa. —No hay que subestimarlos aún—.  Algo le decía al alfa que quizás tuvieron suerte.—Fue demasiado fácil que hubiera pocas restricciones al entrar en el casino, la seguridad era una burla, incluso para un novato. Creo que su plan era atraparnos dentro, por eso nos permitieron entrar.

—Pues que plan tan estúpido —murmuró He Xuan.

Jiang WanYin apretó los dientes. —Si no fuera por WuXian tendríamos a uno de los colmillos justo ahora.

El omega sabía que habían perdido la oportunidad de hacer sufrir a Jun Wu, una pieza muy valiosa se había perdido. Dudaba que la siguiente vez fuera así de sencillo.

—Hay algo que no concuerda con el celo de WuXian —comentó la Wen quien había permanecido callada en todo ese rato.

—¿Qué cosa?—Jiang Cheng la miró intrigado.

—Su celo no debió haber llegado—aseguró la alfa. —Estuvo en celo poco antes de venir aquí, su próximo ciclo debió ser dentro de tres meses.

He Xuan alzó una ceja—¿Sabes su ciclo de celo?

—Soy la médico personal de todos ustedes, sé hasta su tipo de sangre. ¿Cómo no voy a saber  algo tan básico como su ciclo de celo? WuXian es regular, no es nada impresionante, sólo saca cuentas.

El alfa bufó:—Perdón si no me interesa el ciclo de otras personas.

—No me sorprendería que ni siquiera supieras tu propio ciclo—comentó burlesco Hua Cheng.

He Xuan no estaba de humor para bromas, todo tema relacionado con la palabra celo le era indiferente en este punto de su vida.

—No perderé mas mi tiempo con esto. Si no hay nada más que hacer, yo me voy—Sin querer buscar más problemas el alfa se marchó, quería comer algo y descansar un poco.

Con uno menos en la sala el resto de integrantes continuó.

Hua Cheng habló:—Debemos hacer otro plan. WuXian estará indispuesto por un par de días, movámonos con lo que tenemos.

—Todo esto es su culpa—escupió el Jiang con coraje.

Wen Qing trató de calmarlo—Quizás alguien le dio un afrodisíaco para iniciar su celo. Definitivamente fue provocado.

Jiang Cheng sólo ardía más al ver cómo seguían justificando el celo de WuXian—¡No importa la causa! ¡Fue irresponsable y lo saben!

El omega pateó uno de los muebles y se marchó, de seguro iría a golpear un costal a la sala de entrenamiento o algo por el estilo. Hua Cheng negó ante la gigantesca rabieta del menor, por lo que Wen Qing le hizo una seña para que lo dejara pasar.

—Sabes que estos temas son delicados para él—murmuró la mujer.

Hua Cheng dio media vuelta con intención de marcharse también—Está haciendo este problema más grande de lo que en realidad es.

La alfa observó como el de prendas rojas desaparecía del lugar, dejando a ambos Wen a solas. Wen Ning pudo ver la pena en los ojos de su hermana.

—Hermana...

—No es fácil para WanYin, ninguno de nosotros sabrá lo que realmente siente...—comentó en voz baja, apenas perceptible. —Solo se preocupa por WuXian.

Wen Ning se acercó y le tomó de la mano, al mismo tiempo le brindó una pequeña sonrisa:—Entonces tendremos que apoyarle de la mejor manera que podamos.

Wen Qing no pudo evitar regresar la sonrisa y asentir. —Por el momento sólo hay que darle espacio, es lo mejor.


Wei WuXian sentía todo su cuerpo arder, era insoportable. Aún con la alta dosis de supresores suministrada sentía que su deseo sexual no mermaba. Wen Qing se había negado a darle más supresores pues eran demasiados para su cuerpo, de por si los supresores que utilizaba eran muy fuertes.

