Cap 17.

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Algo me decía que mi querido jefe no estaba acostumbrado a recibir de la nada abrazos. Lo pienso porque su postura es tensa y sus brazos siguen a su lado, es decir, no me regreso el abrazo. 

-Gracias. -le dije separándome. 

-No es nada. -dijo, relajándose un poco. 

-¿No te gustan los abrazos?- pregunte curiosa. 

-No lo se. -lo mire confundida. - Creo que solo me gusta cuando hay confianza y un afecto de por medio, por ejemplo con mis padres y algunos amigos. 

-Entiendo, siento si te incomode. -dije apenada. 

-No lo hiciste. -lo mire con una ceja alzada. -No del todo, solo no estoy acostumbrado. -rio. 

-Bien, cuando estes preparado serás tu el que me lo de. -sonreí. -Ahora vamos por la marmota. 

-¿Por qué lo llamas así?- pregunto divertido. 

-Si te soy sincera, no me acuerdo. -me reí. -Solo se que le queda. 

-Igual que a ti enana. -se burlo y salió  a paso veloz de la oficina. 

-¡OYE! -Grite ofendida. -Hijo de su madre. -susurre y lo seguí. 

Saliendo de la oficina iba directo a pegarle al menos un pellizco a Elijah, pero un par de ojos conocidos me hizo quedarme de piedra. 

-¿Ian?- pregunte sorprendida. 

-El mismo que viste y calza. -dijo con galantería. 

-¿Otro hermano?- pregunto Elijah confundido. 

Me reí, pero eso me ayudo a recordar por lo que venia y le di un golpe fuerte en el brazo. 

Elijah me miro confundido y se masajeo la zona. 

-Eso fue por decirme enana. -me burle. 

-Veo que sigues siendo ... tu. -dijo Ian. Cuando volví a mirarlo el parecía algo nostálgico, pero apenas se dio cuenta que lo estaba observando, cambio rápidamente de expresión. -¿Podemos hablar en privado? -pregunto. 

Asentí, un poco confundida. No comprendía que hacia acá. 

-Tenemos que hablar con tu hermano. -dijo Elijah. 

-Dame cinco minutos y vuelvo, puede ser algo importante. -le sonreí y sin esperar respuesta entre de nuevo a mi oficina, seguida de Ian. 

Me sente en el sofa e invite a Ian. 

-Bien, ¿qué pasa?- pregunte. 

-Te quería pedir un favor.- su semblante ahora era nervioso. -Mis padres vienen de visita este fin de semana y sabes que ellos no saben ... tu sabes. -lo mire divertida. Le había entendido pero era gracioso verlo así. 

-Aja. 

-Bueno, quiero que finjas ser mi ...

-Ni lo pienses, eso es de niños. -lo interrumpí. 

-Pero...

-No, si quieres te puedo acompañar y les contamos todo, pero no puedes seguir escondiéndote de tus padres. -el bajo la mirada. - Ellos te aman y creo que son de mente mas abierta que los míos, no tengas miedo. 

-Es imposible no tenerlo, sé que lo que dices es verdad pero temo decepcionarlos. 

-No lo harás. -puse mi mano sobre su hombro. - Y si llegara a pasar algo, créeme que yo les dejare en claro algunas cosas. -me miro y ambos reímos. 

-¿En serio harías eso por mí?- pregunto después de unos segundos. 

-Claro, te lo dije desde la ultima vez que hablamos. - le sonreí. 

Virgen a los treintaWhere stories live. Discover now