Capítulo 20

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Después de que Kendall se fuera quedé profundamente dormida hasta que me llamaron mis doncellas para despertarme. Me ayudaron a ducharme y a ponerme otro camisón, ya que todavía me costaba hacer algunos movimientos. Mientras lo hacían me contaron que Amy, Fiona y Tallulah se habían ido, lo cual me pareció muy rápido.

Me volvieron a acostar y trajeron mi comida, me puse a platicar con ellas por un rato de cualquier cosa para despejar nuestra mente de lo que pasó hace horas.

En este momento nos encontrábamos cenando, nadie había salido de sus habitaciones y menos yo en este estado. Alguien tocó la puerta y Faight se paró abriendo, yo no hice mucho caso ya que tenía mucha hambre.

—Adelante, majestad-escuche decir a Faight, Ariadna y Ella se pusieron de pie e hicieron una reverencia.

Yo solo levanté la mirada y trate de tragar el bocado que tenía.

—Señoritas.

— ¿Quiere que le traigamos algo?

—No, gracias estoy bien—dijo sonriendo—. Aunque les pediré que me dejen a solas con Lady Carly.

Me voltearon a ver y yo asentí, tomaron sus platos, hicieron una reverencia y salieron.

— ¿Cómo has estado? —preguntó cerrando la puerta.

—Bien, ¿y tú?

—Bien, ajetreado.

— ¿Haz dormido?

Negó con la cabeza sentándose a mi lado.

—Deberías descansar.

—Tu igual—me dijo mientras tomaba mi mano.

—Ya lo hice.

Sonrió.

—Se nota, te ves mejor.

Asentí.

— ¿Quieres? —pregunte señalando la comida.

—No, come tú.

—Ya comí, este es mi segundo plato.

—Pues acábatelo.

—Ya no quiero.

—Entonces... —dijo quitando mi comida y poniéndola en otro lugar—. Ya.

—Gran forma de solucionarlo, majestad.

Sonrió, se acercó a mí y me beso. Se separó de mí.

—Lo sé.

— ¿Y ahora que pasara después del ataque?

—No lo sé—dijo jugando con mi mano—. Estábamos pensando mandar de vuelta a la mayoría.

—Oh—dije viendo hacia mis manos.

— ¿Qué? —Dijo haciéndome verlo a los ojos—. Alto, yo no te voy a dejar ir. Te quiero junto a mí.

—Yo igual.

Me abrazo, colocándose mejor en la cama.

—Sigo diciendo que deberías dormir—susurre.

— ¿Me dejarías dormir en tu cama? —dijo sonriendo pícaramente.

—Con la condición de que solo sea dormir.

—Claro.

— ¿Seguro?

—Sí, solo dormiré.

Me moví hacía mi izquierda, pero hice un movimiento y me acabe lastimando.

The Girl On Fire (En edición)Where stories live. Discover now