Sorpresas y visitas.

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-Amor, ¿cuándo dijiste que te presentabas?-preguntó Yoongi.
-El jueves a las 7, ¿podrás ir a verme, Yoonie?
-Sonrió-Sí, bebé. Estaré ahí, en primera fila.
-Gritó emocionado-Daré lo mejor de mí.
-Siempre lo haces, bebé-besó su mejilla.
-Porque tú me motivas.
-Eres una ternura-besó su nariz-¿Quieres ir por un helado?
-¡Sí!-gritó-¿Con gomitas y golosinas?
-Asintió-Puedes elegir lo que quieras.
-¿Y no me regañarás?
-Negó-Hoy puedes comer todas las golosinas que quieras.
-Se cruzó de brazos-¿Qué hiciste?
-Rió-¿Por qué tendría que haber hecho algo? Solo quiero que disfrutes.
-¡Min Yoon Gi!
-Sonrió-En serio, bebé. Solo creo que te lo mereces.
-No te creo.
-¿No confías en mí? Es la verdad. Además, llevas días sin comer golosinas.
-Bueno, no me convence, pero aprovecharé esta oportunidad-sonrió-Iré a cambiarme.

Yoongi le tenía una sorpresa. Había comprado boletos para viajar un fin de semana a Japón. Faltarían a clases el lunes, pero valdría totalmente la pena. Ya tenía todo planeado, saldrían el viernes por la noche y se quedarían en Japón hasta el lunes en la mañana. No sería mucho tiempo, pero podrían disfrutar y relajarse. Yoongi quería sorprenderlo en la heladería, nada mejor que hacer feliz a su bebé con helado y un viaje. Así que al llegar pidieron su helado, el de Jimin con golosinas extra, se sentaron a conversar y tomaron fotos para las redes sociales de Jimin, porque según él "es esencial compartir mi felicidad con el mundo". Cuando Yoongi terminó su helado  se quedó en silencio observando al menor, quien tenía la boca llena de helado de fresa y vainilla, parte de las mejillas manchadas con helado y hasta tenía un poco de crema en la nariz. Era una imagen extremadamente tierna y Yoongi quería comerselo a besos.

-Amor-lo llamó.

Jimin lo miró sin decir nada, pues aún tenía helado en la boca. Yoongi limpió su rostro y sin ser descubierto dejó sobre la mesa un sobre blanco, en el que se encontraban los boletos. Jimin al verlo demostró estar confundido, pero luego de unos segundos tomó el sobre y lo abrió.

-¿Qué es...?
-Espero te guste.
-¿Por qué...? ¡¿Iremos a Japón?!-gritó.
-Shhh-respondió riendo-¿Sorpresa?
-¡Yoonie!-lo abrazó.

Yoongi se estaba derritiendo como el helado que Jimin había dejado olvidado. Su bebé se aferró a él mientras soltaba risitas alegres. Lo abrazó y mimó unos segundos, hasta que Jimin se alejó y besó sus labios.

-¿En serio iremos?-preguntó.
-Claro que sí, bebé. Todo un fin de semana. Solo los dos, sin preocuparnos por las clases-besó su frente-¿Aceptas ir conmigo?
-¡Sí!-respondió emocionado-¿Es como una previa luna de miel?-preguntó inocente.
-Rió-Puede serlo si quieres.
-¡Oh yes!-dijo y se puso de pie-Vamos, tenemos que prepar todo.
-Um... pero aún faltan seis días, amor.
-Eso no importa-se quejó-Debemos llevar lo necesario.
-Bueno, pero acaba tu helado.
-Hizo un puchero-¡Yoonie! El helado no es tan importante ahora.
-Cariño, acaba tu helado, vamos a pasear un rato y luego podemos volver a casa a empacar todo lo que quieras ¿de acuerdo?
-Suspiró-Bien-obedeció-¡No puedo creerlo! ¡Iremos a Japón!-gritó emocionado.
-Sí, bebé-acarició su mejilla-Solo tú y yo-sonrió-Te amo.
-Y yo a ti, Yoonie. Gracias, en serio.
-Negó-Es solo un viaje, amor.
-Gracias por eso y por hacerme tan feliz-respondió-Si no te hubiera conocido no sería tan feliz como lo soy ahora.
-¿Cómo lo sabes?
-Mi corazón es feliz, Yoonie. Sé que no sería así con alguien más. Jamás había sido tan feliz, solo con...-sonrió- mi padre.
-Bebé-lo abrazó-Eres lo que más amo en el mundo.
-Papá estaría feliz.
-Lo miró.
-Él sería feliz si te conociera. Estaría orgulloso de ti, Yoonie. Él se sentiría feliz de saber que te tengo a mi lado. Desearía que pudiera verte.

Yoongi se sentía destrozado. Los ojos de su bebé brillaban y era simplemente perfecto. La forma en que hablaba tan calmado lo hacía estremecerse. Quería llorar, le dolía no poder conocer al maravilloso hombre que fue padre de su novio. Le dolía no poder presentarse como debía y pasar tiempo con ese increíble ser humano que había criado a tan hermoso y perfecto ser como Jimin.

-Bebé-sonrió-¿Podemos ir a verlo?
-Oh, Yoonie.
-Por favor, necesito hablarle. Sé que normalmente eres tú quien le habla y yo...-suspiró-Necesito hablarle, quiero que me conozca. Incluso si no puedo conocerlo físicamente, siento que ya lo hago y quiero que él me conozca bien. ¿Me permitirías hacerlo?
-Y-yoonie-sollozó.
-No amor, no llores. Te lo ruego-lo abrazó.
-P-puedes, puedes Y-yoonie-contestó.
-Gracias, amor.
-Q-quiero que l-le hables, por favor. Eso m-me haría m-muy f-feliz.

Y así fue como salieron de la heladería y partieron rumbo al cementerio, donde pasaron toda la tarde conversando con el padre de Jimin, quien solo podía sonreír contento. Su pequeño hijo estaba con la persona indicada. Se sentía aliviado al ver la felicidad de su bebé. Yoongi era todo lo que él quería para su hijo y eso le brindaba paz.

Golosinas «y.m.»Where stories live. Discover now