-Si. -dije de lo más normal.
Podría jurar que su boca toco el piso.
-¿Por qué?- pregunto asombrado.
-Por lo que le dije anteriormente.-pause y lo mire. -No que creo que la virginidad es lo más puro de la mujer y todo ese embrollo. Es solo que no he encontrado a alguien que me haga sentir algo más allá que calor, quiero a alguien que me vuelva loca en todos lo sentidos.
El parecía no dar crédito a lo que le decía y yo seguí hablando.
-No espero a un príncipe azul ni al "indicado" del que te hablan cuando eres niña. Solo quiero un amor que me consuma.
-¿Consuma?
-Si, que no me haga pensar en ... nada.
-Entiendo. -asintió, mordiendo distraídamente su labio inferior mientras miraba el piso pensativo.
-Te voy a confesar algo. -el subió su mirada a la mía. -Al cumplir mis veinte años pensé que había algo en mí por no haber estado ya con un chico, así que investigue si era normal y me llevo a tener el pensamiento que tengo. Si voy a hacerlo con alguien va a ser porque me siento segura y ese chico me tiene que volver loca y ser experimentado para que sea un momento de goce en ambas partes. -El levanto su ceja divertido, tal vez. -Leí varios blogs de la primera vez de la mujer y son un fiasco, ¿sabe? - pause y el aun parecía estar sin palabras. - Algunas ni alcanzan el orgasmo y simplemente lo fingen. Yo soy honesta y creo que si me hubiera pasado eso... Joder, es que hasta le riño por ser tan bruto. -le dije y el no pudo evitar reírse. - Al inicio también pensé que podría ser lesbiana, lo intente y la verdad no termino muy bien.
-¿Qué paso? - pregunto curioso.
-Ella se enamoro de mí y quería llegar mas allá. Yo nunca me sentí cómoda con esa relación y ella lo sabia, así que ella se alejo como si fuera la peste pero la entendí. -dije con pesar.
-¿Cómo es que eres tan abierta al tema?- pregunto sorprendido e interesado.
-No creo que ser virgen sea un pecado, ademas es estupido que llegue a ser una presión social en las y los jóvenes. Ser virgen no te define. -dije sin más y él parecía estar en otra dimension.
-Eres una mujer interesante. -dijo son una sonrisa diferente. -Nunca creí que pudieras ser virgen y no me malentiendas, eres muy guapa y apuesto que debes tener una fila de pretendientes. -dijo.
-Lo que debería ser interesante a una mujer es su personalidad, intereses, ambiciones, su esfuerzo por llegar al éxito y ese tipo de cosas. -dije un poco molesta.
-No quise decir que solo fueras interesante por ser virgen. Te conozco laboralmente, se de todas tus capacidades y lo exitosa que eres y podrás ser en un futuro debido a tu firmeza. -dijo mirándome fijamente. -Solo me pareció un ... aspecto interesante.
Asentí.
-¿Eso es todo o me puedo retirar? - pregunte con un tono mas amable e intentando cambiar el tema.
Él pareció salir de una burbuja mental y miro hacia el escritorio.
-De hecho tengo una campaña y quiero que tu la desarrolles. -dijo mirándome de nuevo y cambiando a un porte mas profesional. -Es del empoderamiento de la mujer y la marca creo que te gustara.
-¿Cuál es?- pregunte ahora impaciente.
-Absolut. -dijo y yo me morí internamente de la felicidad. Era la cuenta más importante de la empresa y juro que estaba que saltaba de un pie.
-Es genial, como mis inicios. -dije recordando mi trabajo de la universidad.
-Así es, pero quiero que se mantenga entre nosotros. Tengo a Alan rogando por esa cuenta, así que espero que no me decepciones. -dijo con seriedad.
-Esta bien, pero necesito al menos cinco personas que trabajen conmigo es esa campaña- dije pensando en todo lo que podríamos hacer.
