•Capítulo 21•

2.2K 239 49
                                    

Despertó sintiendo sus ojos pesados como si estos cargaran un gran peso, le costo acostumbrarse a la luz del lugar cuando abrió los ojos por completo. Miro a su alrededor preguntándose donde estaba, sentía su cuerpo muy pesado, no podía moverse, cada movimiento lo agotaba a sobremanera, era frustrante.

Su mente lo atropelló con recuerdos de la ultima vez antes de que todo se volviera oscuro, quiso llorar pero se contuvo, no le gustaba romperse de esa manera, lo veía humillante.

Un aire frío le daba oxigeno a través de una mascarilla, le costaba respirar, le dolía, pero era soportable. Pronto se percató de una intravenosa punsando su brazo, esta conectaba con un suero al lado de su cama, las paredes blancas del lugar lo sofocaban, reconoció al instante de que estaba en un hospital, quiso recordar como habia llegado ahí, pero no tenia recuerdos que le respondieran.

Creo distintas escenas en su mente, sobre lo que posiblemente pasó, pero ninguna lo convencía, no podia imaginar como llegó a parar a un hospital, ¿Quien lo hizo?.

Escuchó la puerta de su habitación abrirse lentamente, el sonido de la manera lo puso alerta, dirigió su mirada al lugar donde provino el sonido encontrándose con un hombre mayor y una aparente enfermera. Estos al ver que estaba despierto, se dirigieron rápidamente  a donde estaba.

¿Como te sientes?– la voz del anciano retumbó en la habitación, su voz cansada y áspera se escuchó claramente para el niño, este tragó forzosamente saliva, su garganta le ardía, pero aun asi habló –.

–M-me duelo todo el cuerpo – suspiro algo adolorido por el ardor crecer en su garganta, creo un pequeño vapor por la mascara de oxígeno en su cara, creía que ya no le era necesario, y como si el anciano le hubiese leído la mente, se lo sacó –.

No me sorprendería – hizo una pequeña pausa, el pequeño escuchaba atentamente la voz del mayor, teniendo curiosidad de sus palabras – estuviste casi semana en coma, tubiste convulsiones frecuentes esos días, por esa razón tuvimos que sedarte –.

La sorpresa se mostró en su rostro segundos después de escuchar al viejo doctor, no recuerda haber sentido dolor, o algo parecido, toda su mente estaba hecha un lío, no encuentra explicaciones creíbles, tiene muchas incógnitas, pero quiere ir de apoco.

¿Qué me pasó?–  la mirada del doctor se llenó de tristeza al escucharlo, el mayor no sabía como explicarle al menor lo que le sucedió, era muy cruel para un niño como él, pero no podia ocultarlo –.

Tuviste una sobredosis de droga, hijo – sintió una presión en el pecho al ver al niño contener sus lágrimas, la sorpresa era evidente en sus expresiones, no puedo evitar sentir pena por el –.

¿C-como...?–un tartamudeo salió de entre los labios del menor al escuchar semejante atrocidad, su respiración se agitó notablemente, lo que asustó al doctor y a la enfermera que estaban con él –.

Debes calmarte niño – la enfermera se dirigió hacia él con rapidez, le acomodó la mascarilla de oxígeno y le dijo que tratara de sentarse en la camilla, este obedeció sin protestar –.

Minutos después su respiración se regulo, la tranquilidad abordó el cuerpo del viejo doctor al ver al pequeño calmarse, no era momento de contarle nada, le quedo claro al ver su reacción. Debía de recuperarse por completo, la sobredosis y la neumonía habían afectado terriblemente su salud, la recuperación del menor era obligación del hospital, porque hasta ahora nadie habia preguntado por el, no tenían idea de quiénes eran sus padres y que hacia solo por las calles a esas horas, ese niño tenia mucho que aclarar.

• [ C A F E T E R Í A ] • YuuMika Where stories live. Discover now