El omega se retorcía entre sus sábanas y gemía mientras se frotaba arduamente, podía sentir la frescura de la tela rozar sus pezones y su miembro estimularse en cada vaivén mientras se presionaba contra el colchón. Con desespero metía y sacaba tres dedos de su interior; el lubricante natural escurría entre sus piernas, la humedad en su interior sólo parecía ir en aumento, causando un sonido acuoso cada que movía sus dedos. Este sin duda debía ser su peor celo vivido.

Y sólo culpaba a una persona, Lan WangJi.

Al notar como su estímulo parecía ser insuficiente frenó sus movimientos, con impaciencia revisó varios de sus cajones; necesitaba ayuda extra si quería sobrevivir el resto de su celo. Sus ojos se iluminaron cuando pareció encontrar lo que buscaba con tanto ahínco.

Sin perder tiempo llevó el consolador hasta su sensible entrada, que debido a su estimulación previa y humedad el juguete sexual pareció entrar realmente fácil.

—Ahhh...—gimió más alto, pero aún en su rostro había inconformidad. —Maldición...

Su omega pedía a gritos ir en busca del Lan, de su alfa.

Tratando de ignorar sus verdaderos deseos, Wei Ying continuó autocomplaciéndose. Con una mano se dedicaba a arremeter contra su entrada y con la otra estimulaba cada zona erógena a su alcance, empezando por sus duros pezones rojizos, hasta su miembro y testículos.

El omega mordió su labio con fuerza al sentir que su parte baja se tensaba, pero aún faltaba un poco más para poder correrse. Sin poder evitarlo su mente empezó a recordar nuevamente al alfa; su bello rostro, la encantadora esencia a sándalo que desprendía y sus fríos ojos ambarinos. Por un momento imaginó que era el Lan quien le sostenía, con sus fuertes brazos le envolvía y saciaba su sed. Fantaseaba con que fuera el alfa quien le penetraba, la imagen mental por un momento fue tan vivida. Eso fue más que suficiente para estallar extasiado y liberarse sobre su mano.

Su respiración era agitada, además de que su sudor bajaba por su frente. No necesitaba verse al espejo para descubrir el desastre que era, pero aún así se dio un pequeño vistazo.

En efecto, un desastre; mejillas encendidas de un fuerte rojo, cuerpo bañado en sudor e impregnado en un fuerte aroma a sexo. Lo único diferente era el brillo que había en sus ojos.

Wei Ying se recargó en la pared y se dejó caer. Soltó un pequeño suspiro al sentir la fría estructura a sus espaldas, era reconfortante debido al calor que comenzaba a surgir nuevamente.

—Voy a estar bien, no necesito de nadie. Voy a estar bien—se repitió a sí mismo mientras él fuego en su cuerpo se incrementaba nuevamente.

Horas después WuXian se encontraba pegado en la puerta, su desesperación por salir era notoria.

—¡Abran la puerta!—repitió golpeando débilmente.

Odiaba el estado en el que se encontraba, pues su fuerza era nula. Sabía que si estuviera en sus cinco sentidos podría derribarla de una patada. Pero también si estuviera en sus cinco sentidos lo último que pediría sería salir, sabía que si ponía un pie afuera iría en busca del Lan.

—Deja de hacer escándalo—dijo con tranquilidad Wen Qing al otro lado de la puerta—¿Quieres ocasionar un accidente? No puedes salir en ese estado.

Wei Ying volvió a golpear la puerta—¡Cállate! ¡Debo salir!—Esta vez murmuró para sí mismo. —Debo ir con él!

Al otro lado de la puerta sólo había silencio.

El omega ya no soportaba su abrumador calor, sólo quería terminarlo, y sabía quien podría hacer que su dolor se detuviera.

—¡Déjame ir!—volvió a golpear la puerta.

No sabía cuánto tiempo duró ahí, los últimos recuerdos eran sus lágrimas cayendo y el aumento de sus jadeos.


La luz era poca, su cuerpo se sentía entumecido, además de tener una desagradable sensación.

Ni siquiera intentó levantarse, prefirió quedarse un rato más en el suelo y llorar en silencio. Todo esto era su culpa, lo primero que le dijo su madre es que debía ser cuidadoso. Pero la ignoró, ahora pagaba las consecuencias.

