Capítulo 32

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Ya habían pasado dos días desde el primer entrenamiento, Haymitch y yo nos encontrábamos nerviosos por lo que harían en las sesiones privadas. Cada día hablábamos sobre eso y sobre otras cosas con Cinna. Cuando le comente lo de la fiesta de Halloween quedó un poco decepcionado ya que no podría hacerme un vestido para esa ocasión.

—Lastima, no podré hacerte un vestido para esa fiesta—me dijo cuándo se lo conté.

—Sí, pero está bien—dije.

Se quedó pensando por un rato, seguramente tenía una idea. Después de meditar todo hablo.

— ¿Sigues participando en la Selección?

—Sí, si no ya ni hablaría con Kendall.

—Bueno, podríamos pedirle a tus doncellas te hagan un vestido.

— ¿Quieres que regrese?

—No, lo que quiero es que el día de la fiesta uses ese vestido. No va a ser un disfraz, pero les mostrara algo.

— ¿Qué?

—No te lo puedo decir, es sorpresa.

Suspiré. Sabía que no me lo diría, así que no lo trataría de convencer.

Me había pasado esos dos días platicando con Kendall, me contaba todo lo que sucedía en el palacio y ahora más con la fiesta de Halloween que se celebraría, todos andan vueltos locos. Además parecía que les estaban dando clases de baile, agradecí no encontrarme ahí, no era muy buena en eso y no quería demostrarlo a todos.

— ¿Crees que Cinna me quiera hacer un traje? —me preguntó ayer en la mañana.

—No lo sé, depende. ¿De qué quieres disfrazarte?

—Bueno, como tú serás mi próxima esposa... —sentí como me ponía roja y dejaba de respirar—. Posiblemente tenga que adaptarme a estar casado con la chica en llamas.

—Aja—fue lo único que logré decir.

— ¿Pasa algo?

—No sabía que nos íbamos a casar—dije tratando de sonar divertida y no sorprendida.

—Lo siento, pero... casi siempre me imagino eso—dijo lo último en un susurró.

—Yo... —dije tratando de recordar alguna vez que me lo imagine—. Nunca lo hice, creo que nunca tuve el tiempo de eso.

—Claro, cuando apenas me aceptaste nos dicen que posiblemente tengas que volver a una arena, lo entiendo.

—Lo siento.

—No importa, está bien.

Nunca me había llegado a imaginar eso, y la vez que hablamos de eso en el palacio estaba demasiado mal como para imaginarme aunque sea quienes irían. Pero era obvio que no sería mucha gente.

Y gracias a eso ahora me encontraba sentada en la sala platicando con Cinna y con Effie (que se unió a la plática) sobre mi vestido de novia, me gustaría mucho que él y mis doncellas lo hicieran. Me había dado miedo platicar ya que según yo no se imaginaban que me gustara tanto. Pero cuando me dijo que todo Panem lo sabía y lo esperaba me quede sorprendida, era lo que odiaba de esto, ellos sabían todo antes que yo.

— ¿En serio todos se lo esperan? —pregunte haciendo una mueca.

—Sí, y seguramente en Illéa también—me dijo Effie emocionada.

Me tapé la cara con las manos. ¿Éramos tan obvios?

—No es que sean obvios—empezó Cinna como si hubiera leído mis pensamientos—. Son dos cosas: la primera hacen bonita pareja y la segunda es que cuando se miran les brillan los ojos—me dijo sonriendo.

The Girl On Fire (En edición)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt