Algo que a veces odio de mí es que sobrepienso mucho las cosas.
Desde pequeña fui perfeccionista y "la niña buena" porque no quería decepcionar a nadie. Un gran ejemplo de ello es cuando tenia exámenes finales, literalmente no podía dormir pensando en ellos y hasta tenia sueños contestando el examen. Otro ejemplo es cuando compraba algo, lo que fuera, siempre llegaba a casa y pensaba "¿realmente lo necesitaba? ¿si lo voy a usar o solo lo compre por moda?". Desde que tengo memoria soy así y he querido cambiarlo, aunque sea un poco pero nunca lo he logrado.
Levanto mi cabeza para ver el despertador y veo que son las 2 de la mañana. Suspiro frustrada.
No he dejado de pensar en lo que ha pasado con Elijah y en lo que podría pasar donde no funcione nuestra "relación".
-¿Qué pasa enana?- escuche la voz ronca de mi hermano.
-Lo siento. -me disculpe por no dejarlo dormir.
-No contestaste. -ahora bostezo y me sentí peor.
-No es importante, vuelve a dormir. Prometo no moverme. -me acomode de medio lado.
-Habla, ya me despertaste. -sentí que se movió.
Suspire y me di la vuelta.
-Puede que sigan pasando los años, pero te conozco. -fue lo primero que dijo cuando me vio la cara. -¿Qué te tiene tan preocupada?
-No sé si sea preocupada, -dije confundida. -mas bien pensativa.
-Elijah. -lo afirmo.
Asentí.
-Se que no me estas pidiendo consejo, pero quiero decirte algo que siento es muy importante... en la vida. También lo decía papa algunas veces. -medio sonrió. - "El que no arriesga no gana" y el que no hace nada, se queda mirando.
-En castellano. -me rei.
-Básicamente te estoy diciendo que te arriesgues, aun eres joven y esta bien cometer errores. No estoy diciendo que Elijah lo sea, pero creo que eso es lo que te tiene pensando. -pauso. -No quiero que después de unos días o meses te estes preguntando ¿qué habría pasado si...?
Lo pensé por un momento y me senté junto a él, en la cabecera de la cama.
-Creo que tengo miedo. -hice una mueca. -Al principio solo pensaba que era por que podría perder mi trabajo y pues la amistad de él, pero luego con tantas historias que he escuchado y leído, -lo mire. -tengo miedo de enamorarme y que me lastime.
-Es normal tener miedo, -Paso su brazo por mis hombros. - pero es de valientes enfrentarlos. Se que te gusta Elijah, desde que los vi sentí que había su conexión ahí pero no dije nada para no incomodarte.
-Yo también la sentía, pero pensaba que era mas amistosa. -me reí. -En mi cabeza nos veíamos como grandes amigos.
-Si sabes que de la amistad puede nacer un gran amor, ¿no?- pregunto.
-Como lo dicen en Bridgerton. -asentí.
-No sé que sea eso, pero si. -se burlo de mi.
-Es una serie muy buena de Netflix, deberías verla. -sonreí.
-¿Lo hacemos este fin de semana? -propuso y yo asentí emocionada. -Bien, ahora de todo lo que hablamos, ¿qué piensas hacer?
-Ya me había decidido, pero las dudas atacaron mi mente. -hice una mueca. -Hablando contigo se que es mejor hacerlo que quedarme con las ganas.
-Bien dicho. -me estrecho contra su pecho. -Ahora vamos a dormir.
Bufe.
-No quiero ir a trabajar. -hice un puchero.
YOU ARE READING
Virgen a los treinta
RomanceDifícil de creer, ¿no? Quién podría creer que una mujer pudiera ser virgen a los treinta años, siendo considerada por la sociedad como alguien hermosa y que debe tener al mundo a sus pies. La verdad ella a no le importaba, no solía preocuparse por...