A su alrededor había tres cuerpos inertes y sin vida. El omega les observó con una mirada vacía.

La voz de su madre resonó en su cabeza—A-Cheng...

—¡A-Niang!—Jiang Cheng se sentó de golpe, su respiración era irregular y tenía un frío sudor cubriéndolo. Una vez se aseguró del lugar en el que estaba se relajó y soltó el aire poco a poco. Quería eliminar esas imágenes del pasado lo antes posible, no valía la pena recordarlas.

Con el cuerpo pesado se levantó y fue directo al baño, dejando que el agua fría le relajara. Era realmente reconfortante, el agua siempre le hacía sentir mejor, sentía que sus malos recuerdos eran arrastrados lejos de él.

Una vez limpio salió y se dirigió en busca de algo para comer. En la cocina se encontraba Hua Cheng, el alfa le acercaba una lata de atún a E-Ming, quien la devoraba como si no hubiera comido nada desde hace mucho.

"Ja. Como si no robara la comida de He Xuan" pensó el Jiang mientras observaba al feo animal y tomaba la cafetera para servirse un poco del amargo líquido.

—¿Y WuXian?—preguntó de forma tosca el omega.

—Encerrado—contestó el alfa tranquilamente.

El rostro del Jiang mostró confusión—¿Sigue ahí adentro? Ya tiene cinco días encerrado. No es normal.

Hua Cheng se encogió de hombros, pues no le importaba en absoluto el celo de WuXian. Sabía que Wen Qing estaba al pendientes, y si la alfa no había dicho nada suponía que todo estaba bien.

—Olvida a WuXian, ya tengo información para el siguiente movimiento—dijo el alfa empezando a caminar—Nos reuniremos todos en unas horas. —Con eso Hua Cheng desapareció de la cocina.

Jiang WanYin se acercó la humeante taza a sus labios y dio un pequeño sorbo. Su mirada bajó al gato negro que justamente terminaba su lata de atún; el felino le miró mientras se lamía los bigotes para después levantarse y erguir la cola elegantemente, al igual que Hua Cheng salió del lugar con paso tranquilo.  Observó un poco a la bola de pelos, en realidad los gatos no eran lo suyo, prefería a los perros, pero lamentablemente estaban vetados de ese lugar. ¿El responsable? Wei WuXian y su maldita fobia a ellos.

Dejando todo pensamiento de lado disfruto lo último de su café, con mejor estado de ánimo salió de la cocina. En su camino terminó encontrándose con Wen Qing quien parecía no haber dormido bien «lo cual era cierto ya que estuvo cuidado de WuXian».

—¿Cómo está?—preguntó con cara de pocos amigos.

Wen Qing asintió—Bien, acabo de suministrar el último supresor, pero ya estaba tranquilo. Podría salir hoy mismo.

Jiang WanYin asintió—Gracias...—fue lo único que dijo y se marchó.

A sabiendas de que Wei WuXian se encontraba ya casi recuperado podría salir tranquilo. Iría a correr un poco para despejar su mente,  regresaría con el resto más tarde para escuchar el nuevo plan. Cuando salió del lugar el sol acarició su rostro gentilmente, brindándole una cálida sensación. Sin pensarlo mucho se colocó unos auriculares y empezó a correr sin rumbo fijo. Mientras avanzaba comenzó a recordar su desagradable sueño. Después la imagen de su madre llegó a su mente.

Tendría entre doce o trece años, Wei Ying estaba a su lado con la respiración agitada, ambos niños sudaban y parecían a punto de desmayarse. Justo enfrente de los menores se encontraba una mujer de imponente postura. Claramente alfa.

—Todavía no acabamos, no se relajen—siseó la mujer mientras les pasaba una toalla para que limpiaran su sudor.

—Cinco minutos, necesito cinco minutos—se quejó Wei Ying.

