Una vida siendo omega no siempre es de agradecer, menos aun cuando estas en las fuerzas militares de Japón.
Naruto un omega capacitado, decide entrar de forma voluntaria a un campamento donde su vida sera un infierno, solo para demostrar que los ome...
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Naruto vio a través de la ventana, había pasado un par de días después de la confesión de ambos alfas, en mucho tiempo pensó que no necesitaba un alfa para él, ni para sus necesidades y ahora saber que la vida le ofrecía dos alfas era casi una locura.
Había reaccionado de la única manera que él conocía, se había asustado y había huido, no huir así como correr y desaparecer, sino más bien un ataque nervioso y disculpas para irse por su cuenta, nunca había tartamudeado tanto como esa noche y solo recordarlo le hacía sentir vergüenza.
Y ahí estaba él, tratando de pensar si la tan sola idea de tener dos alfas podía entrar en su cabeza, aún recordaba la mirada apenada de Itachi y la dura de Sasuke, quizás ambos se habían dado cuenta que quizá y solo quizá había sido muy precipitado, ni siquiera conocía del todo a Itachi.
Aunque eso no era malo puesto que el alfa no le hacía sentir más que seguridad, pero ese no era el caso, se rascó el cuello nervioso, mentiría diciendo que había podido dormir bien en esos días, su corazón estaba acelerado y su cuerpo se acaloraba y estaba casi seguro que no era su celo.
Faltaba unos meses para ello, y no podía adelantarse tanto, hace unos años era posible por su desarreglo hormonal pero ahora no, ahora era tan regular como siempre y eso solo lo hacía peor porque eso le decía que estaba tan nervioso por lo sucedido.
Escuchó su puerta ser golpeada y brincó un poco, miró la hora y suspiró, fue abrir de inmediato notando a Neji con un traje tradicional y una bolsa con su traje y Naruto sonrió dejándole pasar.
-¿Estás bien? -preguntó y Neji le miró de reojo tratando de no contestarle mal.
-No, no lo estoy -dijo fuerte, Naruto suspiro -Cámbiate, la ceremonia está por comenzar.
Naruto asintió, acarició suavemente la cara del alfa y este le vio directo a los ojos, casi pudo ver el dolor en ellos.
Naruto tomó suavemente la ropa y fue a su cuarto, el día de la boda de Kiba había llegado, y aunque él esperó que se cancelara, los planes seguían iguales y Neji no parecía estar bien, pero ¿Quién era él para siquiera opinar o meterse en los asuntos de sus amigos? sinceramente no era tan cercano a Neji como le gustaría pero sabía que podía darle el apoyo que el alfa tanto necesitaba.
Trató de atarse el traje pero sinceramente nunca fue bueno en ello, su padre y madre nunca tuvieron el dinero suficiente para comprar un traje tan estilizado como ese, y tampoco aprendió a como poder atárselo, se sentía un poco pérdido, apretujó la tela notándola suave al tacto y algo pesada, era un traje hermoso, estaba en medio de ser un kimono y un hakama, Naruto había tomado la decisión en primera vez en su vida dejarse ver como el omega que era, sin ser tan femenino y no ocupar un kimono.
Pero realmente no podía atarlo bien y comenzaba a perder tiempo, sacó la cabeza de su habitación y Neji lo noto alzando una ceja.
