❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾

[ 𝟎𝟐 ; 𝟎𝟑 ]

Mis parpados se despegaron a penas sentí como algo blando chocaba repetidamente contra mi cara, pudiendo así ver a un pelirrojo golpeándome con una almohada, en un intento de sacarme de mi plácido sueño reparador. Me senté después de que dejaran en paz mi rostro, y refregué mis ojos con ambas manos, bostezando en el proceso. No sabía que hora era, pero tampoco me interesaba saberlo, por lo que sólo me limité a moverme lentamente de la cómoda cama que ni siquiera me pertenecía.

—Buenos días, bella durmiente —saludó irónico el menor —, ¿cómo estuve su sueño de diez horas?

—Muy reconfortante, déjame decir —bromeé.

—A la próxima despiertame —dijo a la vez que se colocaba sus zapatos —. Es un poco turbio despertar y ver un cuerpo desconocido en medio de la oscuridad —se puso de pie, y tomó unas llaves que yacían en su escritorio.

—Lo siento, no quería hablar —suspiré al recordar lo que pasó anoche.

—¿Luhan estaba haciéndolo con Sehun y dejaron la puerta sin llave? —comenzó a reírse, probablemente por lo perturbador que resultaba eso.

—Ojalá hubiera sido eso —caminé hasta la puerta del baño, y abrí el grifo para mojarme la cara —. Yeol estaba ahí, ugh...

—Que mala suerte tienes, ¿eh? —dijo cómico —Iré a desayunar con Jongin, ¿quieres venir? —ofreció, asomándose por el marco.

—Tendría que ir a cambiarme en mi cuarto primero —me encogí de hombros, dejándolo decidir si me esperaba o si prefería ir solo con su novio.

—Te esperaremos para ordenar —avisó asintiendo —. Iremos al de siempre.

—Vale, vale, me apresuraré —afirmé, para terminar saliendo del cuarto de Kyungsoo.

Mi habitación estaba en el piso de arriba, por suerte, así que sólo subí las escaleras. Tomaría una ducha corta, e iría a acompañar al par de tórtolos para comer el desayuno juntos. 

Giré las llaves en la cerradura de la puerta, y no había nadie dentro, por lo que pensé de inmediato que quizás habían terminado la fiesta en el dormitorio de otro. Entré rápidamente en el baño, sacándome las prendas y entrando en la ducha, demorándome unos quince minutos. Cuando salí, me enrollé una toalla en la cadera, y salí afuera, buscando ropa limpia que fuera fresca, ya que hacía algo de calor este día. Bajo esa idea, agarré ropa interior, unos pantalones de mezclilla que me llegaban hasta un poco más arriba de las rodillas, y una camiseta dos tallas más grande, de manga corta, que era de color negro y tenía unas letras verticales de color borgoña. 

Me acomodé un poco el cabello, y decidí no usar delineador hoy, pero si un par de gafas redondas sin aumento. Finalmente terminé de atar los cordones de mis zapatos negros con blanco, y tomé algo de dinero, guardándolo en mi bolsillo delantero, junto con mi teléfono, y procedí a caminar hasta la puerta, pero esta fue abierta desde el otro lado antes de que yo pudiera hacer lo mismo.

—Baekhyun —sus labios pronunciaron mi nombre, y me quedé helado viéndolo ahí de pie.

—Luhan no está —hablé con indiferencia.

—Lo sé —asintió —. Venía a verte a ti.

Y mi corazón volvía a latir frenéticamente, como si se le olvidara todo el daño que esa misma persona le hizo. Pero mantuve una expresión lo más neutra posible.

—Estoy por irme, así que no me hagas perder el tiempo, y muévete de en medio —me erguí, haciendo un gesto con la cabeza para que se moviera a un lado.

—¿A dónde vas? —me hizo caso, dejándome salir, pero siguiendo mis movimientos con la mirada.

—Eso no es de tu incumbencia —le puse llave al dormitorio, y me dispuse a dirigirme a la cafetería de la facultad de medicina, ya que la comida ahí era muy buena —. No me sigas —formulé cuando lo sentí detrás mía.