Capítulo 1

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Palo Alto, California

Nadie diría que en Palo Alto terminaba el verano en solo dos días. El parque Rinconada estaba lleno de atracciones, todas las calles principales decoradas con luces de colores y el ambiente seguía siendo igual de veraniego. Todos los años había una feria el último fin de semana de vacaciones justo antes de empezar las clases y todo el mundo disfrutaba con esa gran fiesta.

Y Alex Cooper no iba a hacer algo diferente.

•••

Cerré el grifo de la ducha y me tapé con una toalla colocándola alrededor de mi cintura. Salí de la ducha y me miré en el espejo. Pasé mis manos varias veces por el pelo y lo eché hacia atrás antes de salir del baño.

Caminé por el pasillo y me dirigí a mi cuarto. Unas risas salían de dentro. Abrí la puerta y vi a mi hermana y a su amiga saltando en mi cama.

— ¿Se puede saber qué hacéis aquí? —pregunté enfadado.

—No es tan guapo ni fuerte —le dijo a su amiga mientras se marchaban entre risas.

Si no fuera porque adoro a esa niña....

Abrí el armario y me vestí con rapidez para no llegar tarde a casa de Tori. Unos vaqueros y una camisa azul oscura.

—Perfecto.

Terminé de arreglarme y bajé las escaleras de dos en dos.

—A dónde vas, Alex?— preguntó su madre al escuchar el sonido de las llaves.

—Voy a la feria con los chicos —contesté asomándome por la puerta del salón—. Pero antes tengo que hacer de chófer.

—Dile a Tori que espero una visita suya.

—¡Se lo diré!

Nuestro padres eran amigos antes de que Tori y yo naciéramos así que prácticamente nos habíamos criado juntos: misma guardería, misma escuela, pero ahora, diferente universidad. Tori fue admitida en Medicina en la universidad de Standford y yo tenía que ir todos los días a la universidad de San Francisco, a media hora de casa.

Me subí en mi Aston Martin y conduje unas manzanas hasta llegar a casa de Tori.

Aparqué el coche en la entrada y caminé por el jardín hasta llegar a la puerta principal de esa preciosa casa de ladrillo blanco. Antes de que llamara, la puerta se abrió dejando a la vista al padre de Tori.

—¡Alex! —exclamó al verme—. Llevas muchas semanas sin venir a vernos —Me dio unos golpecitos en la espalda y me dio permiso para entrar—. ¿Cómo va todo? ¿Ganas de empezar el segundo año de universidad?

—Muchas ganas —contesté sonriente—. ¿Tori está arriba?

-Sí, me ha dicho que la esperes aquí que no tardaría mucho en bajar. Voy a seguir trabajando. —Se despidió de mí y desapareció por el salón.

Me senté en el suelo y me quedé esperando durante más de diez minutos.

—Ya veo que no eres capaz de aguantar ni un minuto de pie —levanté la vista y la vi bajando por las escaleras.

Victoria Brooks, Tori para sus amigos. Si alguien fuese capaz de sacarle un defecto, tendría que ir directamente a un manicomio. Bueno, podríamos decir que su único defecto es que tarda mil años en arreglarse.

Podría hacer una larga lista de todos los chicos que ha rechazado en estos últimos dos años. No era algo que me desagradara porque ninguno era lo suficientemente bueno para ella. Lo que no me gustaba era el motivo por el que iba diciendo que no, pero eso era otra historia.

Y entonces llegó MaverickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora