Golosinas «y.m.»

Agujas y sollozos.

-Minnie, vamos, llegaremos tarde.

El menor salió de la habitación y caminó de mala gana hasta acercarse a su novio.

-No me pongas esa cara, sabes bien que debemos ir, ya solo te faltan dos sesiones.
-No quiero- balbuceó.
-Suspiró-Ya hemos hablado de esto, no quiero pelear contigo.
-Hyung- lo miro-Duele mucho, odio que me pongan esa aguja.
-Ya lo sé, pero si no te ponen la anestesia, te dolerá más.
-Negó-Lo odio, además me molesta no sentir mi boquita, es horrible porque ni si quiera puedo hablar bien.
-Rió-Lo sé bebé, pero es necesario. Ahora vámonos, llegaremos tarde.

Salieron de casa y se dirigieron a la clínica donde el dentista de Jimin lo atendería. Al llegar, Jimin se quejó y al igual que las otras veces, lloró al sentir el pinchazo de la aguja en sus encías.

-Ya deja de llorar.

Yoongi intentaba calmar a su novio, pero este sollozaba sin parar y limpiaba su rostro con la manga de su sweater.

-Bebé, no llores, sé que duele, pero ya verás que después estarás más tranquilo.
-Negó-No quero hung.

El mayor no sabía que hacer, quería hacer que su novio parara de llorar pero ni si quiera podía entender lo que el menor le decía.

-Vamos a casa, puedes dormir para evitar sentir el dolor.

El rubio solo abrazó a su novio y lloró más fuerte, por lo que Yoongi tuvo que subir a un taxi rápidamente para llegar a casa pronto.
Una vez en casa, Yoongi llevó a Jimin hasta la habitación y lo dejó descansar, mientras que él aprovechaba de ello para estudiar para la práctica que tendría la siguiente semana.