La alfa puso los ojos en blanco ante la petición del menor, Jiang Cheng no lo quería admitir, pero también quería un descanso. Pensó que sacándole un poco de plática a su madre obtendría algo de tiempo—¿Saldrás esta noche?

Yu ZiYuan asintió:—No tardaré.

—¿Cuándo podremos ir?—preguntó inocentemente Wei Ying.

La alfa se burló:—Cuando no pidas cinco minutos de descanso.

Jiang Cheng observó como su madre abría una caja, de la cual sacaba algunas agujas y las guardaba cuidadosamente entre su ropa.

—A-Niang—le llamó Jiang Cheng. —¿Realmente podremos acompañarte algún día?

La alfa le miró y con un tierno toque acarició la cabeza del menor:—Un día, cuando sean omegas fuertes. Pero desde ahora les advierto que no será fácil.

—No te preocupes, estaremos listos—asintió el Jiang mirando con seguridad a su madre.

—Sé que así será. Sólo recuerden, si quieren que sus planes salgan bien deben de hacer todo perfecto desde el inicio, no hay espacio para las equivocaciones. Organicen su equipo, piensen bien sus estrategias y no se confíen.

Ambos niños asintieron:—¡Entendido!

—Y recuerden, cada vez que salgan siempre carguen con un supresor, estos los salvarán en muchas ocasiones. Alfas y omegas somos muy susceptibles a las feromonas, en este trabajo son nuestras peores enemigas.

Wei Ying se miró confundido, siempre pensó que si peor enemigo sería un hombre armado:—¿Por qué?

Yu ZiYuan le miró:—Las feromonas nos vuelven vulnerables, hacemos cosas que no queremos hacer. No dejen que los controlen.

Jiang Cheng pensó las palabras de su madre y asintió. La mujer le miró con cariño, después observó como WuXian ya se encontraba sentado en el piso.

—Bien, ahora dejen de holgazanear y pónganse en guardia otra vez—Sentenció la mayor.

Jiang Cheng suspiró al ver que su descanso había terminado.

Medio minuto después, ambos niños estaban tendidos en el piso, sin fuerzas siquiera de mover los dedos.

—WuXian piensa antes de atacar, sigues exponiendo tu flanco izquierdo, si alguien quisiera matarte podría hacerlo en tu segundo movimiento. A-Cheng tienes que ser más rápido, olvida tus brazos, los omegas no mantienen mucho músculo, debes utilizar todo tu cuerpo. ¿Entendieron?

Los menores asintieron.

La mujer les miró un poco y después habló:—Mañana será entrenamiento con armas, más les vale rendir todo el día. Así que vayan a comer y después directo a la cama para que descansen, no los quiero encontrar otra vez vagando en la noche, especialmente tu WuXian.

Ninguno tenía fuerzas para hablar así que volvieron asentir.

—Iré a trabajar, cuando llegue los quiero ver dormidos.

La música se detuvo.

Jiang Cheng observó que había corrido más de lo esperado, se sumergió tanto en sus pensamientos que no notó el exceso de distancia que estaba tomando.

Debía volver con el resto. Aún quedaba mucho que hacer.


El rostro de Wei Ying se veía tranquilo, pero había cierta insatisfacción en su mirada.

Para su suerte su celo había terminado y podría asistir a la reunión esa tarde, lo malo es que su omega estaba realmente desanimado, incluso molesto con él. Esa sensación de incomodidad empezaba a cansar a Wei Ying, pues lo único que quería era volver a sus actividades con normalidad.

Justo cuando salía de su habitación ya listo y aseado se topó con Hua Cheng.

—Miren quien se dignó a salir de su madriguera. ¿Te tomaste tu tiempo, eh?

WuXian no estaba para bromas—No molestes y mejor consígueme un buen trago.

Ambos fueron rumbo a su sala de reuniones, donde había una pequeña barra y diferentes licores. El alfa preparó dos tragos y le ofreció uno al omega, el cual lo bebió de forma rápida sin miramientos.

