•Capítulo 25•

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~•Mikaela•~

Mi cuerpo entero estaba tenso, la fuerza con la que Yūichirō sujetaba mis hombros disminuyó en casi su totalidad, eso queria decir que yo estaba ahi por voluntad propia, cosa que me sorprendía de mi mismo, nunca antes había estado en una situación similar, por ello no tenía idea de que hacer o como reaccionar.

Mis manos temblaban en puños, sin percatarme las moví a los costados de los fuertes brazos del chico, sentia mis manos adormecidas, mis dedos no tenían fuerza para sujetarse a la camisa que traía puesta y pude darme cuenta de la tensión que estaban sometidos sus músculos por debajo de la piel, sus manos bajaron a mi cintura, sujetó con cierta aquella zona mientras me acercaba a él.

Sentia mis mejillas calientes, la inexperiencia hacia que pensara que lo estaba haciendo mal, pero eso no era precisamente lo que pensaba.
Mis piernas las sentia debiles, al punto de creer que temblaban ligeramente, sus labios aun no se separaban de los mios, por lo que el aire me comenzaba faltar, pensaba que me estaba ahogando, así que por  instinto lo separé de mi, empujandolo por los hombros.

Teníamos la respiración agitada, mi pecho subía y bajaba con rapidez  por lo que acababa de pasar, la vergüenza que sentia me impida levantar la mirada del suelo, quería mirarlo a los ojos, pero simplemente no podía.

–Yo...– escuché la voz del chico a mi delante, podía deducir que el tampoco se atrevía a hablar, esta situación era muy incómoda, la tensión en el ambiente hacia que sintiera que me ahogaba, quería irme de ahi lo antes posible –.

–T-tengo que ir-irme – un tartamudeo salió de mis labios por el nerviosismo, pensaba  que no me dejaría marcharme, pero no me detuvo, en cierta forma lo agradecía, pero una parte de mi, eso le molestó –.

Corrí a los vestidores, entre a estos pequeños cuartos, agarré la mochila con todas mis cosas dentro que anteriormente habia guardado, traté en lo posible en no ser tan obvio y salí de la cafetería con mucho cuidado para no tener que encontrarlo en mi camino.

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~•Yūichirō•~

Llegué a la mansión sumido en mis pensamientos, entré en este sin hacer mucho ruido, no quería volver a tener a todos los empleados formando fila en la puerta para un innecesario saludo que mis padres les obligan hacer para mostrar respeto hacia mi.

Me dirigí a mi habitación subiendo las incontables escaleras hasta el segundo piso, caminé por el pasillo y abrí la puerta de mi recámara adentrándome en esta cerrando la puerta detras de mi, suspire del cansancio cuando pude estar dentro de la  privacidad del cuarto.

Caminé hasta mi cama y deje caer mi cuerpo en el colchón, cerré los ojos con fuerza queriendo olvidar lo que hice hace unos minutos, repetía en mi cabeza lo imbécil que fui al dejarme llevar por mis emociones. Pero estaba desesperado, me di cuenta que lo que sentia por Mika iba más allá que una simple amistad, desde el principio lo sospechaba, pero queria negarlo porque sabia que de alguna manera el no me correspondería, y sabiendo su poción social, mis padres no lo permitirían.

Me arrepiento en cierta forma, besarlo de esa manera fue muy imprudente de mi parte, y lo reconozco.

Quiero morir, joder.

El vibrar de mi teléfono en mi bolsillo derecho hizo que quitara los pensamientos de mi cabeza, agarré este mismo y lo prendí, en la agenda virtual que estoy acostumbrado a hacer, en la sección de "importantes" estaba escrito el informe que tenía que hacer para química...

Deben estar bromeando.

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Llegué temprano a la escuela, las clases aun no comenzaban, por lo que estaba caminando por los pasillos sin preocupación, aún así estaba un poco nervioso, tenía que acercarme a Mika y coordinar como íbamos a hacer el informe para química, pero con lo que pasó ayer, estoy seguro que será muy incómodo el solo hecho de hablar con el.

Lo vi abrir su casillero y sacar algunos libros para su próxima clase, mi cuerpo se movió solo y de un momento a otro estaba caminando hacia el.
Cuando se dio cuenta que estaba cerca, bajo la mirada y sus mejillas se pintaron de un color carmín muy notorio.

–Hola – saludé con cierta duda, teniendo un presentimiento de que me ignorase y se fuera de allí –.

– Ho-hola – respondió a mi saludo aun con la mirada en el suelo, tragué saliva nervioso, instintivamente cerré las manos tratando de no arruinarlo peor –.

–Queria avisarte que el viernes tenemos que entregar el informe para química, así que tenemos que reunirmos para hacerlo – al escuchar mis palabras pude ver cierta sorpresa en sus expresiones, deduje que el también se había olvidado de aquel trabajo, de no ser por mi agenda...– No...creo que sea conveniente que vengas a mi casa, no podremos trabajar a gusto ahí –.

Sabia perfectamente que lo que decía era una mentira, pero nadie podia enterarse de que vivía en una mansión, y mucho menos que Giren y Shinya eran mis padres, especialmente por cuestiones de prensa.

–Oh..., está bien, pe-pediré permiso en el trabajo para poder reunirnos mañana en mi departamento, Si quieres también puedo pedir el permiso para ti – por un momento desde que inició nuestra conversación levantó la mirada del suelo para verme, pero nuevamente la desvío a un lado de mi persona observando a otro lado –.

– Te lo agradecería, Mika – sonreí olvidando por un momento del tenso ambiente en que nos encontrábamos, pero al instante la desvaneci – el resto lo coordinamos por WhatsApp ¿Esta bien? – el chico asintió y poco después se fue sin decir una sola palabra más, dejándome con cierta incomodidad –.

Suspire nuevamente arrepentido de lo que hice ayer, algo me decía que nuestra relación se destrozó en su totalidad por mi estupidez e imprudencia.

¿En qué demonios estaba pensando?


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• [ C A F E T E R Í A ] • YuuMika Where stories live. Discover now