[ 𝟎𝟏 ; 𝐄𝐩í𝐥𝐨𝐠𝐨]

358 42 12
                                    


Ha sido una semana desde que las clases en la universidad comenzaron. Todo iba perfecto, las asignaturas obligatorias eran geniales y muy interesantes, las opcionales eran divertidas y no suponían mucho esfuerzo. En resumen pude adaptarme con facilidad y me iba de maravilla en ese nuevo ambiente, que era drásticamente diferente al de una escuela. Las clases eran separadas por muchas horas y las ventanas de tiempo libre cundían lo suficiente para estudiar para un examen antes de darlo si ese fuera el caso, ya que, no harían proyectos ni evaluaciones hasta dos semanas más, donde pondrían a prueba los conocimientos supuestamente aprendidos en las horas lectivas.

Este sabado por la noche nos reuniríamos en un pequeño bar cercano a las instalaciones donde se encontraban los dormitorios, y tomando en cuenta que no te dejaban entrar pasadas las doce de la noche, era altamente conveniente tener un lugar así tan a la mano. Esta sería la primera vez que íbamos y teníamos expectativas altas del que sería nuestro refugio después de la tormenta —mejor conocida como los exámenes—, por lo que no nos agradaría llevarnos una sorpresa negativa de este.

Abrí el armario que compartía con Minseok y Kyungsoo —era una larga historia el como terminamos viviendo juntos— y extraje un colgador con tres de mis chaquetas puestas para así ahorrar espacio. Saqué la de mezclilla y bajo esta se veía una de color blanco de tela delgada, que permitía divisar una de color negro, gruesa, hecha de cuero.

"—Adiós, Baekhyun."

Le pertenecía al que una vez le confié mi corazón y no lo cuidó. Aún la guardaba, porque ni siendo calcinado vivo se me quitaba lo masoquista. Además, era linda, no podía sólo tirarla, dejándola a su suerte, no, tenía que conservarla para devolvérsela a su dueño, a quien no he visto ni una sola vez desde la fiesta de despedida que se les organizó a los que fuimos de tercer año. Eso me ha parecido curioso cada vez que lo recuerdo, pero nunca he querido preguntar por él.

¿Parecer un puto necesitado?

No, no estaba interesado en eso, por lo que nunca he intentado indagar con sus amigos sobre su paradero, y ellos tampoco parecen darle importancia, no sé si para no herirme o porque saben que su horario no es compatible con el nuestro, aunque eso obviaría el que Jongin estudia psicología al igual que Park.

Terminé de maquillar mis ojos y acomodar mis grisáceos cabellos de mi flequillo. Me dirigí a la pequeña sala de estar de la habitación y esperé sentado a que los otros dos también estuviesen preparados para ir al punto de encuentro. Esto no pasó hasta diez minutos después, donde ya nos veíamos cercanos al bar, hablando de banalidades y comentando chistes, esperando hacer reír a los otros.

—¡Aquí estamos! —exclamó el moreno.

—Hola —nos saludamos entre todos con algunos golpesitos y choques de mano.

El establecimiento era agradable y acogedor, lo que lo hacía entrañable y volvía sencillo el encontrarse con compañeros de otra facultad o de la misma.

Pedimos unas cuantas cervezas y algo de patatas fritas para acompañar a la amarga y fría bebida. Entonces seguimos intercambiando comentarios, formando una conversación amena y divertida entre los presentes, es decir, Sehun, Luhan, Jongin, Jongdae, Kris, Minseok, Kyungsoo y yo. Los pedidos llegaron y el silencio reinó por unos minutos, sólo por ese tiempo, porque después seguimos con la cháchara entretenida que teníamos.

—Me están llamando —se disculpó Kai y yo rápidamente desvié la mirada a su teléfono, leyendo el nombre del azabache. Se levantó de la mesa y fue al baño.

Todos continuaron profundizando la habladuría, pero yo me quedé ausente y pensante sobre esa inoportuna llamada por parte del desaparecido menor durante toda la noche.

❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Where stories live. Discover now