Una vida siendo omega no siempre es de agradecer, menos aun cuando estas en las fuerzas militares de Japón.
Naruto un omega capacitado, decide entrar de forma voluntaria a un campamento donde su vida sera un infierno, solo para demostrar que los ome...
Este cap va dedicado a las que me desearon suerte en mis estudios, muchas gracias
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Jadeos, más jadeos, sudor corriendo por su cuerpo, mientras hacía ejercicio, pensando una y mil veces que él iba a triunfar, no podía sentir el dolor en sus brazos a la hora de bajar y luego subir, no le temblaba el cuerpo, sus pulmones se expandían tanto como podían y él jadeaba.
Ahí en la oscuridad de la noche, se ahogaba todo lo que sentía, se fortalecía y ganaba fuerza y músculos, ahí en la noche se juraba arremeter con fuerza, cuando terminó las lagartijas comenzó con las abdominales, jadeando y gimiendo de dolor al sentir su abdomen adolorido, tenía nuevos moretes por las resientes peleas que había tenido.
Cuando terminó se levantó del suelo y envolvió sus puños en vendas y se preparó para golpear su almohada en limpios golpes, se escuchaba el letal corte del viento a la hora de golpear con fuerza.
Sentía la sangre caliente, su omega gimoteaba pero su bestia... Su bestia estaba tan inquieto como él.
Cuando escuchó un golpe sordo a las afueras de su puerta paró en seco y se resguardó en la pared, esperó por un momento para saber si alguien abría su puerta, pero no pasó, limpió el sudor y caminó hacia la puerta abriéndola, jadeó de horror, vio una pequeña lagartija con una daga incrustada en la cabeza, la sangre corría por su puerta y no quiso sentirse tan mal, buscó con la mirada aun en la oscuridad si miraba a alguien corriendo o alguna sombra.
Quien quiera que hubiera sido, estaba claro que no lo quería ahí, una parte de él sintió miedo... Pero endureció sus facciones, lo estaban intimidando, y eso no le gustaba para nada.
Se metió a su cuarto y agarró una manta, con ella quitó el cuchillo sin tocar con su piel, la envolvió con aquella manta, y luego fue por otra para poder limpiar la sangre de la puerta y envolver al pequeño animalito, cuando terminó guardó la daga, y salió al patio para hacerle un pequeño entierro al animal.
Él sabía lo importante de la vida... y admiraba cualquier tipo de vida. Ahora solo rogaba que el pequeño cuerpo que estaba enterrando no fuera algún alfa en su forma de bestia... porque si no sería parte de un homicidio más grande.
¡Y no quería estar implicado en eso!
Trato de tranquilizarse y no ser paranoico, pero la mirada pesada que sintió sobre él, le hizo voltear de inmediato, pero aun así no pudo ver nada por la oscuridad, solo sabía con certeza que había alguien ahí, a lo lejos, viéndolo, asechándolo y por primera vez en mucho tiempo se preocupó por sí mismo.
