Golosinas «y.m.»

Brownies y baños.

-¡Yoonie!-gritó emocionado-¿Qué preparas?-preguntó al ver a su novio cocinando.
-Sonrió-¿Qué crees?
-¡Brownies!-gritó contento.
-Rió-Sí, tenía ganas de cocinar y supuse que un postre te gustaría.
-Gracias Yoonie-besó su mejilla-¿Puedo probar?
-Bebé, sabes que comer la mezcla hará que te duela la pancita.
-Hizo un puchero-Solo es una probadita, necesito saber que tan dulce está.
-Sonrió-Bueno, solo un poco.

Jimin tomó un poco de la mezcla con su dedo y la probó, al instante se formó una sonrisa en su rostro y levantó su dedo pulgar en señal de aprobación.

-¡Perfecta!-le dijo al mayor.
-Bien, la pondré en el molde y directo al horno.
-¿Cuánto va a demorar?
-Menos de una hora, así que se paciente.
-Hizo un puchero.

Luego de meter el molde al horno, Yoongi comenzó a ordenar todo, pero Jimin lo detuvo.

-Hyung, tú cocinaste, yo me encargo de limpiar todo.
-Sonrió-¿Seguro, bebé?
-Asintió.
-Bueno, iré a darme una ducha, no te acerques al horno, ¿de acuerdo?
-No soy un bebé, hyung-se quejó.
-Sí, claro-respondió-Ya regreso-sonrió.

Yoongi fue a ducharse mientras el menor dejaba la cocina limpia y luego de que Yoongi se pusiera su pijama, salió de la habitación rumbo a la cocina donde encontró a Jimin sentado con toda la cara llena de chocolate.

-Park Jimin.
-Lo miró-Y-yoonie.
-¿Qué...?
-Y-yo...

Jimin se había comido la mezcla restante de los brownies que Yoongi había dejado.

-Creí que ibas a limpiar, no a comer lo que quedó de la mezcla.
-Hizo un puchero-Es que estaba muy rica, no pude resistirme y no quería desperdiciar nada.
-Suspiró-Minnie, te va a doler el estómago.
-Negó-No me va a doler, Yoonie.
-Mira como tienes la cara, estás todo manchado-dijo acercándose a él.
-Bajó la mirada.
-Comes como un bebé.
-Lo miró-¡Yah, hyung!
-No intentes negarlo-rió-Mira tu rostro, estás lleno de chocolate. ¿Comes por la boca o por la nariz?
-Hizo un puchero.
-Ven, vamos a limpiarte.

Yoongi cogió una toalla de papel, la mojó y limpió el rostro de su bebé hasta dejarlo libre de chocolate.

-Listo, ya quedaste-respondió-Ve a darte una ducha.
-No quiero.
-Minnie, tienes que ducharte.
-Pero tengo pereza-se quejó-Además me bañé ayer.
-Rió-¿Y? No te bañaste hoy.
-Pero no estoy sucio.
-Minnie, si no te bañas, no comes brownies.
-¡Hyung!-hizo un puchero.
-Tú decides, pequeño.
-Se quejó-Bien-se cruzó de brazos-Iré a bañarme.
-Buen chico-desordenó su cabello-Ahora ve.

Jimin obedeció y fue a darse un baño, se puso su pijama y corrió a la cocina.

-¿Ya están listos?-preguntó emocionado.
-Negó-Les falta un poco.
-Hizo un puchero-¿Cuánto?
-Unos minutos-respondió sin despegar la vista del libro que estaba leyendo.
-Se sentó-¿Por qué demoran tanto?
-Lo miró-Minnie, si te sigues quejando se van a demorar más.
-Hyung, es que mi pancita tiene hambre-dijo sobando su abdomen.
-Rió-Pues dile a tu pancita que espere un poco más.
-Pero ya no aguanta-respondió-Se está muriendo de hambre-hizo un puchero.
-Solo unos minutos más, cariño.
-No quiero, mi pancita exige brownies.
-Suspiró-Señora pancita de Minnie, ¿cree que podría aguantar un poco más?-dijo mirando el abdomen del menor-Los brownies saldrán pronto del horno y si promete ser paciente, yo prometo darle muchos brownies.
-Rió-Yoonie, eres un tonto-respondió Jimin.
-Lo miró-Intento tener una conversación seria con tu pancita, por favor no interrumpas, Minnie.
-Sonrió-Perdón.
-Bueno, como decía-continuó-Señora pancita, ¿puede prometerme que será paciente?-preguntó-¿Si? Bien, eso es bueno-sonrió-De acuerdo, Minnie, he realizado un trato con tu pancita.
-Asintió-Mi pancita dice que le parece un trato justo-le siguió el juego.
-Sonrió-Te amo, tontito.
-Yo más, Yoonie hyung-dijo abrazandolo con fuerza.

Se dieron mimos y abrazos hasta que llegó la hora de sacar los brownies del horno. Jimin saltaba emocionado mientras Yoongi servía el postre.

-Con cuidado, amor. Aún están calientes.
-Asintió.
Jimin dio el primer bocado y sonrió emocionado. Habían quedado deliciosos y su pancita estaba satisfecha.

-Te quebalon ezquifitos, Yoonie-Dijo con la boca llena.
-Sonrió-Con calma, cariño. Los brownies no se irán a ninguna parte.

Ambos siguieron comiendo entre bromas y risas. Cuando terminaron, Jimin sentía que iba a explotar. Había comido cinco brownies, a pesar de que Yoongi intentó detenerlo. La pancita de Jimin le pedía piedad, pero estaban deliciosos y apenas pudo detenerse.

-Minnie, te va a doler el estómago. Comiste demasiado, bebé.
-Hizo un puchero-No me arrepiento de nada.
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-ME ARREPIENTO DE TODO-sollozó.
-Suspiró-Bebé, tranquilo.
-Y-yoo...

Eran las tres de la mañana y ambos estaban en el baño, Jimin vomitando y Yoongi cuidando de él. El menor había estado así durante casi una hora y aunque Yoongi quería decirle "te lo dije", ver a su bebé llorando por el dolor se lo impedía.

-Cariño, respira.
-N-no puedo, no...-sollozó-O-odio esto.
-Lo sé, amor, pero tienes que devolver todo para que te sientas mejor-acarició su cabello.
-Sollozó-N-no quiero-negó.
-Amor, sé que duele y no te gusta, pero tienes que hacerlo.
-H-hyung...

Nuevamente otra arcada y Jimin seguía llorando porque le asustaba. Le dolía la garganta y se sentía muy mal. Ya no quería estar así, se arrepentía de todo.
Luego de un rato, Jimin dijo que quería dormir y Yoongi le dio un vaso con agua, le cepilló los dientes y lo llevó a la cama.

-Hizo un puchero-Perdón, Yoonie-dijo arrepentido-Por no obedecer y por despertarte.
-Sonrió-No pasa nada, amor. Solo prometo hacerme caso, ya jo quiero que vuelvas a ponerte mal.
-Asintió-Lo prometo.
-Acarició su rostro-Bien bebé, ahora descansa. Debes estar muy cansado.

Jimin cerró sus ojitos y se durmió y Yoongi se quedó depsierto cuidando a su pequeño desobediente.