Golosinas «y.m.»

Chocolates y pensamientos.

-Me prometiste que dormirías temprano, bebé.

-Hizo un puchero.

-Minnie, lo prometiste.

-Negó-No quiero.

-Suspiró-Ven acá.

Yoongi lo obligó a sentarse con él en la cama y comenzó a acariciar su carita y cabello, Jimin cerró sus ojitos y disfrutó de la atención que su Yoonie le estaba dando, por lo que el mayor sonrió satisfecho.

-Ven bebé.

Yoongi recibió a su novio entre sus brazos y se acurrucó con él permitiendo que este se apoyara sobre su pecho con el rostro mirando hacia el techo. Al estar en aquella posición, fue más sencillo para Yoongi mimar a su bebé, dejó besitos en su rostro y caricias en su cabecita. Realmente quería ayudarlo a relajarse para que así pudiera dormir tranquilo, pero Jimin sabía cuál era el plan de su novio, así que decidió jugar un poco con él. Fingió que poco a poco se estaba quedando dormido y después de unos minutos fingió que finalmente se había quedado dormido.

-Suspiró-Eres como un niño-dijo Yoongi-¿Por qué estoy tan enamorado de ti?-sonrió.

Yoongi dejó besos en el rostro de su pequeño y sonrió al notar como este se sonrojaba.

-¿Puedes ya dejar de fingir y abrir tus ojitos?-dijo con burla.

-Hizo un puchero y abrió sus ojos-No es justo.

-Rió-No puedes engañarme, cariño-dijo acariciando su cabello.

Jimin se sentó en la cama con un puchero y cuando Yoongi intentó acercarse, simplemente se puso de pie y con una sonrisa corrió a la cocina.

-Suspiró-¿Debería ir?

Seamos sinceros, Yoongi ama jugar con su pequeño novio, pero en ese momento tenía tanta pereza que no quiso pararse, hasta que escuchó un grito y preocupado corrió a buscar a su bebé.

-¡¿Minnie?!-dijo entrando a la cocina.

-Hizo un puchero.

-¡¿Qué pasó?!-se acercó preocupado.

-Yo... quería...-bajó la mirada-C-chocolates.

Jimin había corrido a la cocina esperando que su hyung lo siguiera, pero al ver que este se quedó en la habitación, decidió llamar su atención. Subió con mucho cuidado a la encimera de la cocina para poder bajar la caja de chocolates que su hyung le había regalado y con una sonrisa tiró la caja al suelo y gritó para alarmar a su novio. Se sintió satisfecho al escucharlo correr hacia la cocina y puso su mejor carita de niño arrepentido.

-¿Qué...? Amor, baja de ahí, podrías haberte caído.

Yoongi lo cargó para bajarlo de la encimera, pero Jimin se aferró con fuerza a él, de modo que el mayor no pudiera dejarlo en el suelo.

-P-perdón, solo quería...

-De todas maneras sabes que está prohibido comer dulces a esta hora.