Cap 9

5.7K 330 5
                                    


-Olvídalo. -dije meneando la cabeza. Mire al chico que estaba atendiendo y le sonreí para empezar a ordenar. -Hola, ¿me puedes dar un raspado de lima, por favor? 

-Claro guapa. -dijo el sujeto amablemente retirándose para prepararlo. 

Por si no lo había mencionado antes, me encanta el acento español y argentino. Puede ser porque crecí viendo novelas o series argentinas y últimamente en Netflix me la paso viendo series españolas.

-Te sonrojaste. -dijo de la nada Elijah. 

-Debe ser el calor. -dije encogiendo mis hombros. 

-Pensé que se debía al chico que te atendió. -dijo como burlándose. 

-Me encanta su acento, pero no por eso me mojo las bragas. -dije sin pensarlo. 

Y ahí esta otra vez mi lengua. O como lo dice Grey, lengua viperina. 

El me miro asombrado y puedo decir que un poco sonrojado. - Tu lengua es muy suelta, ¿sabes? 

-Lo sé y tu no has parado de decirlo. -dije sonriendo al ver que el chico venia con mi bebida. -Gracias, ¿cuanto te debo? - pregunte tomando el vaso. 

El miro primero a mi jefe y luego a mi. -Hoy invita la casa. -me sonrió. 

-Si es así, yo quiero uno igual por favor. -dijo mi jefe en un tono serio. 

-Creí que no entendías muy bien el español. -le dije mirándolo con gracia. 

-Se lo basico. -se escuso. 

El chico se retiro a hacer el otro granizado y mi jefe puso cara de amargado. 

-Como tu digas. -Dije comiendo un poco del granizado. -¿A dónde vamos ahora?- pregunte mirando a mi alrededor. 

-Esperamos mi granizado y luego vamos al hotel. -Dijo de nuevo bajando la guardia. -La verdad el viaje, mas esta caminata me ha dejado exhausto. 

-Eres un bebe, pero esta bien. -dije. -Creo que nos vendría bien un descanso para lo que tenemos que hacer mañana. 

-Si mañana todo marcha bien, es probable que volvamos antes de lo pensado. -dijo mirando que el chico venia con otro granizado. - Gracias. Toma por las molestias. -le dio unos diez euros por lo que pude ver. 

El chico rápidamente le agradeció y nos fuimos de ahí. 


Al llegar al hotel solo pedimos servicio a la habitación para una pequeña cena silenciosa. Después nos despedimos y nos fuimos cada uno a nuestro cuarto. Mi pijama era corta y se podría decir que sensual, pero no me importaba porque nadie la vería y era extremadamente cómoda para dormir. 


-Sofia, mas vale que estes lista. -dijo llamando a la puerta Elijah. 

-Si, -dije abriendo la puerta- solo me falta ponerme los zapatos. -volví a la cama para ponerme unos tacones negros para la dichosa presentación. Al levantarme tome mi bolso y salí bajo la mirada atenta del jefe. 

-Vaya que vas a impresionar. -dijo sonriendo. -Lindo vestido, nunca te había visto así en el trabajo. 

-Es por la presentación. -dije mirando mi vestido beige, un poco apretado pero a la vez muy cómodo. - Sino me verías en mis típicos tenis medio elegantes y ropa neoyorquina. 

-Bien. Entonces apresuremos paso para que puedas estar cómoda en la tarde. -dijo el abriendo la puerta de la suit como un caballero.

-Me gusta la idea, espero que no haya tantas preguntas, ni presentaciones. -dije pasando a su lado caminado hacia el ascensor. -No creo soportar a nadie con estos zapatos.

-No creo. Pero si llega a pasar, inventamos algo y nos escapamos. -dijo atrás mío. 



La reunion fue un éxito y cerramos contrato con ellos. Decir que Elijah parecía extasiado era quedarse corto, él aparentaba estar conforme con el negocio pero sabia que por dentro estaba saltando como un niño pequeño.

Como era de esperar, el presidente de la compañía nos ofreció almorzar con ellos pero Elijah declino la propuesta por supuestos síntomas de jet lack de mi parte. Amablemente pospuso el almuerzo para el día siguiente y los dos contestamos que asistiríamos con gusto. 

-Te debo una. -dijo Elijah. -Gracias por trabajar tan bien en la empresa. -expreso con gratitud. 

-No me debes nada. Me pagas ¿si te acuerdas? - le pregunte con gracia. -Ademas, trabajar en tu empresa es una enseñanza constante y también un reto a superar expectativas. -me relaje en el auto en el que íbamos al hotel. 

-Bueno, eso es gracias a todos los empleados. -Dijo sonriendo al fin. - Agradezco en serio la lealtad y compromiso que tienen todos a la hora de trabajar. 

-Deberías decírselo a todos. -lo mire y el apenas levanto las cejas. - La mayoría te tacha de ser una persona fría, algo desagradable y  taciturna. Apuesto que si demostraras o dijeras algo de lo que acabas de decirme trabajarían con mas esmero. 

El pareció meditarlo en su cabeza. -La verdad pensé que solo me miraban con respeto. - empezó a decir. -Tal vez deba decir algo al respecto. - se encogió de hombros. 

-No te estoy diciendo que estreches manos con ellos. -suspire. -Solo al menos deberías darles las gracias por su trabajo y tal vez bajarle un poco a esa actitud fría que tienes para que noten que eres una persona respetable con la que sea un orgullo trabajar.

-Pensé que ya creían que trabajar en la empresa era un orgullo. -dijo seriamente. 

-No me malentiendas. -Le puse mi mano en su hombro. -Es un honor, pero creo que hace falta un poco de respeto y educación reciproca. Es decir, que tu devuelvas un saludo o que a veces te acuerdes del apellido de algunos ... ese tipo de cosas suman puntos. 

-Veremos. -respondió. 


Cuando llegamos a la suit estábamos muy callados y era casi incomodo hablar. Iba a ir a mi habitación sin decir nada, ya que sentía que podia dormir hasta parada, pero Elijah hablo primero. 

-Gracias por ser tan sincera conmigo. No estoy acostumbrado a que las personas me aconsejen cosas o me digan como actuar, pero sé que lo haces como una critica constructiva. -dijo mirándome fijamente. 

-Lo es, no lo decía para que dejaras de presionar porque después de todo ayuda a trabajar y tener éxito. - sonreí. -Pero bueno, estoy cansada y siento que me atropello un camión con todo y zapatos.

-Entonces descansa. Nos vemos en un rato. -dijo volteándose. 

-Espera. -dije. -¿Quieres acompañarme? - le pregunte. Su cara se torno sorprendida. - me reí por su reacción. - Es solo que no me gusta estar sola por mucho tiempo. 

Él estuvo unos minutos en selección mirándome, luego negó con la cabeza y se dirigió a su habitación sin decir una palabra. 

Raro, pense. 


Gracias por leer ❤️ 

Virgen a los treintaWhere stories live. Discover now