Cap 15.

4.9K 286 12
                                    

Después de que mis padres se retiraran y rosita se despidiera para descansar, los demás decidimos estar en la sala y tomar algo para celebrar. 

Al inicio solo hablábamos de cocas triviales, pero luego todo se enfoco en conocernos un poco más. 

-Así que eres el jefe de mi hermana. -dijo Alejandro confundido. 

-El jefe supremo. - Asentí. -Pero quiere ser mi amigo y este pechito no se lo va a negar. -me reí. 

Creo que estaba un poco pasada de copas. 

-¿Solo amigos?¿Esas son tus verdaderas intensiones?- pregunto Alejandro, cumpliendo su rol de hermano mayor. 

Mis ojos se empañaron. 

No era tan sensible, pero dado a todos lo acontecimientos del día mas que estaba un poco feliz por el alcohol, eran las únicas razones por la que me encontraba punto de llorar. 

-¿Qué pasa?- pregunto Elijah mirándome. 

-Estoy sensible y ese idiota después de tantos años al fin esta cumpliendo su rol de hermano mayor. -ya sentía mis mejillas mojadas. 

-Te amo enana. -paso su brazo sobre mis hombros y me beso la coronilla. -Responde. -Estaba casi segura que se dirigía a  Elijah. 

-Solo amigos. -lo escuche decir. -Es una mujer excepcional. 

-Lo sé, siempre lo supe. -Alejandro me abrazo más hacia él. 

-Basta, me harás llorar aun mas. -le pegue en el pecho. 

-Auch, aun tienes la mano pesada. -se quejo de mi ligero golpe. 

-No he cambiado tanto. -le comente. 

-Hemos cambiado, pero ahora tenemos tiempo para conocernos. -lo abrace fuerte y el también lo hizo. 

-De acuerdo, esto ya es demasiado... intimo. -se quejo Kat. -Enzo, ¿quieres divertirte?- pregunto coqueta. 

Todos nos reímos, excepto el mencionado. 

-¿Qué tienes en mente?- pregunto con el mismo tono. 

-En mi habitación ...- se fue acercando a él lentamente. 

-Aja. -la incito a seguir.

-Tengo... videojuegos. -se separo rápidamente de él. -Podemos jugar Mario Kart y otros juegos, ¿vamos? - le extendió la mano. 

Enzo parecía perdido por el cambio de Kat, pero aun así tomo su mano y ambos se fueron a su habitación. 

Me quede con la boca abierta. 

-Bueno...- se levanto Elijah. -Creo que es mejor que me vaya. Es tarde y mañana tenemos que trabajar. 

Me levante con pereza y lo abrace. Se quedo tieso. 

-Gracias por todo lo de hoy. -me separe un poco de él y lo mire sonriendo . -No eres tan aburrido como todo el mundo cree. 

-Gracias... supongo. -dijo aun sin moverse. 

-Por cierto, -pase mi brazo por su cintura y quede ahora a su lado. - ¿Mañana puedo llegar tarde? Tengo que acompañar a la marmota a conseguir sus papeles. 

-Claro. -Su postura seguía siendo la misma, pero él no me apartaba y a mí no me importaba. 

-Perfecto, gracias. -volví a abrazarlo por un segundo y me separe a los segundos. 

Alejandro se levanto y ambos lo fuimos a despedir en la puerta. 

-Bien, los veo mañana. -apretón manos con mi hermano y a mi a penas me miro, sin saber como despedirse. 

Virgen a los treintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora