• [ C A F E T E R Í A ] • YuuMika

•Capítulo 27•

~•Yūichiro•~

Quede confundido con sus palabras, quería preguntarle si había escuchado bien o simplemente era un producto de mi imaginación, pero una parte de mi me decía que no estaba confundido, trague saliva en un intento de calmarme, miré de reojo los pálidos labios del rubio, relamí los míos con la intención de besarlos, pero no sabía si era correcto, aseguraba de que él estaba confundido, y que yo solo pertenecía a las pruebas que él estaba creando para poder saber que era lo que sentía, y no era justo.

Pero no podía controlar mis impulsos, quería besarlo, poder sentir su cuerpo pegado al mio, sentir como torpemente intentaba seguirme el paso cuando lo besaba, escuchar su agitada respiración, tocar la suave piel de sus mejillas, quería sentir todo eso, y no podía negarmelo.

Me acerqué lentamente y nuestros labios se conectaron en un beso que empezó siendo lento, llevé mi mano a su cintura y lo acerqué aún más a mi, su torpeza era evidente, pero me gustaba su inexperiencia, sus labios temblaban sobre los míos provocando que una pequeña sonrisa se formará en mis labios, la quite próximamente y seguí besándolo.

Sus manos temblorosas se posicionaron en mis brazos, un poco más arriba de mis codos, sin darnos cuenta el beso se hizo más profundo, introduje mi lengua en su cavidad bocal y jugué con la suya, escuché un pequeño gemido morir en su garganta, a lo que yo mordí suavemente su labio interior.

Me separé de él al escuchar el sonido de la puerta siendo abierta, el chico se separó por completo de mi y corrió en dirección a la salida, espere algunos segundos en mi mismo lugar, pronto escuché pasos de más de uno, hablaban entre ellos y parecía que la conversación no era muy agradable.

Cuando los vi acercarse a donde estaba limpié mis labios con la manga de mi camisa, respiré hondo y me tranquilice lo más que pude.

Es mejor irme ahora

Visualice a dos chicos al lado de Mika uno más alto que el otro, al más bajo ya lo conocía, trabajaba en la cafetería donde lo hacía yo también y una vez llamó a Mika "Rubio" y lo gritó en el comedor de la escuela, fue divertido ver la reacción del de ojos zafiros.

Él más alto, no lo conocía en absoluto, tenía el cabello casi negro, una ojeras bastantes notorias en su pálida piel casi enfermiza, fue el primero que me miró, después el más bajo y por último Mika me miró entre nervioso y asustado.

–Yo te conozco…– el tipo de cabello morado me señaló con un dedo entre cerrando los ojos, lo miré pareciendo confundido, miré de reojo al de cabellos claros pero este evito mi mirada –.

–Puede que si…de todas formas tengo que irme– me dirigí a la sala ignorando a los presentes, cuando me adentré en esta busque mi mochila y eché mi laptop en ella, la cerré, me di la vuelta dándome cuenta de que los chicos observaban cada movimiento que hacía, trague saliva y pasé de largo ignorándolos nuevamente–.

Llevé mi mochila y me la coloqué al hombro, suspiré y abrí la puerta rápidamente, giré en mi mismo eje buscando la mirada del cabellos claros, cuando la encontré sonreí levemente y sin más salí.

En serio que ese chico me vuelve loco.

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~•Mikaela•~

Rodaba en mi cama totalmente sonrojado, no podía sacar de mis pensamientos lo que había pasado hoy, de la forma en que actúe, en como me comporte, en como el me besó y lo bien que se sintió…

Va a explotarme la cabeza en cualquier momento, no tengo idea de lo que siento, nunca había experimentado algo así, tenía miedo, mucho miedo de lo que pasaría si tomaba alguna mala decisión, sabía que estaba lastimando a Yuu-chan por mi confusión, pero ni siquiera yo me entendía.

Tenía miedo de que el se aburrira de todo esto, que se canse de esperar y que se vaya, no quería eso, pero necesitaba estar seguro de todo, antes de darle la oportunidad para dar aquel paso, me sentía inseguro de no ser suficiente para el, de que se de cuenta de que en verdad no valía la pena, eso me destruiría por completo.

Lleve mis manos a mi cara y me cubrí los ojos, suspiré sintiendo ese cosquilleo en la nariz cuando sabía que lloraría, todo esto me tenía realmente mal.

Respiré profundamente calmando mis ganas de llorar, miré el techo de mi habitación perdiéndome en mis pensamientos sin darme cuenta, trague saliva, por impulso, pasé las yemas de mis dedos por mis labios recordando cuando mordió estos mismos hace unas horas, mi corazón empezó a latir frenético, deseando que lo volviera a hacer…

Quiero que este aquí conmigo…

Abrí los ojos al darme cuenta de mis pensamientos, me senté de golpe en la cama parándome de esta dirigiéndome al baño, abrí la puerta de este y fui al lavabo, giré la llave del agua y mojé mi cara mirando mi reflejo en el espejo, suspiré con cansancio, necesitaba dormir.

Unos golpes en la puerta hicieron que despejara los pensamientos de mi cabeza, caminé hasta esta y la abrí encontrándome con Lacus, este parecía avergonzado y decaído.

–¿P-puedo hablar contigo? – dijo en un susurro hablando más para el que para mí –.

–Mmm…está bien, pasa– me hice a un lado y permití que entrara a mi habitación, este pasó, rápidamente se dirigió a mi cama y se sentó en esta dejando un espacio a su lado –.

–Yo…lo que tengo que decirte es realmente importante, no se como reaccionarás, pero quiero que sepas que aún que me odies yo siempre te querré como mi mejor amigo y… –.

–Lacus me estas asustando…–lo interrumpí por lo rápido que estaba hablando, no entendía a que se estaba refiriendo pero se le notaba que estaba muy nervioso – yo no podría odiarte, sea lo que sea que tengas que decirme yo no te juzgaré, eres mi mejor amigo, me apoyaste en momentos que yo no podía más con mi vida, y es lo que te agradezco con toda mi alma, te ganaste mi cariño después de todo – le sonreí tratando de calmarlo, y darle cierta confianza para decirme lo que planeaba, lo vi agachar la cabeza y juré haberlo escuchado sollozar –.

–Es que yo…tengo miedo– lo confirmé, Lacus estaba llorando, algo que solo tuve la oportunidad de ver una vez, y ahora que así de la nada estuviera en esa situación, me estaba preocupado a sobre manera –.

–Es normal tener miedo, si quieres me lo puedes decir otro día, cuando te sientas mejor –.

–¡No! –gritó haciendo que me sobresaltara, escuche como su respiración se agitó notablemente, se giró a verme y observé las lágrimas luchando por salir de sus ojos – otro día no tendré el valor de decirtelo, tome todo el valor que pude para venir y contártelo, y no voy a perder mi oportunidad… –.

Hice una mueca, lo mire por unos segundos dándome cuenta de que no cambiaría de opinión aunque tratara de convencerlo.

–¿Entonces que quieres decirme? –.

–Yo…– desvío la mirada a algún punto del cuarto, una lágrima bajo por su mejilla hasta su mentón, chasqueo la lengua y me miró un el ceño fruncido – Soy gay–.

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Los tengo un poco abandonados, sorry  :'v

Espero que les haya gustado el capitulo (se que es martes y no domingo, lo sé) tuve que luchar con mil ideas, al final acabo así.

Nos vemos pronto :)