Fiare -Omegaverse-

Capitulo 32

Secretamente estaba muy orgulloso de ver su casa llena de rosas por todos lados, pero ahora comenzaba a tener dificultades para saber donde ponerlas, y además el aroma de ellas le golpeaban directamente cada mañana al despertar.

El tener doble alfa le aseguraba una doble cantidad de rosas, y aunque pensó que tener mucha atención le molestaría, la verdad era que ahora en vez de incomodarle, le gustaba, además los alfas habían mantenido su promesa, no habían regalos extras que le hicieran enojar, ni tampoco habían demasiadas cosas que un cortejo normal no tendría.

Cuando había tiempo a veces salían.

A veces era solo con Sasuke, otra veces era solo con Itachi , y otras veces eran los tres, realmente no era tan difícil como lo había pensado, siendo lo mejor de todo es que se sentía bien, miró la hora y se aseguró de tener todo listo, miró la sala de su casa y notó todos lo objetos peligrosos apilados en una esquina, había creado una zona segura, y se preocupaba de cada mínimo detalle.

Entonces la puerta de su casa se abrió revelando a Itachi con Haruki en brazos, Naruto sonrió al verlo y se acercó, entonces Itachi miro todo con cuidado viendo la zona segura que el omega había creado en la sala para el cachorro y eso le enterneció el corazón.

—Hola Haruki —saludó Naruto feliz, el cachorro reaccionó a su voz rápidamente levantando su cabecita viéndole fijamente alargando sus manitas, el omega lo tomó en brazos besando sus regordetas mejillas haciendo que el bebé riera.

—Buenos días omega —dijo Itachi besando una mejilla y Naruto le miró con una sonrisa y devolvió el saludo— Veo que estuviste ocupado, ¿no fue difícil mover todas esas cosas?

Entonces Naruto se vio atrapado, y se sonrojó un poco nervioso, fue algo que su omega le había orillado a hacer, no es que... Realmente el instinto le hubiera dicho qué hacer y por qué hacerlo, pero quiso desviar eso, así que sonrió luciendo apenado —sus intentos por no verse así fallaron— y puso en el suelo a Haruki, el bebé comenzó a moverse libremente por todo los lados.

—Con estos músculos no me cuesta nada —subió su brazo mostrando sus músculos definidos, e Itachi río enternecido, se acercó por un beso que fue correspondido de inmediato, el alfa puso sus manos en la cintura acariciando suavemente su espalda tensa y Naruto al fin pudo relajarse.

—Hiciste un buen trabajo, gracias —murmuró cerca de su cuello y Naruto sonrió tranquilo, restregándose un poco en el alfa.

—¡Tachi! —llamó Haruki— ¡Juguetes!

—Si, si, ya voy.

Itachi agarró el bolso que había llevado consigo, y rápidamente sacó los pequeños juguetes infantiles, Naruto vio la gama de colores y su variedad y quedó fascinado, Haruki se miraba muy feliz agarrando sus juguetes.

—Tiene una buena pronunciación —dijo el rubio.

—Será un chico inteligente —dijo Itachi con orgullo— No todos desarrollan el habla a tan temprana edad, hay cosas que no las puede pronunciar, y a veces cuando es muy parlanchín no se le entiende lo que quiere decir, más que algunas palabras. Pero en esos momentos es mejor seguirle la corriente.