•Capítulo 36•

1.3K 131 82
                                    

~•Mikaela•~

Su mirada conectó con la mía apenas se mostró por la puerta, la dureza en sus ojos era inexistente en ese momento, por lo que no me intimidaba ni me perjudicaba su presencia en esa habitación blanca.

–El doctor está afuera hablando con el chico de cabello morado, yo... pasé a verte– Krul estaba parada en la puerta mirándome, su expresión era tímida y su aspecto era completamente diferente a como lo recordaba, justo hoy había venido a buscarme, y aún no estaba totalmente tranquilo por todo–.

–Hola...no es necesario que me buscaras, estoy bien– le di una sonrisa apagada, mí aspecto no era el mejor y debía entender que no podía darle más, estaba lo suficientemente cansado como para prolongar charlas innecesarias–.

–Aun así me preocupé...yo pagaré lo que sea necesario, no tienes que angustiarte por nada– se acercó un poco a mí y me regaló una mirada cálida, como de madre, desvié la mirada un segundo viendo a Yuu-chan, que se veía muy tierno con el ceño fruncido al no entender lo que pasaba, tal cual como un niño–.

Al verlo, sonreí y volví a mirar a Krul, estaba seguro que si insistía tanto en que yo fuera parte de su vida, era porque en mí había visto a un hijo, me hacia sentir bien, además, creo que solo necesito hablar con ella un poco más.

–Espero que pronto pueda ir a mí casa, así que, creo yo que sería conveniente que habláramos, porque hemos... empezado en un mal paso – hablé algo serio, Krul sonrió levemente y se acercó completamente a mí tomando una de mis manos, al ver su acto ella se alejó un poco apenada, pero yo le di a entender que estaba bien.

Luego de un rato el doctor pasó a revisarme.

-Hola, ¿Cómo te sientes?- su rostro sombrío por la edad me dio la impresión del cansancio que invadía su mente, le sonreí un poco y me devolvió el acto-.

–Me siento bien, pero siento el cuerpo algo cansado- le comenté con sinceridad, Yuu-chan al escucharme entrelazó nuestras manos y me miró un poco apenado, le sonreí para darle a entender que no debía preocuparse–.

El doctor me indicó que debía descansar, mí repentino fallecimiento en la cafetería fue causando por el estrés y por la falta de sueño, que supuse ya en mí cabeza que era por el instituto y el trabajo, no quería sonar grosero, por lo que me dediqué solo a escuchar lo que decía el médico.
Luego de un rato me quedé con Yuu-chan en la habitación, se notaba que seguía preocupando, no podía culparlo, en una situación similar y con los papeles contrarios yo estaría igual que preocupado que él.

Luego de unos días, me hallaba en mi casa descansando, la escuela había entendido mí estado de salud presenta en una hoja firmada por el médico que me atendió, por lo que ahora estaba en mí casa disfrutando del pequeño stop que le había dado a mí rutina, pero con frío, mucho frío.

–Estaba asustado...

Su voz triste y preocupada invadió mí mente recordando los momentos que pase en el hospital, su mirada era diferente, supe en ese instante que definitivamente me quería.
No sabía porque estaba tan seguro, pero nuestra conexión, fue diferente...más fuerte.

Lo extrañaba, ese sentimiento que se tiene, que te presiona en la boca del estómago, que te hace concentrarte en todo, cuando el tiempo te tortura pasando cada vez más lento, cuando te metes así entre tu memoria y pensamientos.
No quería molestarlo, era conciente que estaba en clase,y me enojaba que fuera tan inmaduro.

Te quiero Mika

De nuevo esa voz del pasado, sonreí al recordar lo que me dijo, pegando mi cabeza a la ventada que daba afuera, el frío del vidrio hizo que se me erizara la piel, un autoreflejo por la baja temperatura que me hizo estremecer.

• [ C A F E T E R Í A ] • YuuMika Where stories live. Discover now