Cap 11.

6K 335 11
                                    

*Foto de multimedia tomada por Stefan Vladimirov*

Sé que había exagerado, pero sus palabras no me las esperaba y mas cuando dijo que no actuaba como virgen. Nunca me han cuestionado por ello, mas que por apariencia y porque no me conocían. 

-Señorita, estamos a punto de aterrizar. - dijo la azafata sacándome de mis pensamientos. - Abróchese el cinturón. -Lo hice casi de inmediato y ella se retiro. 

Por suerte Kat compro un vuelo directo que duraba no mas de 10 horas, por lo que llegaría tipo cinco de la tarde o más temprano, la verdad no sabia muy bien. La verdad moría por dormir en mi cama, descansar un día de trabajo y del jet lag. 

En el aeropuerto contrate el servicio privado de la agencia, no confiaba mucho perder un taxi  o Uber a estas horas y ademas conocía al conductor. El señor Flores es un viejito muy mono que prácticamente se ganaba la vida de chofer para mantener a su nieta que esta en la universidad. La empresa tenia este servicio para evitar que hubieran incidentes, tambien que sus trabajadores tuvieran seguridad a la hora de trabajar horas extra y pudieran llegar a casa a salvo.

El señor Flores apenas me vio, salió a abrirme la puerta y tomo mi equipaje para dejarlo en la cajuela.  Casualmente había una almohada y una cobija, le agradecí el gesto y aproveche para dormir en el trayecto. 

-Niña Sofia, llegamos a su morada. - él me llama así porque le recuerdo a su nieta. 

-Gracias viejito, - me acomode de nuevo en la silla. -Te invito a almorzar mañana con tu nieta, no me vayas a quedar mal. 

-Claro que no. -sonrió y salió para bajar mi equipaje. Luego abrió mi puerta y yo baje adormilada. -Descansa, yo llamo a Rosa para avisarle de tu invitación. 

-Gracias. -sonreí porque sabia que solo lo hacia para llamar su amada. La vida da muchas vueltas y ellos fueron novios, el jura que se volvió a enamorar y mi nona no me ha dicho nada aun. - Tu también descansa un poco. - le di un beso en la mejilla y entre.

Ingrese al apartamento y tenia tanta pereza, que decidí ir a la habitación de huéspedes que era la más cercana y me acosté aun en sudadera. 


Me sentía observada, pero mi sueño ganaba y no abrí los ojos. De la nada sentí como alguien me lamia la cara y eso sí me hizo despertar. Primero escuche varias risas y luego sentí como me aplastaban, sus olores hicieron que mis ojos se aguaran y sentí un gran calor en mi cuerpo. 

-Sonríe, estoy grabando. -dijo Kat apareciendo en mi campo de vision. 

-¿Qué hacen aquí?- dije abrazándolos de vuelta. - ¿No se suponía que estaban en las Bahamas por dos semanas mas?

-Se nota que nos extrañaste. -dijo mi madre con sarcasmo. Aun seguía pegada a mí y la verdad no me importaba en absoluto.  

-Los extrañe mucho, es solo que me tomaron por sorpresa. - los abrace con más fuerza. 

-Era la gracia. -dijo separándose papa. -Tu madre no soporto estar tanto tiempo sin ti y siendo franco, yo tampoco. -suspiro con dramatismo. 

-Y ahora estamos aquí. -dijo mi mama.- Aunque hubiera sido mejor encontrarte apenas llegamos, a cambio nos hiciste buscarte por todo el apartamento y Milo fue quien te localizo. 

-Estaba cansada y quería la cama mas cercana. -me encogí de hombros.  

-Bueno. -dijo kat. -Muero de hambre y tenemos invitados esperando por ti. -dijo señalando afuera. -Yo de ti me doy una ducha y salgo a atenderlos. 

-¿Qué hora es? - dije sorprendida. 

-Medio dia. - dijo Rosa asomándose.

-Bueno, en diez minutos me baño y ya bajo. -me levante y corrí a mi habitación. 

Virgen a los treintaWhere stories live. Discover now