Golosinas «y.m.»

Gomitas y halagos.

-Minnie no puedes ignorarme por tanto tiempo.

Yoon Gi intentaba hacer que Jimin si quiera lo mirara, pero el menor se esmeraba en aplicar la famosa "ley del hielo" estaba muy molesto con su hyung, Yoonie había sido muy malo y no iba a perdonarlo, al menos no hasta dentro de mil años.

-Bebé ¿en serio vas a ignorarme?- Jimin se sentó para avanzar con la tarea que le habían dejado y Yoon Gi lo siguió sin decirle nada, sabía que a Jimin le incomodaba que lo observaran por mucho tiempo y eso sería precisamente lo que haría para llamar su atención.

-Min Yoon Gi, detente.
-Sonrió-No quiero.
-¡Deja de mirarme!- se quejó.
-No, mi bebé es muy hermoso, no dejaré de admirar su belleza.

Las mejillitas de Jimin se tornaron rojas y al instante cubrió su rostro, amaba escuchar tantos halagos por parte de su hyung, lo hacían sentirse amado.

-Yoonie.
-¿Qué sucede? ¿Mi bebé se avergonzó porque le dije que es hermoso?
-¡Para!
-Sonrió- Minnie es hermoso, es el chico más lindo del mundo, lo amo.
-¡Yoonie, ya basta!- sonrió.
-Beso- pidió el mayor.

De repente Jimin se puso serio y se cruzó de brazos.

-No, acabo de recordar que sigo molesto contigo hyung.
-Suspiró-Pero Minnie...
-Negó-Nada de besitos para Yoonie.
-Eso es injusto.
-¡Te comiste mis ositos de gomita! ¡Eres un hyung malo! ¡Malo! ¡Malo!
-Bebé, solo eran ositos de gomita.
-¡Eran mis ositos de gomita! ¡Te los comiste todos!
-Bien, lo lamento ¿Si? Pero esas golosinas te alteran demasiado y lo sabes.
-Eres malo, nunca más te daré besitos, será tu castigo.
-¡Minnie!

Porque sí, Minnie también podía castigar a su Yoonie hyung.