—Creo que alguien no disfrutó sus vacaciones...—murmuró Hua Cheng al notar como WuXian parecía a punto de pegarse de la botella.

Wei Ying lo miró incrédulo:—¿Vacaciones? ¡¿Vacaciones?! ¡Créeme que esas no fueron vacaciones!

Hua Cheng le ignoró y bebió:—Wen Qing dijo que hiciste un escándalo y que querías salir.

Las mejillas del omega se encendieron, aún podía recordar cómo había lloriqueado a la Wen para que le dejara salir. Pronto el recuerdo del Lan hizo que el rostro de WuXian se pusiera serio.

—Hua Cheng...—le llamó sin verle realmente—Lo encontré—soltó sin más.

El alfa lo miró directamente:—¿Estás seguro?

Wei WuXian sonrió de lado:—Ohh lo estoy, jamás hubiera entrado en celo de no ser así.

El alfa se llevó el vaso con líquido color bronce a los labios—¿Entonces estaba en el casino esa noche?

Meditó lo siguiente pero al final habló, casi como si confesara un delito:—Mi destinado es Lan WangJi.

Hua Cheng tosió ligeramente su trago, se limpió la comisura de la boca y miró de forma incrédula al omega.

—¿Sorprendido? Porque yo aún lo estoy asimilado. Esto debe ser muy mala suerte.

Hua Cheng rio bajo:—Creo que es irónico, nuestros destinados están del bando contrario y quieren cortar nuestras cabezas—después de decir aquello puso una expresión más seria—¿Qué harás al respecto?

—¿Qué haré? Realmente nada, no hay nada que hacer, sólo seguir con el plan original. Ese alfa no detendrá mis planes y por lo que tanto he trabajado.

Hua Cheng analizó la reacción del omega, sabía que no podía ser tan indiferentemente como aparentaba. Después de todo no era cualquier persona, su conexión no podía ser ignorada así de fácil. —¿El Lan también lo sabe?

WuXian bufó:—Claro que lo sabe, debe ser muy estúpido o no tener olfato para no reconocerme.

Hua Cheng se molestó por su comentario:—Será mejor que cierres la boca.

Wei Ying alzó una ceja y sonrió:—¿Acaso este amargo aroma es por que tu omega es incapaz de reconocerte?

La mirada del alfa se volvió filosa:—Sigue hablando y terminarás sin lengua.

WuXian le mostró el dedo medio e ignoró su amenaza:—Ve a gruñir a otro lado.

—¿Qué están haciendo?—Justo en ese momento apareció He Xuan, terminado con el ambiente hostil.

—Hablando de gruñir...—murmuró WuXian—Ya llegó mi segundo gruñón favorito.

He Xuan miró de forma cansada a Hua Cheng—¿Quién lo dejó salir tan pronto?—preguntó apuntando al omega.

Wei Ying sonrió con sorna:—¿Qué acaso no me extrañabas?

—No—contestó de manera contundente.

—No mientas—afirmó el omega. —Se que me aman.

Hua Cheng pareció contener una sonrisa:—Ese comentario es bastante debatible.

El omega hizo un puchero por las palabras de Hua Cheng.

—WuXian—le llamó Wen Qing apareciendo en el lugar junto a su hermano—¿Cómo te sientes?

—¡Por fin alguien se preocupa por mí!—chilló dramáticamente—Estoy bien, gracias por preguntar.

Seguido de eso sintió un golpe en la cabeza, la alfa lo tenía sujeto del cuello, tenía un aura amenazante. —¡En ese caso debería matarte por ser tan irresponsable y entrar en en celo! ¡Debiste retirarte en cuanto tuviste los primeros síntomas!

Wei WuXian trataba de liberarse:—¡Fue un accidente! ¡No me mates!

—Ella tiene razón.

La voz de Jiang WanYin tensó el cuerpo de WuXian. Aún recordaba lo molesto que parecía, incluso recordaba la bofetada que le fue dada.

—Jiang Cheng...

