Una vida siendo omega no siempre es de agradecer, menos aun cuando estas en las fuerzas militares de Japón.
Naruto un omega capacitado, decide entrar de forma voluntaria a un campamento donde su vida sera un infierno, solo para demostrar que los ome...
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Sasuke despertó primero, siendo consciente que en sus brazos descansaba el rubio, no fue brusco, ni se permitió moverse aún cuando sus músculos buscaban un alivio para el malestar que le había causado dormir en el suelo.
El sol apenas salía y la fogata ahora estaba apagada con pequeños vestigios de ramas carbonizadas.
Los sonidos de los pájaros era lo que resonaba en el ambiente, a lo lejos pudo ver a Sai volando en su forma de bestia, Sasuke lo admiró por un tiempo preguntándose qué se sentía volar y tocar las nubes, sentirse libre...
El omega en sus brazos se removió un poco, buscando su aroma y Sasuke se lo concedió soltando un poco, abrazó con cuidado el delgado cuerpo, sonrió un poco al notar lo bello que se veía dormido, nunca había tenido el privilegio de verlo dormir, parecía tan tranquilo como nunca lo veía.
Su cara parecía la de un niño cuando no tenía la mirada dura y altiva, ni el ceño constantemente fruncido, ahí en sus brazos se miraba dulce, se sintió aliviado de tenerlo entre sus manos, su alfa rugía en reconocimiento.
No sabía lo que hubiera pasado si nunca se encontraba con Naruto, qué hubiera sido de su vida.
Tampoco sabía cómo decirle eso al rubio o a Itachi, cómo decirles que el medio lazo lo había dejado jodido...
Si Naruto no hubiera aparecido así de nuevo, seguro hubiera perdido la batalla con su alfa interno, y hubiera optado por vivir en lo salvaje y nunca más portar su piel humana, el primer año después de haber perdido a Haku, el dolor le consumió vivo, sus fuerzas se deterioraron y aún cuando el tiempo pasó, las pesadillas y el dolor físico nunca se habían ido.
El calor insoportable junto al frío le hacían temblar en la cama, y lo único que causaba cierto alivio era ver los ojos de su hijo, quiso mantener su faceta fuerte para no preocupar a Itachi pero se estaba perdiendo.
Nunca se había sentido tan fuera de control, nunca había sentido la soledad y el frío que le dejaba sin aire.
Cuando Naruto había regresado a su vida, fue como volver a sentirse vivo, por ello dentro de aquel beso apasionado que habían compartido, Sasuke casi se había echado a llorar sobre aquel pequeño hombro, por ello había abrazado con tal fuerza el pequeño cuerpo, Naruto le había salvado de volverse loco y de color gris.
Había sentido tal alivio, su alfa había rugido feliz, volviéndose a sentir lleno y complacido por el omega que siempre habían querido, el omega que iba a llenar su vida, el omega que le daría la fortaleza que podía faltarle.
Naruto había prendido aquel fuego dentro de sí, que había sido apagado con la muerte de Haku...
Naruto volvió para retarle, para hacerle sentir a Sasuke del pasado, Naruto era su ancla y la idea de perderlo a él también lo tenía volviéndose loco, sabía que se había vuelto inseguro, pero no quería que nadie lo notara.
