[ 𝟎𝟐 ; 𝟎𝟔 ]

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Desde que soy un becado, y tengo buenas calificaciones, los licenciados me tratan como si fuera otra raza de estudiante universitario, cosa de la que Kim Jongin se aprovecha, usándolo de excusa para presentar sus proyectos días después de lo estipulado en la pauta de evaluación. Aunque para ser honestos, tampoco entendía qué pasaba por la cabeza de los profesores como para aceptar reverenda estupidez de pretexto, viniendo de un alumno no muy brillante. Pero teniendo en cuenta que el jefe de carrera era una mujer, al igual que la mayoría de los docentes, podía ser lógico que tuvieran excepciones con el chico lindo de piel acaramelada, amigo del guapo que volvió de su intercambio -apodos que se oían por los corredores de la facultad de psicología-. Supongo que si eres agradable, no importa si tienes novio, y no una novia.

El examen de fin de mes estaba a la vuelta de la esquina, y era en parejas, por lo que muchos de mis estudiantes -de las tutorías que imparto para ganar algo de dinero-, acudieron a mi, pero Jongin se encargó de lucirse en su papel de parásito, y los espantó, diciendo que yo ya era suyo, y que era mejor que se fueran a buscar a otro cerebrito del que pudieran aprovecharse de su inteligencia. Irónico viniendo de él, ya que su moral para decir algo como eso, era ridículamente bajísima.

La última clase de este día terminaba a las cinco de la tarde -debido a que estaban todas muy cerca de la otra-, y había quedado con un chico de primer año, que me pidió ser su tutor y explicarle algunos conceptos que no dominaba por completo.

-Hoy me toca turno con Baek, ¿vendrás esta vez? -los dos caminábamos juntos hacia la salida del edificio donde tomábamos nuestras clases -Estás perdiendo días, y te arrepentirás de eso luego.

Era cierto, había dejado de interrumpir en la vida del mayor por unos días, creo que este era el tercero en el que ni me asomaba por los lugares donde él concurría. Pero todo era culpa de ese tal Kim Yugyeom, ese individuo me había hecho cuestionar si estaba bien seguir detrás del peligris, o si debía parar. Porque a pesar de que esa noche hubiera estado seguro de que sobresaldría por sobre su hyung, cuando llegué a mi dormitorio ya no era así.

-¿A qué hora? -pregunté de todos modos.

-Desde las siete hasta las once -sacó su teléfono de su bolsillo, prendiendo la pantalla para proceder a usarlo.

-No sé si vaya a ir, pero necesito que hagas algo por mi -pasé mi mano por su hombros, rodeando su cuello, y acercándolo a mi.

-Ya hablamos sobre esto, Yeol... -me miró exhausto.

-No, no quiero ayuda -contesté rápido -. Sólo necesito que averigües algo por mi -abulté mis labios, dejando que sólo fuera vista una linea en vez de estos.

-¿Qué sería eso? -echó hacia atrás su cabeza, mirándome con un interrogante en su cara.

-Qué tipo de relación tiene con Kim Yugyeom -se quedó un tiempo estático observándome, pero de pronto explotó en carcajadas sonoras que lograban que los otros nos vieran extrañados -¡¿Por qué te ríes?! -lo empujé bruscamente, indignado.

-Porque estás celoso, hah -jadeo por haberse reído tanto -. Lo único que sé, es que ese hyung fue el mejor de las últimas generaciones en su carrera, y guionizó un cortometraje que ganó un premio internacional... ¿Recuerdas ese corto que duraba como diez minutos, y trataba de una relación? Lo pasan por televisión nacional en san valentín -me explicó, mientras acomodaba el gorro de su sudadera, que yo había movido de su lugar -. La universidad le paga por hacer clases complementarias-

-¿Qué? -estiré el cuello hacia el moreno, preguntándole porqué paraba tan de repente.

-Sabía que no lo estabas escuchando realmente -rodó su cabeza al igual que sus ojos -. Él dijo todo esto en el bar.

❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Where stories live. Discover now