El omega recién llegado alzó una mano para que no hablara:—No quiero tus excusas. Eres tan irresponsable por tirar tu comunicador, no me sorprendería que terminaras consumiendo algún afrodisíaco por tu insensatez.

WuXian miró a Hua Cheng, pues era al único que le había comentado la causa de su celo. Y prefería que así se quedara. Si el resto pensaba que un afrodisiaco había sido el responsable de su celo los seguiría dejando creer eso, era más fácil de excusase con esa idea, a tener que explicar el encuentro con el Lan.

Soltó un suspiro interno cuando el alfa se mantuvo callado y fingió no prestar atención al regaño del Jiang. Extrañamente tenía una confianza única con Hua Cheng respecto a los destinados, quizás porque eran los únicos que tenían uno y podían comprender un poco lo que significaba.

—Lo siento...—fue lo único que dijo Wei Ying.

Jiang Cheng apretó los dientes y le soltó:—Que no se repita.

WuXian asintió y miró al resto:—No volverá a pasar—su mirada cayó en Hua Cheng, asintió ligeramente para agradecer por mantenerse en silencio.

El alfa le respondió de igual manera. Se aclaró la garganta para llamar la atención del resto. —Hablemos de cosas más importantes.

Todos asintieron y prestaron atención a sus siguientes palabras:—Estos días he estado investigando acerca de Dragon Blanco, en realidad después de nuestro ataque se han mantenido a raya, supongo que están muy afectados.

—Claro que van a estar afectados, les pateamos el trasero—dijo WuXian como si él no hubiera salido afectado en su encuentro. —Ni siquiera han de tener cara que mostrar en este momento.

Hua Cheng continuó:—Nuestro primer y más importante objetivo era hacernos notar y ha resultado.

—Y ahora deben estar furiosos, por lo tanto son más peligrosos. No veo la ventaja aquí—declaró Wen Qing.

—No son tan letales, relájate—dijo WuXian.

La alfa le miró con mala cara—¿Te recuerdo quien es la que se encarga de curar todas sus heridas siempre? Además eres el último que puede decir eso, después de cómo regresaste deberías de mantenerte callado o saldrás perdiendo.

Wei Ying mordió su lengua para evitar decir otro comentario, pues la mujer tenía razón. Pero se juró que no volvería a pasar.

Hua Cheng interrumpió el regaño:—Wen Qing, tienes razón, Dragón Blanco debe estar más que molesto. Pero justamente por eso tenemos la ventaja, las personas molestas pierden su juicio y tienden a cometer más errores.

—Entonces...—He Xuan le miró intrigado—¿Qué es lo siguiente?

El siguiente paso a dar debía ser severamente calculador, no podían cometer errores. Dragón Blanco ya iba tras ellos, y algunos de sus miembros ya habían sido expuestos, pero aún mantenían la ventaja al tener cierta información oculta para el enemigo.

Hua Cheng sonrió:—Me enteré de que un importante socio de Jun Wu llegará a la ciudad. Estamos hablando de un extranjero.

—¿Y eso que?—Le miró sin entender Jiang Cheng.

—Podemos utilizarlo a nuestro favor—explicó el alfa—Si movemos los hilos correctos podríamos ponerlo en su contra, ganar aliados y hacer que Dragón Blanco pierda fuerza.

—Eso es jugar sucio—Dijo Wei Ying.

Jiang Cheng puso los ojos en blanco:—¿Y cuando hemos jugado limpio?

—Buen punto. Me encanta el plan—declaró WuXian con una sonrisa.

He Xuan miró al Hua Cheng:—¿Qué hay del joven Shi?

Hua Cheng hizo una seña para restarle importancia:—Olvídense de ese chico, la seguridad seguramente aumentará, todo Dragón Blanco estará armado hasta los dientes. No desperdiciemos tiempo en algo tan arriesgado—dijo con voz tranquila para después darle una mirada a WuXian.

