• [ C A F E T E R Í A ] • YuuMika

•Capitulo 6•

~•Yūichirō•~

-¡Yūichirō-sama!- aquella voz termino por despertarme de mi sueño, sin reprochar me descubrí de las sabanas que tapaban parte de mi cuerpo -.

-¿Mmh...? ¿que pasa?- dije con voz ronca por despertarme recientemente -.

-E-es hora de despertar Yūichirō-sama o llegará tarde a su escuela- talle ambos ojos tratando de sacarme el sueño de encima-.

Bufé cuando vi la hora en el reloj de la pared.

-Si, si, puedes retirarte- respondí frío sin importarme ser educado -.

Segundos después escuche la puerta cerrarse dándome a entender que la mucama se había ido, suspire con pesadez y me levante de la cama rumbo al baño a darme una ducha.

Salí de la ducha con una toalla enrollada en la cintura, me coloque el uniforme y baje al comedor a desayunar.

No había nadie en el comedor, solo una nota de Shinya que decía que los dos lamentaban no poder desayunar conmigo porque tenían una importante reunión con una empresa.

-¡Maldita sea!- arrugue el papel y lo diré al piso molesto-.

No era la primera vez que hacían algo así.

-¡Vayanse a la mierda ustedes y su maldita empresa!- me aleje de ahí, tomé mi mochila y salí de ahí sin comer nada-.

Aunque tampoco tenia apetito

Cerré la puerta de un empujón que produjo un sonoro eco, me acerque al chofer que me llevaría a mi escuela.

Bueno, eso es lo que creen - pensé irónicamente.

-B-buenos días, seño...-

-Hoy no me llevaras- proclamé interrumpiendolo bruscamente -.

-¡Pero s-señor!- la sorpresa era notable en la cara del hombre, pues solo cumplía ordenes-.

-¡Silencio!- lo interrumpí de nuevo- si tienes alguna queja de BakaGuren dímelo, yo le explicaré la razón por la que usted no me llevó a mi escuela -.

Camine hacia la salida sin mirar atrás, no me arrepentía de lo que había hecho porque lo que ellos hacían ya me tenia harto.

Corrí por la acera para evitar que algún periodista me viera y me empezará hacer preguntas.

Mas adelante pare la velocidad con la que comencé a correr sin preocuparme si alguien me viera ya que estaba suficientemente lejos de la mansión como para que se dieran cuenta de quien soy.

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Llegué a la escuela agotado por correr durante casi media hora, había venido a pie desde mi casa y esta quedaba algo lejos de aquí. Fue mala idea no tomar un autobús, me hubiera ahorrado energías.

Camine por el patio adentrandome en uno de los pabellones correspondiente a mi primera clase que comenzaría en unos minutos.

Choque con varias personas en mi camino, me disculpe sin detener mi caminar porque de verdad tenia que llegar a mi clase.

Cuando llegaba a mi aula el profesor de matemática esta por cerrar la puerta en mi jodida cara.

–¡Espere!–grite llamando la atención del profesor que volteó a verme–.

–Si no me equivoco usted debe ser el transferido– dijo con un acento muy extraño cuando yo ya me encontraba a su lado–.

–Así es–le respondí sin emoción –.