Chocolates y pasteles.

4K 272 47
                                    

-Yoonie, quiero pastel.

Yoongi estaba sentado en el escritorio con su computadora trabajando en un proyecto mientras Jimin lo miraba echado en la cama.

-Bebé, son casi las dos de la mañana-respondió sin mirarlo.
-Pero quiero pastel.
-No hay tiendas abiertas.
-Hizo un puchero- ¿Me preparas chocolate?
-Debo acabar esto, bebé.
-Suspiró-Está bien.
-Lo miró-Perdón, yo... Lo haré ahora mismo-se puso de pie.
-Pero dijiste...
-Negó-Iré.
-Lo detuvo-No, Yoonie, yo puedo ir-sonrió-No es necesario que...
-Pero tú quieres chocolate.
-Sí, pero si estás muy ocupado yo mismo puedo prepararmelo.
-Pero quieres que yo lo prepare, así que yo debería ir y...
-Alto ahí-lo interrumpió-¿Por qué te preocupa tanto, Yoonie? Entiendo que tienes trabajo pendiente, solo quería un poco de atención, no es que yo no puedo prepararlo solo.
-Pero tú quieres mi atención, entonces debería dartela, mi trabajo puede esperar, lo haré más tarde.
-Negó-Yoonie, está bien, tranquilo.
-Pero...
-No tienes que hacer todo esto, Yoonie.
-Si mi bebé quiere mi atención entonces debería dársela-respondió-Para hacerlo feliz.
-Yoonie, me haces feliz siempre-sonrió-Y me hace feliz ver que te esfuerzas con tus trabajos, eres un buen chico-acarició su mejilla-Y un buen novio.
-¿Seguro que no quieres que vaya?
-Asintió-Yo iré, sigue con tu trabajo-lo besó-¿Quieres un poco de café?
-Asintió tímido.
-Ya regreso-sonrió.

Jimin dejó a Yoongi en el cuarto y se dirigió a la cocina, calentó un poco de agua y se detuvo a pensar un poco. Yoongi estaba muy inseguro de todo lo que hacía o decía y eso le preocupaba. Jimin no quería que Yoongi tuviera pensamientos feos o tratara de ser el "novio perfecto". Necesitaba ayudar a su novio a recuperar esa confianza que siempre había tenido.

-Yoonie, toma-le entregó su café.
-Gracias, bebé-respondió-Ya casi termino, ¿te parece bien si me esperas un poco?-preguntó-¿O estás muy cansado? Si estás cansado duerme, no quiero que te quedes despierto por mi culpa.
-Yoonie, estoy bien, te espero.
-Asintió.

Una vez Yoongi apagó su computadora, ambos se acurrucaron en la cama.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

-Buenos días, Yoonie.
-Minnie-lo abrazó.
-Sonrió-¿Por qué te ves tan guapo cuando despiertas?-hizo un puchero.
-Tú te ves precioso cuando despiertas, Minnie-besó su mejilla-¿Quieres desayunar panqueques?
-Asintió emocionado.

Se dirigieron a la cocina y Yoongi comenzó a preparar la mezcla mientras Jimin buscaba cualquier cosa dulce que pudiera aplicarle encima a sus panqueques.

-¿Qué les pondrás?-preguntó el mayor.
-Chocolate, fresas y caramelo-respondió sin mirarlo.
-Sonrió-¿No es muy dulce?
-Negó-Es delicioso-respondió como un niño.

Yoongi admiró la carita de su bebé cuando probó el primer bocado y no pudo evitar sonreír al notar como sus ojitos brillaban y como el chocolate manchaba toda su boquita.

-¡Hung, eto es deluciosho!-dijo con la boca llena.
-Rió-Eres un bebé.

Yoongi limpió parte del chocolate usando sus pulgares y del restante se encargó dejando un beso sobre los labios de su novio.

-Delicioso-sonrió.
-¡Hyung!-se quejó-¿No le pondrás algo a tus panqueques?
-Fresas.
-Déjame ayudarte-pidió emocionado.

Jimin cortó las fresas cuidadosamente y las colocó sobre los panqueques formando un corazón.

-¿Te gusta, Yoonie?
-Asintió-Gracias.
-Tu novio es muy lindo, ¿no es así?-preguntó.
-Rió-Es el más lindo.

Jimin sonrió orgulloso y continuó comiendo su desayuno. Cuando ambos terminaron decidieron darse un baño antes de salir a dar un paseo.

-Yoonie, sabes que te amo, ¿Verdad?

Jimin se volteó para poder mirarlo sin importarle que los masajes en su cabeza se detuvieran.

-Sonrió-Lo sé, Minnie. Yo también te amo.
-Y sabes que para mí eres perfecto, ¿verdad?
-Lo sé, ahora déjame quitarte el shampoo de la cabeza.

El menor obedeció y se acomodó nuevamente en la tina dándole la espalda a su novio. Yoongi lavó su cabello cuidadosamente y dejó unos cuantos besos en el cuerpo de su novio.

-Yoonie-rió.

Al escuchar su tierna risita, el mayor comenzó a jugar con él dejando pequeños mordiscos por toda su espalda.

-Yoonie, basta-rió.
-Me encantas-dijo besando su nuca.
-Sonrió-No intentes sobrepasarte conmigo, Min Yoongi. Prometiste que saldríamos a dar una vuelta y comeríamos pastel.
-¿Por qué no mejor nos quedamos aquí dentro y me dejas comerte?
-¡Yah!-se sonrojó-No digas esas cosas.
-Te pusiste rojito-sonrió.
-Es porque dices cosas como esas-se quejó-Salgamos pronto.
-Sonrió-Beso y nos vamos.

Jimin lo miró con desconfianza, pero al final accedió y así fue como terminaron teniendo una sesión de "besitos y amor", como le diría Jimin,  en la bañera.

Golosinas «y.m.»Where stories live. Discover now