Capítulo 51

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En el Report no mencionaron nada sobre nuestras recepciones, como lo temían algunas. De hecho las visitas de nuestros amigos extranjeros se mencionaron de pasada sin informar con mucho detalle al público.

Hasta la mañana siguiente Silvia y la reina vinieron a evaluar nuestras recepciones.

-La tarea que les asignamos era imponente, y podía haber ido fatal. No obstante, me alegra decirles que ambos equipos lo hicieron muy bien- anuncio Silvia, satisfecha.

Todas suspiraron, excepto yo. America, Kriss y yo nos tomamos de la mano. A pesar de lo que había dicho ayer parecía que por ahora no le importaba mucho eso a Kriss mientras estuviéramos juntas en algo importante.

Me encontraba sentada al lado izquierdo de America, decidí no sentarme entre las otras ya que todavía estaban enojadas conmigo por lo que había dicho claramente hacia ellas ayer.

-Si tengo que ser honesta, una recepción fue algo mejor que la otra, pero todas deberían estar orgullosas de sus logros. Hemos recibido cartas de agradecimiento de nuestros viejos amigos de la Federación Germánica por la atención recibida- señalo Silvia, mirando a la vez a Celeste, Natalie y Elise-. Hubo algunos problemillas menores, y no creó que ninguna de ustedes disfrute con esas cosas tan serias, pero desde luego ellos quedaron satisfechos.

Por un momento recordé lo que me habían dicho las alemanas, causando que apretara más las manos de mis compañeras.

-En cuanto a ustedes tres- dijo girándose en nuestra dirección-, nuestras visitantes italianas disfrutaron enormemente. Quedaron impresionadas con la decoración y la comida, e hicieron mención especial al vino que sirvieron, así que... ¡bravo! No me sorprendería que Illéa consiguiera un nuevo aliado gracias a esa recepción. Es de alabar.

Kriss soltó un gritito de alegría, America una risa nerviosa y yo solo sonreí tímidamente. ¡Habíamos ganado!

Y entonces, opacando mi felicidad el recuerdo de la platica con Nicoleta apareció.

Silvia siguio hablándonos, nos dijo que escribiría un informe oficial para el rey, Kendall y Maxon. También calmando a algunas diciendo que no teníamos de que preocuparnos. Mientras hablaba una doncella entro en la sala y fue corriendo a donde estaba la reina para susurrarle.

-Por supuesto, que pasen- dijo la reina poniéndose de pie y acercándose.

La doncella se retiro en silencio y abrió la puerta para que entraran el rey, seguido de Kendall y Maxon. Resulto raro y un poco cómico ver la escena. Según lo que nos dijeron ningún hombre podía entrar a la sala sin el permiso de la reina.

Cuando entraron nos levantamos en señal de respeto. Pero no parecían preocupados por eso.

-Señoritas, lamentamos la intromisión, pero tenemos noticias urgentes- anuncio el rey.

Mire inmediatamente a Kendall, en busca de alguna señal.

-Me temo que la guerra en Nueva Asia ha entrado en una nueva fase- intervino Maxon con decisión-. La situación es tan complicada que mi padre, mi hermano y yo vamos a salir de inmediato para ver si podemos ayudar en algo.

-¿Qué es lo que pasa?- preguntó la reina llevándose la mano al pecho.

No hay nada de lo que preocuparse, amor mío- dijo el rey para reconfortarla.

Claro...

Kendall y Maxon se acercaron a su madre. Tuvieron una conversación en voz baja y luego le beso la frente a ambos. Ambos la abrazaron, primero Kendall y después Maxon, se retiraron. A continuación el rey le empezó a dar instrucciones a la reina, mientras ambos hermanos se acercaban para despedirse de todas nosotras.

The Girl On Fire (En edición)Where stories live. Discover now