Cap 16.

4.9K 271 9
                                    

Después de ponerme la pijama y esperar a mi hermano mirando el techo, al fin lo oí salir del baño. 

-Siento si me demore, nunca me había relajado tanto en un baño. -dijo sentándose a mi lado. 

-Usaste la tina. -me rei. 

-Me gano la curiosidad. - rio sin ánimos. 

Algo dentro de mi dolió. Era obvio que era su primera vez bañándose en una tina. 

-Acuéstate. -lo invite, palmeando mi lado. 

Él lo hizo con cuidado, como si temiera hacer algo mal. 

-Si sabes que es una cama y no se va a romper, ¿cierto?- le pregunte.

-No quiero incomodarte, es todo. - al fin se acomodo y me miro, pero no pude identificar nada en ella. 

-No lo haces, estoy muy feliz de tenerte a mi lado. -dije, ya con lagrimas en los ojos. 

-Y yo, solo que todo esto parece un sueño y siento que voy a despertar de nuevo solo en el motel. -lo ultimo casi lo dijo susurrando. 

-Pues solo hay una solución para eso. -lo mire divertida. Me moví rápidamente, lo aplaste y empece a hacerle cosquillas. 

Duramos solo unos segundos así, ya que el me devolvió el ataque y ahora ambos estamos riéndonos, mirando de nuevo el techo. 

-No quiero que estes incomodo a mi lado, esta ahora también es tu casa hasta que desees y se que mis padres ya te adoptaron en sus mentes. -lo mire para ver su reacción. 

Él no reacciono, hasta parecía no haberme escuchado. 

-Desde que nos separamos sentí que había perdido una parte de mí. Con el abuelo estábamos preocupados, ahorrábamos todo lo que podíamos para poder viajar pero nunca parecía ser suficiente. -sentía su frustración. -Cuando al fin pudimos viajar, me instale y conseguí trabajo. Por unos meses todo estuvo bien, el abuelo estaba intentando investigar dónde podrías estar. 

-¿Cómo qué intentando?- pregunte. 

-Espero que no te enfades, pero primero busco en funerarias y hospitales; también estuvo en organizaciones que ayudaban a inmigrantes y ... ese tipo de lugares. -parecía incomodo. 

-Lo entiendo. -Tome su mano. 

Suspiro y finalmente me miro. 

-Nos rendimos después de un tiempo y Pipe finalmente tuvo que volver. Aquí entre nos, no le gusto la ciudad y creo que extrañaba a cierta amiga. -los dos nos reímos. -Yo no quise volver, algo me decía que me debía quedar. Tuve varios empleos, con lo que ganaba solo podía mantenerme apenas. En el restaurante que me encontraste apenas llevaba una semana y me iban a pagar mejor. 

-Lo siento. -me disculpe. 

Me miro divertido. 

-No lo hago. -sonreí. -Las cosas cambiaran a partir de mañana. 

-Cambiaron a penas te vi, fue como si una parte de mí hubiera vuelto. -miro de nuevo al techo. -En mis anteriores trabajos nunca pude decir lo que pensaba, siempre fui sumiso y dejaba que las personas se aprovecharan de mi, en el sentido laboral. Hoy estuve a punto de hacer lo mismo, bajar la cabeza y pedirte que te fueras; pero con tu actitud me hizo recordar muchas cosas y quise irme de allí, mas cuando ese imbecil insinuó que eras una de mis conquistas. 

-Ni me lo recuerdes. -dije molesta, a lo que él rio. -¿Por qué actuabas así? 

-Miedo supongo. No quería que me deportaran o que me despidieran. 

Virgen a los treintaWhere stories live. Discover now