Capítulo 78

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El fin del maratón.

Maratón 3/3

Me quedé viendo la imagen de esa montaña derrumbándose mientras Carly lloraba. Al parecer decían algo, pero no les prestaba nada de atención. Lo único que venía a mi mente era una niña de cabellos negros y ojos azules abrazando a su hermana menor mientras esperaban que su padre saliera junto con los otros que se habían salvado.

Ella había crecido en un mundo demasiado hostil, y había formado parte de el muchos años antes de los que debería. Y yo, casi nunca había salido del palacio, y si lo había hecho siempre tenía a mi alrededor a alguien cuidandome. Habíamos crecido en mundos diferentes.

De un momento a otro la señal se apagó, y Carly se dio cuenta porque paró de llorar. Cuando la imagen se restauró tenía frente a mi a Katniss.

-Katniss- susurra Carly con una mirada de preocupación.

Su hermana esta donde no debería.

-Gente del Distrito 2- empieza a recitar-, les habla Katniss Everdeen desde los escalones de su Edificio de Justicia, donde...

Katniss se queda callada al ver algo que sucede detrás de las cámaras, estas se voltean y nos dejan ver dos trenes que entran en la estación. Al abrirse las puertas, la gente sale envuelta en un nube de humo que han traído del interior de la montaña.

Seguro sabían con que se encontrarían en la plaza, porque muchos hacen lo que pueden para protegerse: se tiran al suelo, y una lluvia de balad apaga las luces del interior de la estación. Se escuchan gemidos de las personas heridas, y por un momento me siento en el Distrito 12, abrazando a la pequeña Carly.

Una llama se enciende dentro de la estación y un denso humo negro tapa las ventanas. Sin otra alternativa, la gente empieza a salir a la plaza, agitando sus armas en modo desafiante.

Un joven sale tambaleándose de la estación con una mano apretada contra el trapo ensangrentado que le tapa la mejilla y en la otra tiene una pistola. Tropieza y cae de cara, dejando ver las marcas de quemaduras por la parte de atrás de la camisa y la carne roja que hay debajo.

Katniss baja corriendo los escalones y va hacia él. Carly se tensa.

-¡Paren!- grita, seguramente a los rebeldes-. ¡No disparen!- las palabras retumban por la plaza gracias al micrófono que lleva-. ¡Paren!

Se acerca al joven y se agacha para ayudarlo, pero él se pone de rodillas como puede y le apunta a la cabeza con su arma.

Katniss da unos pasos atrás y levanta el arco sobre la cabeza para indicarle que no quiere hacerle daño. Carly se pone más pálida y yo la jaló hacia mí, en un intento de protegerla de todo.

-No te desmayes, por favor- le pido.

Ella asiente.

-Dame una razón para no disparar- le pide el hombre a Katniss.

Tarda un momento en responder.

-No puedo.

Carly se tensa y esconde la cara en mi pecho, esperando escuchar el disparo que mate a su hermana, pero no pasa. El hombre se a quedado tan perplejo ante la respuesta que no lo hace.

-No puedo. Ése es el problema, ¿no?- dice Katniss, bajando el arco-. Hemos volado su mina en pedazos. Ustedes quemaron mi distrito hasta los cimientos. Tenemos todas las razones del mundo para matarnos entre nosotros. Pues háganlo. Hagan felices al Capitolio. Yo estoy harta de matar a sus esclavos por ellos- concluye, dejando caer el arco al suelo, lo empuja con la nota y se desliza por la piedra hasta quedar al lado de sus rodillas.

The Girl On Fire (En edición)Where stories live. Discover now