La verdad con la reciente confección de Wei Ying el alfa cambió rápidamente algunos planes. Era arriesgado acercarse tan descuidadamente a sus destinados, prefería mantenerse alejado y usar otras tácticas para llegar hasta a Jun Wu. Después de todo, acercarse a uno de los colmillos significaba acercarse al resto.

Wei Ying se sentía más tranquilo al no tener que ver al Lan. Además de que su despedida fue algo... agresiva.

Una voz que no había sonado por fin surgió.

—Y... ¿Cuál es el socio de Jun Wu?—preguntó con voz suave Wen Ning.

—Hay varios rumores—Hua Cheng lucía molesto por no tener la información tan segura—Todo se está moviendo con mucho cuidado, realmente debemos investigar un poco más.

WuXian le interrumpió:—Yo podría ir mañana con Xue Yang y sacarle el resto información que nos falta. Apuesto dos botellas de vino a que ya sabe de los los movimientos de Jun Wu.

—Aún no entiendo como esa rata consigue la información—dijo con desagrado He Xuan.

El omega se encogió de hombros:—Los Jin le dan mucho poder, es bueno para mentir y los engaños son su especialidad. ¿Qué esperabas de alguien así?

Hua Cheng miró a WuXian:—¿Te sientes bien para ir con él?—cuestionó por el hecho de que el omega apenas había terminado su celo.

Wei WuXian alzó una ceja—¿Por quién me tomas? Claro que estoy bien. Además... debo aclarar unos asuntos con él.

Jiang WanYin le miró de soslayo:—¿Es por lo del cassette?

WuXian asintió:—Se arrepentirá por eso.

—No te excedas, recuerda que es nuestro mejor contacto—le recordó Wen Qing.

Wei Ying hizo una mueca, pues la Wen tenía razón. El mejor equipo e información siempre lograban conseguirlo con Xue Yang.

—Sólo le advertiré que no vuelva hacer algo así de estúpido—dijo Wei Ying.

Hua Cheng asintió:—En ese caso cuento contigo WuXian, por mientras seguiré con los preparativos.

El primer encuentro con Dragón Blanco era sólo el inicio de todo.


Wei Ying entró sin avisar al destartalado local, tenía el tiempo medido como andar con formalidades.

—Xue Yang más te vale salir—dijo en voz alta para ir directo a un escritorio y sentarse.

Un beta con media sonrisa apareció.

—WuXian pareces infeliz. ¿En que te puedo ayudar?

El omega le lanzó una mirada seria:—Ya sabes por lo que vengo. Quiero saber del socio de Jun Wu.

Xue Yang sonrió aún más:—¿Cuál de todos?

Wei Ying jugaba con una pequeña navaja y sin verle contestó:—No finjas ser imbécil, ambos sabemos que ese papel no te queda.

—Tomaré eso como un cumplido.

WuXian suspiró:—Tómalo como quieras. Sólo habla de una buena vez.

—Lamento decir que no sé mucho.

—No te creo.

Si algo sabía WuXian es que ese beta era capaz de conseguir cualquier información, después de todo ese era su verdadero interés. La venta de armas sólo era una cortina, lo que verdaderamente hacía Xue Yang era inmiscuirse en todas partes, y después jugaba las cartas como mejor le pareciera; claro, siempre a su favor. Él era de esas personas que simplemente estaban en el negocio por diversión y entretenimiento. Su pasado parecía estar en blanco, no había información de él o alguna debilidad, además de los Jin lo protegían. Prácticamente intocable.

El beta no dejaba de sonreír en ningún momento, pero su sonrisa estaba lejos de ser confortante.

—Esto es lo que sé. Aparentemente es una persona de gran poder y arribará en la ciudad dentro de dos días. Se estará hospedando en uno de los hoteles de Jun Wu obviamente. Aunque tengo entendido que no se encontrarán ahí, creo que irá directo a la gran mansión de Dragón Blanco para hablar. Ya sabes, por precaución.

—¿De dónde es "él" exactamente?

—Italia.

