❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾

[ 𝟎𝟏 ; 𝟎𝟖 ]

Ya había transcurrido una semana y esta iba a ser nuestra última reunión. Obviamente en casa del más alto ya que habiamos terminado acordando que nos juntaríamos en su casa y eso me quitó un peso de encima, pero irónicamente me puso otro.

La habitación de Park Chanyeol.

Sonaba como algo totalmente ajeno a mi, y aunque ya fueramos lo suficientemente cercanos, y ya había estado ahí unas veces cuando nos juntabamos, seguía sin acostumbrarme a quedarme a solas en su cuarto.

Estoy sonando como una colegiala enamorada.

Agité mi cabeza y terminé de acomodarme el cabello por milésima vez en ese rato. No quería verme mal en una reunión de trabajo. Menos si iba a estar ese poste con piernas.

Salí de mi portal y emprendí camino hacia el de Park, que por suerte no estaba tan lejos del mío -quizás unas cinco cuadras-. Mantuve cualquier pensamiento negativo fuera de mi mente y me centré en la canción que estaba escuchando en ese momento.

Tal vez me descuidé del tiempo, porque en menos de lo esperado ya estaba ahí, a unos pasos de la no tan alta construcción donde residía Chanyeol, quien por cierto estaba sentado en las escaleras a fueras del portón, acompañado de alguien más.

Una chica.

Lo vi mirar su teléfono y pararse de inmediato, diciéndole algo a la chica, la cual hizo un puchero y se lanzó a sus brazos para darle un beso en los mismos labios que yo he estado queriendo besar desde hace unos días atrás. Me encaminé como si nada y se dieron cuenta de mi presencia, haciendo que Chanyeol separara a la chica, quien traía una sonrisa divertida dibujada en su rostro.

-Pensé que no vendrías... -sus ojos se veían bien abiertos y con una sorpresa desbordante en ellos.

-Se me hizo un poco tarde, lo siento -fingí una sonrisa. Hice un ademán a Sooyoung en forma de saludo y me lo devolvió.

-Bueno -habló la chica -. Channie me está echando -lo miró mal -. Adiós.

-Adiós...

Me quedé en silencio cuando la vi dándole un beso sorpresa a su novio, para luego irse rápido del lugar con una expresión de triunfo en su bastante atractiva cara.

-A ella le gusta mucho hacer eso... -explicó un poco incómodo mientras que su mano rascaba su nuca.

-¿Entramos? -pregunté para dispersar aquella atmósfera que se había formado.

-Si -recuperó el color y me guió por las escaleras hasta llegar al cuarto piso.

Su departamento no era tan grande como el mío, por el contrario, era bastante acogedor y cálido. Me señaló la puerta al final del corredor, que pertenecía a su habitación y entramos tan pronto como él dejó las llaves en un plato que se hallaba sobre un mueble.

-Espera un poco -habló a la vez que buscaba un cuaderno en su escritorio -. Siéntate en mi cama, es lo más cómodo de aquí.

Asentí y al posar mis manos sobre el cubrecama, este se sintió un tanto caliente, haciéndome entender de que alguien ya se había sentado aquí recientemente. Decidí ignorar eso y esperar a que el más alto imitara mi acción.