Una vida siendo omega no siempre es de agradecer, menos aun cuando estas en las fuerzas militares de Japón.
Naruto un omega capacitado, decide entrar de forma voluntaria a un campamento donde su vida sera un infierno, solo para demostrar que los ome...
Se ahogaba, mareado busco pelear, no teniendo la fuerza y fallaba, luces y agua... bosque y calle, sangre y destrucción.
Se ahogaba, moría... golpes y sangre, cristales rotos, llamas, el fuerte olor a gasolina, jadeos, su respiración entrecortada, cristales incrustados en la piel, dolor en las costillas.
Pájaros cantando, personas, más sangre, gritos, y más golpes.
Despertó con un gran jadeo y empapado de sudor, jadeando se toco el cuerpo, y miro la pequeña habitación en la que estaba recluido, jadeo sin voz, su cuerpo temblaba, y sus ojos no paraban de soltar el dolor que guardaba.
—Mierda, mierda.
Se levantó de la cama, casi con asco, negó llenándose de enojo, y luego de tristeza, tenía bastante tiempo de no soñar con ello, mucho tiempo... su estómago se anudo con el simple hecho de recordar un poco, quizá hubiera vomitado si hubiera tenido algo en el estómago.
Fue al baño rápidamente agarrando una cubeta con agua y mojando su cara despabilo rápidamente, no podía pensar en eso, habían cosas más importantes que eso. Miro la pequeña ventana del lugar notando todavía la oscuridad clara que había, eso le dio la pauta de saber que estaba amaneciendo.
Regreso hacia su habitación viendo un pequeño plato lleno de frutas y bebidas en botellas, frunció el ceño, no iba a aceptar esa comida, pero su estómago rugió y su bestia le aruño desde adentro, Naruto siempre había sido débil a la hora de la comida, su bestia no podía ser saciada con poco, y obviamente la fruta no iba a hacer nada para calmar su hambre.
Pero aun así la tomo comiéndola, esperaba no estuviera envenenada, ya poco importaba, cuando comenzaba a comer no podía parar, así que acabo todo el plato sintiendo su estómago menos adolorido, después de haber tomado la ducha la noche anterior había caído rendido.
Abrió la botella cuando escucho una fuerte bocina sonar, quizá eso lo hubiera asustado si siguiera dormido, pero ahora no era de esa manera, se levantó sin muchas ganas y se uniformo rápido, se amarro el pelo y salió de su cuarto.
Cuando llego noto a los alfas comenzar a salir Naruto simplemente se formó viendo el sol salir por las colinas, los pájaros salieron volando y fue mágico, sus ojos claros captaron los primeros rayos y su piel brillo bajo esos rayos.
Hasta que bajo la mirada notando a Sasuke mirarlo con el ceño fruncido, Naruto rápidamente se tensó y endureció los rasgos con seriedad.
—Así será cada día soldados—comenzó Sai— ya han estado en la escuela militar saben lo que significa, hay horarios que respetar.
Comenzaron a dar los horarios de comidas, y los horarios de las actividades a realizar, Naruto presto atención, cuando finalizaron, todos comenzaron a despejarse en busca de la comida, Naruto suspiro fuerte y siguió a sus compañeros, pasando muy cerca de Sai, este le vio con burla.