WuXian no podía creer que Jun Wu se estuviera metiendo con la mafia italiana, aunque siendo honestos era una gran alianza. Si no se movían a tiempo podrían estar en graves problemas.

El beta rio al notar lo serio y pensativo que parecía el omega:—¿Qué harán con él?

WuXian sonrió levemente y guardó su navaja con la que tanto había estado jugando:—Sólo hablar.

—¿Ah sí?—dijo divertido—En ese caso te comunico de un rumor. Se dice que a ese hombre le gustan los omegas rubios y con lindas piernas.

—¿Y dices que no tenías información?

Xue Yang le miró tranquilo:—Me agradas, sólo por eso te digo lo que tengo. Por cierto... ¿Fueron útiles los planos del nuevo casino? Vi que les fue bien e incluso le hicieron una pequeña remodelación.

WuXian se encogió de hombros, él no consideraba su asalto a Cloud Recesses un éxito, por lo que ni siquiera quería tocar el tema.

—Los planos del lugar fueron acertados, gracias. Y... Sólo una cosa antes de irme...—de un rápido movimiento tomó de la mano del beta para empujarlo al escritorio. Xue Yang quedó retenido contra la superficie, su pecho se recargaba en el escritorio mientras uno de sus brazos era torcido a su espalda, amenazando con romperse si se movía.—No vuelvas a dar información nuestra. Mis colegas no están muy felices y yo tampoco.

El beta mordió su labio para evitar gritar, apenas pudo pronunciar:—Te dije todo lo que les conté a los Colmillos.

—Nunca mencionaste el cassette que les entregaste.

Xue Yang rió amargamente:—Esa perra Mo ya te lo contó. ¿Verdad?

Su agarre se hizo más fuerte, logrando hacer exclamar al beta algunos quejidos.

—Que sea la última vez.

Con esa última advertencia WuXian le soltó y le dio la espalda para marcharse sin decir más nada. Xue Yang sonrió aún más por el arranque de ira del omega.

—Tan impulsivo como siempre—murmuró una vez que estuvo solo. No sabía porque, pero ese omega le agradaba.



Justo cuando Wei Ying iba llegando a la base se encontró con He Xuan, quien iba de salida.

—He-Xiong. ¿A dónde vas con tanta prisa?

El alfa apenas le miró:—A cualquier lado mientras esté lejos de ti.

Wei Ying contuvo su risa. No entendía la actitud tan fría de He Xuan, parecía que siempre estaba de mal humor; el alfa y Jiang Cheng tenían un estado de ánimo fatal. Y eso sólo causaba que WuXian quisiera molestarles aún más, era como si provocaran a un niño pequeño a apretar un botón rojo. Realmente inevitable.

—¿Irás a buscar un lindo omega para que caliente tus sábanas?—dijo el menor para molestarle.

—Deja de decir estupideces—El alfa avanzó aún con más prisa hacia su moto, quería huir del omega lo antes posible.

—Ahhh cierto, lo olvidaba. "Tu no te acuestas con omegas". ¿Cierto?—dijo Wei Ying con burla impregnada en cada una de sus palabras. —Aunque yo dudo que alguien quiera acostarse contigo. Eres tan frío y aburrido, debes ser igual en la cama.

El alfa chasqueó la lengua:—Y tú tienes demasiada experiencia, supongo yo.

—Claro que la tengo. ¿Sabes cuántos alfa y betas mueren por estar entre mis piernas?—dijo el omega con tono coqueto.

He Xuan sabía que WuXian estaba alardeando, lo conocía bien y sabía que los comentarios cínicos como esos eran la especialidad del omega.

—Entonces. ¿Por qué tu cama sigue sola?—Preguntó el alfa mientras arrancaba la moto con intención de irse.

—Mejor solo que mal acompañando—comentó Wei Ying dando media vuelta para ingresar a la base.

He Xuan asintió lentamente:—Lo mismo digo.

Sin más, pisó el acelerador y se perdió entre las calles. Debía apresurarse y arreglar un asunto personal.

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