Y entonces llegó Maverick

Capítulo 23

NARRA TORI

15 de diciembre

—Bueno chicos, hoy es el último día de clase —habló el profesor levantándose de la silla y recogiendo sus cosas—. Esperaba mejores resultados en los exámenes este primer cuatrimestre. Espero que a la vuelta de las vacaciones estéis más atentos e implicados en vuestros estudios. Tenéis las notas de los exámenes colgadas en el tablón de fuera. —Nos miró a todos y suspiró—. Disfrutad de las vacaciones de Navidad.

Salió del aula y todos se levantaron con rapidez para salir y ver sus notas.

—¿No tienes ganas de ver tu nota? —me preguntó Liz mientras guardaba sus carpetas en el bolso—. Ni siquiera te has movido.

—Estarán todos empujándose por ver una nota que no va a desaparecer del tablón. —Me levanté de mi sitio y me puse a guardar mis cosas—. ¿Y tú?

—Esperándote a ti. —Me sonrió—. Cuando quieras.

—Voy, voy. —Guardé el estuche en el bolso y lo cogí—. Anda, vamos.

Salimos al pasillo que ya estaba despejado y nos acercamos al tablón.

—He suspendido dos. —Se quejó Liz con tristeza, pero volvió a sonreír—. Lo recuperaré sin problemas. ¿Tú qué tal?

—Bien —contesté alejándome del tablón.

—¿Sólo bien? —gritó detrás de mí—. ¡Si tu nota más baja es un ocho! —Me dio unos golpecitos en la cabeza y me abrazó—. Eres un genio, Tori Brooks.

—Estás loca.

Salimos del edificio y fuimos al aparcamiento donde nos esperaban West y Colin.

—¿Y bien? —nos preguntó West al vernos.

—Solo dos —contestó Liz sonriente—. ¿Vosotros?

—Yo tres y Colin una —respondió y le dio unas palmaditas en la espalda—. En el fondo es un chico listo.

—¿Y tú, preciosa? —me preguntó Colin antes de darme un beso.

—Todo aprobado.

—Y con dos matrículas —añadió Liz divertida—. Intenta ser modesta.

—¡Liz! —exclamé enfadada—. No me miréis así —dije separándome de Colin.

—Tu novia es un genio —dijo Liz guiñándole un ojo.

—No lo ponía en duda —respondió riendo—. Anda, ven. —Me agarró de la mano y me acercó a él—. Yo soy el guapo y tú eres la lista.

—¿Ahora no soy guapa?

—Sí, pero yo más. —Me intentó besar, pero le esquivé—. ¿Sexy? ¿Atractivo?

—¿Idiota?

—Esa también me vale.

Me intentó besar otra vez y esta vez no me opuse.

—Iros a un hotel —dijo West separándonos—. A este paso no llegaremos al aeropuerto.

—Está bien. —Le besé por última vez y me separé de él—. ¿Me pasas a buscar en una hora?

—Claro, preciosa.

Me subí al coche y llevé a Liz a su casa. Desde que tenía coche, le encantaba que la llevase.

Después, volví a casa y subí a mi cuarto a terminar la maleta y despedirme de mis padres.

—Tori, Colin está aquí. —Me avisó mi madre desde la entrada.

Bajé las escaleras de dos en dos con la maleta y me lo encontré en la entrada con un gran ramo de rosas rojas.