Capítulo 15

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NARRA COLIN

Ese mismo día...

Abrí los ojos asustado al escuchar la puerta de casa cerrarse con tanta fuerza. Me levanté del sofá con rapidez y vi a mi madre suspirar aliviada.

—¿Mamá?

—Menos mal que estás bien. —Se acercó a mí y me abrazó con fuerza.

—¿Qué pasa? —pregunté sin comprender.

—¿No has visto las noticias? —Negué y mi madre cogió el mando para encender la televisión—. Al parecer ha habido un cortocircuito en una de las bibliotecas de tu universidad. Me he preocupado al ver que no contestabas al teléfono.

Le quité el mando y subí el volumen.

—Nos encontramos en la puerta de la biblioteca de la Universidad de Stanford donde se ha producido un cortocircuito que ha provocado un incendio en el edificio. Los bomberos siguen desalojando la biblioteca, pero todavía queda gente en su interior...

Tiré a un lado el mando y me fui directo a por las llaves del coche.

—¿A dónde vas? —preguntó mi madre preocupada.

—Tengo que saber si está bien...

—¿Quién? —preguntó, pero no respondí—. ¡Colin!

Salí de casa y conduje lo más rápido que pude. Dejé el coche en medio del aparcamiento y busqué entre toda la multitud algún rostro conocido. Caminé entre la gente hasta que encontré a Liz en una esquina llorando y abrazando a Mike.

—¿Estáis bien? —le pregunté, pero miré a su alrededor y no vi a Tori—. ¿Dónde está Tori?

—No lo sé —sollozó—. Fue al baño y de repente empezó a sonar la alarma y nos sacaron a todos. La he buscado por todas partes, pero no la encuentro.

—¡Mike! —gritó Alex apareciendo entre la multitud. Detrás de él iba West—. ¿Qué ha pasado?

—Estaban diciendo que el incendio se ha producido por un cortocircuito en una de las plantas.

Alex empezó a mirar a todos lados y a dar vueltas sobre sí mismo.

—¿Y Tori? —preguntó preocupado.

—No lo sé —contestó Liz entre sollozos—. He preguntado varias veces, pero nadie nos ha querido decir nada.

—¡Joder! —grité enfadado. Me quité la chaqueta y se la di a West—. ¿En qué planta estábais?

—En la segunda. ¿Qué vas a hacer?

—Lo que tendría que haber hecho al llegar.

—¿Te has vuelto loco? —me gritó West agarrándome del brazo—. ¡Está todo en llamas!

—No voy a dejarla ahí dentro, West. —Me solté de su agarre y me acerqué al cordón policial.

—¡Colin! ¡Para! —me gritó Liz, pero la ignoré.

Miré a todos lados y pasé por debajo del cordón cuando nadie estaba mirando. Escuché varios gritos, pero los ignoré y entré en la biblioteca sin pensarlo.

Subí las escaleras de tres en tres y me paré en la segunda planta. No sabía de dónde venía el fuego, pero estaba toda la sala cubierta por una capa de humo.

—¡Tori! —grité su nombre, pero no recibí respuesta. Me tapé la boca y me puse a caminar entre las estanterías—. ¡Tori! —Llegué al final de la sala y vi la puerta del baño—. ¡Tori! —golpeé la puerta—. ¡Tori!

Y entonces llegó MaverickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora