•Extra 1/2•

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-Es el quinto que renuncia señor- un pelirrojo de baja estatura se inclina levemente comunicándole a su jefe lo que había pasado, este, notablemente molesto, asintió mientras maldecía el nombre del empleado que recientemente había presentado su carta de renuncia-.

El dolor de cabeza con el paso de minutos se hacía cada vez más grande y pesada, sufría de migrañas constantes y el sonido del reloj en la pared ceniza le producía más estrés del que podía soportar.
Salió de la oficina yendo hacia el área de descanso, las miradas fueron dirigidas hacia él pero ninguna se posó sobre sus ojos, más de la mayoría conocía el carácter frío y explosivo de Guren Ichinose, jefe de su compañía que empezaba a hacer una de las más importantes en Japón desde años atrás.
Se había ganado el respeto y el miedo de muchos empleados, y era extraño verlo caminando por los pasillos a esa especifica hora, momento en donde concurrentemente trabajaba y odiaba ser interrumpido.
Dentro de la sala de descanso, prendió un cigarrillo y dejo que el sabor del tabaco se posara en su lengua, sus hombros se relajaron un poco al expulsar el humo, por ahora era lo único que le relajaba del estrés, estaba más que cansado de su turno laboral y muchas veces se había desquitado mandando a todo mundo a la mierda.

Vió su teléfono cuando una llamada interrumpió su intento de relajación, contestó luego de maldecir levemente.

-¿Que mierda quieres Norito Goshi?- Guren con una notable migraña empezando a odiar el sonido de su teléfono, le habló a su compañero de trabajo, quien este, ya acostumbrado al tono irritado del pelinegro, sonrió un tanto burlón de escuchar a su amigo de nuevo-.

-Guren...Guren...¿Alguna vez haz pensado en volver a coger? Porque en serio te hace falta un- antes de continuar con su broma, fue abruptamente interrumpido por el molesto e irritable hombre al otro lado de la línea -.

-Escucha cabrón, espero que tu maldita llamada tenga una muy buena razón porque te juro que si no la hay, no volverás a llamarme en toda tu puta vida con lo que te diré - espetó seco y frío sin titubear, el rubio rió al escuchar al pelinegro, si Guren lo hubiera tenido de frente, sin dudarlo un puñetazo hubiera caído en la mejilla del viejo-.

-Bien bien...Guren solo tienes 26 años, relájate un poco de toda la basura delante de tu escritorio, a tu edad yo estaba viajando a todos lados gozando de mi juventud ad-

-Suenas como un maldito anciano Goshi, déjate de rodeos y dime el por qué de tu llamada, no tengo todo el día- nuevamente fue interrumpido, ya sé hacia costumbre sus llamadas pocos duraderas y las charlas sin humor del de ojos violáceos, el rubio lo conocía más de lo que aparentaba hacerlo-.

-Ya me entenderé que llevas como alrededor de 3 o 4 abogados que renuncian en los últimos 6 meses-

-Realmente ya van siendo 5, hoy se fue uno más - le dio una colada a su cigarrillo mirando el suelo, se sentía agotado de tener que cambiar de abogados por que los imbéciles buenos para nada (como los solía llamar el pelinegro) tenían un humor o forma de trabajar que Guren no estaba dispuesto a tolerar, así que o les descontaba el sueldo o simplemente los trataba como se debía, nuevamente como debían ser tratados según el señor con el traje de novecientos dólares-.

-¡No me jodas hombre! Ahora espero que me beses el culo con lo que te voy a decir- las palabras del rubio captaron la completa atención del hombre, este realmente interesado, botó el cigarrillo pisandolo para apagarlo, para luego caminar hacia uno de los ventanales del edificio -.

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⏰ Last updated: Aug 24, 2021 ⏰

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