|| Eres el Correcto || Joel Pimentel y Tú || TERMINADA ||

•85•

Narra ________ :

Me siento un poco mareada al despertar, así que al abrir los ojos me doy cuenta de que estoy en una habitación. Me pongo de pie e ignorando el hecho del pequeño mareo que me invade, voy hacia la ventana.

Estamos en la casa debido al patio trasero que he reconocido, pero no precisamente en un lugar de la casa, que conozca.

Observo a mi alrededor y me acerco a la puerta para tratar de abrirla, pero esta con llave. Apoyo mi oído en la madera para tratar de escuchar algo, pero al parecer no hay nadie.

-¡Hey, saquenme de aquí! -exclamo golpeando la puerta -¡Quiero salir de aquí!.

Nadie me responde, así que retrocedo y me siento en la cama porque he sentido un leve dolor punzante en mi panzita. Tengo que calmarme porque si me estreso, les hará mal a los bebés y no quiero que pase alguna desgracia.

-Tranquilos, no se preocupen, estaremos bien -les digo mientras acaricio mi panzita, tratando de respirar profundo -, no permitiré que les hagan daño.

-¡Abran la puerta, maldición! -escucho exclamar a alguien -¡Saquenme de aquí!.

Rápidamente me pongo de pie al escuchar la voz de Joel, así que golpeo la puerta, seguido de mi voz.

-Joel, Joel, mi amor -digo apoyándome en la puerta.

-_______, están bien -lo escucho decir -, estaba demasiado preocupado, no sabía lo que podría pasar.

-Estamos bien, ¿cómo estás tú?, ¿te hicieron daño? -cuestiono con preocupación.

-Yo estoy bien. En serio perdóname, perdóname por haber hecho esto, creí que todo saldría bien y que nadie nos encontraría, pero..., siento que a donde vaya, él va a estar ahí. Lo siento, mi amor, lo siento mucho.

-No tienes nada de que preocuparte, no es tu culpa.

-Lo es. Debí hacerlo mejor y así hubiéramos evitado estar aquí. Debí actuar mejor y quizá y así, Juan no te habría llevado con él. -hace una pausa -, me siento tan culpable porque es mi propio padre quien está haciendo esto.

-Tu padre esta enfermo de la cabeza y tú no tienes que culparte por ello. Yo te amo porque no eres igual a él, esa es otra razón por la que decidí quedarme contigo y darte todo de mi. Te amo porque eres diferente.

-Necesitaba escuchar eso para sentirme más fuerte. También te amo y por ese amor que te tengo, haré hasta lo que nunca imaginé hacer con tal de que nadie te lastime, _______, te lo prometo.

-Aunque no me lo prometas, estoy convencida de que lo harías -seco mis lágrimas -, porque confío en ti... Y yo también soy capaz de jugarmela por ti. No pienso dejarte solo en esto.

-Yo tampoco planeo dejarte sola.

Me siento en el suelo y seco mis lágrimas mientras me abrazo a mi misma. Todo esto parece una maldita pesadilla que nunca tendrá fin mientras Juan esté en medio de los dos.

-Me alegra que hayan despertado -escucho la voz de Juan fuera de la habitación.

-¡Sácame de aquí! -exclama Joel, golpeando la puerta -¡Abre la puerta de una vez!.

-Hijo, por favor, es una linda tarde, no quiero que te la arruines con todos esos gritos.

-¡No pienso quedarme callado hasta que me saques de aquí!.

-Miren no quiero perder tiempo, pero las cosas se harán a mi manera de ahora en adelante, así que Joel, deja de gritar y mejor aprovecha este tiempo para hablar con ______, porque luego de eso, ustedes no volverán a estar juntos nunca más.