-Bien, yo estaré pendiente de todo y también sí puedo trabajar con ustedes, lo hare. -dijo más amable.
-Seria todo un honor, señor. -me levante. -Por cierto, ¿qué va a hacer con este perrito?-dije con el en las manos.
-¿Te lo quieres quedar?- pregunto levantando una de sus cejas con una sonrisa.
-Sip.-dije como niña chiquita.
-Llévatelo, pero quiero verlo de vez en cuando. Tienes permiso para traerlo a la empresa. -dijo levantándose y acariciando el lomo del perro.
-Claro, si me disculpa voy a reunir a mi grupo para empezar desde ya. -dije pasando de su lado.
-Esta bien. Que tenga una excelente tarde. -dijo caminando a su escritorio.
-Igualmente señor. -conteste y me dirigí a mi oficina.
🍃🍃🍃
-Definitivamente no entiendo a el Señor Katasaros. -le dije a Kat.
-¿Por la reunión que tuvieron o por llenarte el tanque?- pregunto riendo.
-Por ambas. -mire de nuevo la pantalla de mi computador.
El guardia de turno me había enviado el video de cuándo se ve a alguien llenar el tanque. No fue propiamente el señor Katsaros quien lleno el tanque de mi camioneta, pero sí conozco a los hombres de seguridad que a veces lo rodean y estaba segura que el hombre del video era uno de ellos.
-Le enviare un correo agradeciéndole o si lo encuentro cuando nos vayamos lo hago en persona. - comente viendo la hora. -Creo que es mejor irnos.
-Hoy sí tienes que llevarme al apartamento, tengo que ir alistando mis cosas. -se veía emocionada y yo lo hice al instante. Se siente bien ayudar a las personas que quieres. -Y dime, ¿de quién es esta preciosura?
Milo estaba en el sofa de la oficina durmiendo mientras Kat lo seguía consintiendo.
-Nuestro, va a vivir en el apartamento y con el permiso del jefe puede venir.-dije feliz.
-Eso es genial. Los perritos siempre relajan el ambiente en un espacio lleno de estrés.-dijo mirando la oficina.
-Por cierto tengo buenas noticias, pero hasta mañana te las dire y ademas tenemos que comprarle cosas a Milo. -Dije recordando que no tengo nada para el cuidado de perros.
Tome mis cosas del escritorio. Milo seguía dormido, así que lo lleve cargado y todos mis compañeros se acercaban a despedirlo.
Se había ganado el corazón de todos con su ternura.
🍃🍃🍃
Kat llevo a Milo en sus piernas mientras íbamos en el auto. Ya había comprado concentrado, un liquido para quitarle las pulgas, shampoo y jabón, su camita y una especie de recogedor para recogerle sus eses.
Después de una hora había llegado al apartamento y Rosa se asomo. Al ver al cachorro casi salto de la alegría y me lo arrebato de mis brazos.
-Veo que ya hay un nuevo favorito. -le dije con gracia.
-Tu siempre vas a ser mi favorita, pero el va a ser mi compañía cuando no estes. -dijo feliz cuando el Milo le lamió la cara.
-Se llama Milo, mientras crece se va a quedar conmigo en las noches, ¿de acuerdo? - le dije y ella asintió. Era obvio que lo amaba, mis papas no podían tener mascotas porque eran alérgicos a casi todos los animales, así que seria interesante tener uno.
-Vamos a la cocina y le damos de comer. Por cierto, pedi domicilio de ese lugar de sushi. -dijo caminando a la cocina.
-TE AMOO- le grite y fui detrás de ella.
Gracias por leer ❤️
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Virgen a los treinta
RomanceDifícil de creer, ¿no? Quién podría creer que una mujer pudiera ser virgen a los treinta años, siendo considerada por la sociedad como alguien hermosa y que debe tener al mundo a sus pies. La verdad ella a no le importaba, no solía preocuparse por...