Caminaba sola por las calles de mi ciudad natal, a unas cuadras de mi casa. Era de noche y tenia que comprar algo, solo que no recuerdo qué.
-Mira nada más que me trajo el viento. -sentí una voz gruesa a mis espaldas.
Intente correr de inmediato, pero alguien aprisiono mi brazo con fuerza y me empujo a un callejón.
-Quédate quieta muñequita. -su sombra estaba frente a mí, pero no era capaz de alzar la mirada. -Nos vamos a divertir un rato. -me tense aun más.
-Por favor, señor. -Empece a sollozar. -No me haga nada, se lo suplico. -mi voz sonaba infantil.
-Callate niña, no me hagas hacerte daño. -se acerco rápidamente y puso mi pecho contra la pared.
Intente pensar en otras cosas para poder llevar mi mente a otro lugar, pero entonces sentí su toque asqueroso en mis piernas e iba subiendo mientras se apegaba a mí.
Solloce en silencio derrotada, me sentía asqueada y completamente sola...
-¡Sofi! ¡Nena!- alguien gritaba mi nombre. -Nena, abre los ojos.
De pronto volví a la realidad. Abrí mis ojos y vi a un Elijah muy preocupado casi encima de mí.
-¿Estas bien?- pregunto observando con cuidado mi rostro.
-No ... no lo se. -dije confundida sentándome. -¿Qué paso?- pregunte subiendo mis piernas a mi pecho.
-Estabas moviéndote de un lado para otro, gemías como si algo te doliera y no estoy seguro, pero casi puedo asegurar de que gritaste que no te hicieran nada. -se acomodo frente a mi y acaricio mi mejilla suavemente.
Me quede en silencio asimilando lo que me había contado.
Estaba realmente confundida y un poco asustada. Por alguna extraña razón sentí que en vez de ser una simple pesadilla... parecía ser mas un recuerdo.
Dios, esperaba que no y solo mi mente me estuviera jugando una broma.
Una muy pesada.
-¿Qué pasa?- pregunto mirándome fijamente.
-Creo que mi mente me esta engañando. -solté apoyando mi cabeza entre mis rodillas.
-¿Por qué lo dices? - se acomodo a mi lado y me abrazo como pudo.
-Esa pesadilla... -levante mi cabeza y la apoye en su hombro. -Llamame loca, pero siento que no solo fue sueño.
-No estas loca. -fue lo primero que dijo. -¿Quieres contarme que ... soñaste?
-Era muy niña, creo que tendría unos ocho años. -intente recordar el mas mínimo detalle. -Salía a comprar algo y un sujeto me empujo a un callejón. -su agarre a mi alrededor se hizo mas fuerte. -No recuerdo como tal una violación... solo fue un manoseo.
-¿Crees que realmente paso?- susurro.
- No lo se. -suspire. -Cuando llegue aquí y mis padres me adoptaron, me llevaron a un psicólogo. Nunca pude recordar mayor cosa de mi niñez y él le aconsejo a mis padres que no me hicieran recordar... él dijo que probablemente había sufrido algún trauma y que mi mente para protegerme, había bloqueado algunos recuerdos.
Él se quedó en silencio asimilando la información.
-Nunca recordé nada. -quite mi cabeza de su hombro, algo incomoda. -De hecho mis padres pensaron que ese doctor había exagerado mi situación.
BẠN ĐANG ĐỌC
Virgen a los treinta
Lãng mạnDifícil de creer, ¿no? Quién podría creer que una mujer pudiera ser virgen a los treinta años, siendo considerada por la sociedad como alguien hermosa y que debe tener al mundo a sus pies. La verdad ella a no le importaba, no solía preocuparse por...