[ 𝟎𝟏 ; 𝟏𝟔 ]

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Estábamos sentados en una banca que daba hacia el río, el cual poseía un distorsionado pero hermoso reflejo de la luna, la cual había decidió brillar más que otras noches. Eso y estar en un completo silencio —donde a penas eran audibles algunos grillos que debían de estar escondidos por la hierva— me tranquilizaba de sobre manera, pero había algo que me anclaba a la realidad y no me permitía irme en el no tan fuerte torrente de mis pensamientos, y ese algo no era ni más ni menos que Park Chanyeol, el mismo que me trajo hasta aquí para poder relajarme y luego hablar con más calma sobre lo que nos concernía a los dos y a nuestra "amistad".

—¿Te sientes mejor? —su brazo se posó en el respaldo del banco, justo por detrás mío, pero mantuvo distancia.

—Si —nadie se miró, sólo nos quedamos hipnotizados por las vistas nocturnas del agua y los edificios que se veían a lo lejos —¿Sabes? —volví a hablar después de unos minutos —Sinceramente creo que volver a la normalidad será difícil.

—Lo siento —se disculpó de repente.

—Yo debería ser el que pida perdón —por primera vez en ese rato me miró —. Si no me hubieras gustado, esto no hubiera pasado.

—No seas tonto —rió, y ahora fui yo quien lo miró —. Tarde o temprano me habría dado cuenta de que me gustabas —su tono era bajo —. Quizás no hubiese pasado como lo hizo ahora, pero ten por seguro que también hubiera ocurrido algo, Baek —su mano se abrazó de la curvatura entre mi cuello y mi hombro.

—¿Por qué todo resultó así? —pregunté al aire, ignorando lo que acababa de decir el más alto —. Supongo que no estamos hechos para ser amigos —me auto respondí cuando no escuché ningún comentario por su parte.

—Si dos amigos se gustan... ¿Son amigos? —añadió con una frágil sonrisa sobre sus labios. No sabía si era para mi o si otra cosa la causó, porque sus ojos estaban fijos en el paisaje otra vez.

—Depende —abrí la boca tras pensarlo un poco —. A veces no están enamorados de verdad, a veces sólo es cariño.

—¿Y por qué no ambas? —su mano acarició la piel de aquella zona donde se encontraba —. Los enamoramientos no son repentinos, inician por algo, ¿no?

—¿Conoces los finales tristes? —pregunté sin contexto alguno.

—Si.

—Hay gente que los tiene —acerqué mi mano a la suya para separarla de mi cuello, pero rápidamente la tomó.

—No —intentó deshacer mi puño, para que tras lograrlo, entrelazara sus dedos con los míos —. Hay gente que cree que es el final y prefiere no seguir.

—S-suelta mi mano, Park —titubeé cuando lo sentí más cerca y por instinto alejé mi cara.

—¿Qué final quieres? —una sonrisa divertida se formó en su rostro —¿Uno feliz o uno triste?

Como mi cuello se hallaba rodeado por su brazo, fácilmente pudo atraerme hacia él y terminó con toda la distancia mediante un beso delicado en mi mejilla, haciéndome sonrojar y fruncir el entrecejo.

Pero no protesté.

Su sonrisa se amplió al ver que la recepción no fue negativa y volvió a darme otro, y otro tras otro en diferentes partes de mi cara, hasta lograr que me riera, y así fue, no pude seguir fingiendo indiferencia y lo tomé por la nuca, regalándole uno en su mejilla derecha. Su mirada se volvió en una de sorpresa y percibí un leve tono rojizo en su rostro. Pero sin darme tiempo para hacer un comentario sobre eso, él unió nuestros labios en una especie de roce sutil —que a pesar de aquello, me hizo sentir esas mariposas otra vez— y al corresponder el lento movimiento, este se tornó en uno más rápido, pero aún así conservando la delicadeza que emanaba.

❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Where stories live. Discover now