•Capítulo 33•

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~•Yūichirō•~

–¿Y dices que aún no lo haces con él?–.

Bufé rodeando los ojos arto de escuchar las preguntas que Shinoa, la miré con molestia suspirando por milésima vez.
Desde que volvimos del instituto no ha parado de hablar, y eso empezó a estresarme desde que entramos a mí casa.
La chica seguía ilusionada con nosotros y era una acosadora cuando el nombre de Mika aparecía en las conversaciones, un punto menos para mí en el nivel de mí paciencia.

–No, solo llevamos casi dos meses, ¿no crees que deberíamos esperar?– alcé una ceja hablando con aburrimiento, miré el techo de mí habitación deseando que dejara de preguntar cosas estúpidas–.

–¿Y cuando planeas hacerlo?– escuché como se rió al momento en que maldeci su nombre levantándome bruscamente de la cama ya cansado de escucharla–.

–¡Ay no lo sé! Solo–

Escuché mí teléfono vibrar con un mensaje nuevo, suspiré otra vez y me estiré para alcanzarlo en una de las mesillas de noche al lado de mí cama. Desbloquee el móvil y vi un mensaje de Guren.

Llámame cuando veas esto

Hice una mueca de disgusto, me levanté de la cama y salí de mí habitación para tener más privacidad.

Cuando estuve en el pasillo marqué el número y no esperé mucho para escuchar la ronca voz de mí padre.

–Yuu, te llamo para preguntar cómo estás, Shinya está preocupado por ti– habló apenas contestó mí llamada, tragué saliva aclarando mí garganta–.

–Estoy bien, ya me extrañaba que no llamaran– sonríe apenas, bajé mí mirada al piso un poco desanimado–.

–Las cosas por acá no andan muy bien, tenemos nuevos proyectos y obviamente el gasto de dinero son bastante fuertes, Shinya está muy aturdido por eso– sabía que estaría cerrando los ojos y frunciendo el ceño, esa manía que tenía cuando hablaba de algo serio y que le preocupaba–.

–¿Puedo hablar con el?–pregunte a los segundos luego de escuchar lo de Shinya–.

–Claro– se escuchó un corto silencio y sus voces a lo lejos, después de esperar, escuché su alegre voz contestarme–.

–¡Yuu! Hola...¿Estás bien?– sonreí de lado, ya había extrañado el que me hablara, seguramente porque yo era bastante pegado a él–.

–Yo estoy bien, Guren dice que estás muy estresado por todo, se qué sabes lo que pienso de eso–.

–Si, estoy tratando de distraerme, Guren sabe cómo hacerlo– soltó una sueva risa, rodee los ojos sonriendo sin poder evitarlo–.

–Espero que puedan visitar algunos lugares en Nueva York, después me dicen como estuvo–.

–Esta bien hijo, te pondré una suma de dinero en tu cuenta para que pagues el instituto el mes que viene, y un poco más para cubrir los gastos que vengan–.

–Bueno, estaré al tanto– pase una de mis manos por el cabello alborotando los mechones más de lo que ya estaba–.

–En fin, te llamaremos otro día hijo, cuídate mucho–.

– Ustedes también, adiós– colgué como después, suspiré recordando el mal momento de la última vez que nos vimos, aún me sentía un poco incómodo de hablar con Guren, supongo que el también sentía lo mismo–.

Entre en mí habitación y vi a Shinoa echada en mí cama jugando con su celular, la miré y pasé de largo a uno de los muebles al lado de la ventana.

• [ C A F E T E R Í A ] • YuuMika Where stories live. Discover now